• Es una etapa nueva que enfrenta la corrupción sin acciones espectaculares ni simulación, indica
La Paz, BCS., Al darse a conocer que el Informe de la
Cuenta Pública de 2018 –último de la gestión de Enrique Peña Nieto– arrojó un
presunto daño patrimonial por 144 mil millones de pesos, el presidente Andrés Manuel
López Obrador reconoció: Peña, como es de dominio público, permitió la
corrupción. Y estamos actuando, todos los expedientes que se encontraron
abiertos se les dio continuidad, no se cerraron porque no tenemos relaciones de
complicidad con nadie.
Sin embargo, reiteró su postura de que no
habrá venganzas, sino que es necesario ya no permitir la corrupción y mirar
hacia el futuro sin acciones espectaculares, ni persecuciones a sus
antecesores. También desde que tomé posesión fui muy claro, dije: No vamos
a llevar a cabo ninguna denuncia en contra de los ex presidentes.
Ante las preguntas de las acciones legales
que emprendería su gobierno por las irregularidades reportadas en el Informe de
la Cuenta Pública presentado por la Auditoría Superior de la Federación, fue
más allá en sus referencias a su antecesor, al aludir a las investigaciones que
realiza la Fiscalía General de la República relacionadas con el ex director de
Petróleos Mexicanos (Pemex) Emilio Lozoya:
“Si en la investigación que están haciendo al
ex director de Pemex aparece que está involucrado el ex presidente Peña,
entonces la fiscalía lo va a resolver.
Y se tiene que resolver también, y yo vuelvo
a recordarlo, si legalmente se puede juzgar a un presidente por delitos que no
sea el de traición a la patria. Por ello pidió a los medios ponderar entre
especialistas si es viable enjuiciar a ex mandatarios, para ya no especular.
Después de encabezar una reunión del gabinete
de seguridad en esta entidad –donde posteriormente se llevó a cabo un encuentro
con la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago)–, López Obrador explicó su
postura ante la posible corrupción detectada en el Informe de la Cuenta Pública
2018, subrayando que si se pretendía ir al fondo, habría que ir contra los ex
presidentes desde (Carlos) Salinas.
Nosotros nos hemos propuesto acabar con la
corrupción, pero queremos iniciar una etapa nueva, que no nos dediquemos, como
lo hacían los gobiernos neoliberales, a simular y a lo espectacular, mientras
alentaban la corrupción. No a venganzas, no a la persecución política, sino
marcar muy bien la diferencia e iniciar una etapa nueva sin corrupción, sin
impunidad. Eso lo hemos venido logrando.
–Pero si encuentran irregularidad, ¿usted no
va a colaborar?
–Ah, claro. La fiscalía es autónoma, que eso
es lo otro. ¿Cómo era antes? El Presidente decía a quién se exoneraba y a quién
se perseguía.
López Obrador agregó que su gobierno no
establecerá relaciones de complicidad con nadie, pero sí de justicia, y
ésta implica no sólo castigar, también prevenir. Incluso se dio tiempo para la
ironía: Si no estamos persiguiendo a nadie y miren cómo están, como
desquiciados.
A ratos con una sonrisa, el Presidente
rubricó su explicación en torno a la cuenta pública de 2018 y los alcances en
la lucha contra la corrupción:
“Miren, pañuelito blanco, le puedo decir esto
a los conservadores… me lo dice el diablito, dice: ‘Sácales el pañuelito blanco
a los conservadores para que se enojen’. No hay corrupción arriba, se acabó la
corrupción. O sea, no soy Salinas, no soy Zedillo, no soy Fox, no soy Calderón,
no soy Peña Nieto, así de claro. Entonces, no necesito la espectacularidad, la
farsa.”
Durante la conferencia en esta entidad, López
Obrador anunció también que se harán las acciones pertinentes para traer gas natural
a Baja California Sur, a fin de garantizar el suministro de energía eléctrica
con combustibles menos agresivos con el medio ambiente.
Más tarde, durante la reunión de la Conago,
dijo que se invertirán 6 mil millones de pesos para construir una planta
termoeléctrica para garantizar que no haya más apagones en La Paz y Los Cabos.