• Asignaturas Pendientes
Sin duda que hoy por hoy,
cuando más que nunca observamos un país que va de tumbo en tumbo ante los
desaciertos y acciones fallidas, es cuando la gran mayoría de los mexicanos
analizamos con mayor detenimiento aquella insistente propuesta del Presidente
Andrés Manuel López Obrador respecto a la Revocación de Mandato.
Sí, porque luego de haber
transcurrido más de dos años de la actual administración, la suma de
yerros y aberraciones, que justo dieron inicio con la cancelación de Aeropuerto
y que han llegado hasta la ahora fallida rifa del avión presidencial,
pareciera que ya no tienen cabida en la agenda ciudadana y por consecuencia,
pudieran analizar con detenimiento si otorgan un “Sí” o un “No”, en esa boleta
de Revocación de Mandato.
Y es que las fallas han ido
mucho más allá, cuando se afirma que la lucha contra los actos vandálicos no ha
tenido los resultados positivos esperados, y que --por el contrario--, de
acuerdo a las estadísticas, estamos mucho más hundidos en los actos
delincuenciales, toda vez que ahora, --ante la debilidad del estado—no
solamente son provocados por los delincuentes comunes, sino por esa turba de
personas, muchos de los cuales se dicen estudiantes.
Por otro lado, tampoco se han
tenido los resultados anunciados en lo que se refiera al combate a la
corrupción aun cuando se reconoce lo que se ha hecho. Esto es porque la mayoría
de los mexicanos aclara que los corruptos del pasado no solamente lo son
dos a tres, como lo ha pretendido demostrar Andrés Manuel López Obrador
con la detención de la extitular de Sedesol y Sedatu Rosario Robles, del
flamantísimo y poderoso exSecretario de Seguridad Publica Genaro García Luna, o
bien de Emilio Lozoya, ex director de Pemex.
Toda vez que sin que se trate
ni de venganzas, ni cacerías de brujas o presos políticos,
hay muchos más exfuncionarios y hasta expresidentes que ya se mecen en la
cuerda floja y observados bajo la lupa del actual gobierno por presuntos actos
de corrupción, lavado de dinero, desvío de recursos públicos y evasión de
impuestos.
Y es que con la llegada de
Santiago Nieto a la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) de la Secretaría de
Hacienda, trajo consigo la apertura de carpetas de investigación con las que se
busca cumplir con la promesa del Presidente de terminar con la corrupción y si
realmente piensa llegar hasta las últimas consecuencias se seguirán
girando ordenes de aprehensión… ¿contra quienes?
Pues sobresalen Eduardo Medina
Mora, quien presentó su renuncia como ministro de la Suprema Corte de
Justicia de la Nación (SCJN), cuatro meses después que se confirmara que el
Servicio de Administración Tributaria (SAT) investiga sus cuentas
bancarias por supuestas transferencias millonarias en Reino Unido y Estados
Unidos que superan los 102 millones de pesos. En tanto que el dirigente del
sindicato petrolero Carlos Romero Deschamps ha sido acusado de corrupción,
fraude, lavado de dinero y huachicoleo.
Sin embargo, el caso de Pemex
también alcanzó al exsecretario de Energía, Pedro Joaquín Coldwell, pues el
abogado de Lozoya ha pedido que se llame a declarar al funcionario por su
presunta participación en el caso, esto con el fin de deslindar cualquier
responsabilidad.
No se descarta al exsecretario
de Hacienda y Crédito Público, Luis Videgaray, que también se vio salpicado en
el caso de Agronitrogenados. Y para lo cual Emilio Lozoya solicitó que también
se llamara a declarar al también excanciller, pues asegura que el verdadero
responsable de la operación de él. De la misma forma Idelfonso Guajardo,
exdirector de Economía, es otro político implicado en el caso de
Agronitrogenados y señalado por Lozoya.
Por otro lado está el que
fuera escolta del entonces presidente Enrique Peña Nieto y después ascendido
como subdirector de Salvaguardia Estratégica de Pemex, el general León Trawitz,
quien es investigado por presuntamente permitir y proteger la actividad
criminal en la red de robo de combustible.
La Fiscalía también investiga
a Alberto Elías Beltrán, exencargado del despacho de la extinta PGR, por
presunto lavado de dinero. La investigación contra Beltrán también incluye a su
esposa Marcela Kuchle López por operaciones de aproximadamente 98 millones de
pesos. Y no descartan a Tomás Zerón de Lucio, extitular de la Agencia de
Investigación Criminal de la entonces PGR, quien es investigado por el caso de
espionaje a periodistas y defensores de los derechos humanos con el software
Pegasus.
La cadena es larga, pues de
otra manera, la investigación contra Lozoya implica asimismo al empresario
Alonso Ancira, exdirector de Altos Hornos de México, quien se encuentra
detenido en España y se niega ser extraditado a México y quien presuntamente está
vinculado con la presunta venta irregular en 2013 de la empresa Agro
Nitrogenados a Pemex, cuando la petrolera era dirigida por Lozoya Austin.
Y un eslabón más lo constituye Juan Collado el abogado de exfuncionarios
priistas, quien es acusado de delitos de delincuencia organizada y operaciones
con recursos de procedencia ilícita.
En cuanto a expresidentes, sin
que aún se sepa su nombre, en una de sus conferencias mañaneras López Obrador
señaló simplemente que un exmandatario tiene cuentas pendientes con el Servicio
de Administración Tributaria (SAT) por evasión y condonación de impuestos. Sin
mencionar el nombre del implicado, el jefe del Ejecutivo declaró que el SAT,
dependiente de la Secretaría de Hacienda, indaga a ese exmandatario por adeudos
fiscales, y advirtió que se llegará hasta el final para castigar a quien no
cumpla con sus obligaciones tributarias.
''No somos tapadera de nadie,
informaremos todo lo que fue el régimen corrupto; habrá cada vez más severidad
en combate a la corrupción'', sentenció López Obrador.
De la misma forma, el
presidente anunció que será procedente la extradición del exgobernador de
Chihuahua, César Duarte, quién tiene órdenes de aprehensión relacionadas con
los delitos de peculado y enriquecimiento ilícito: "Desde que tomé
posesión dejé en claro que no iba a haber persecución política, que no es mi
fuerte la venganza. En el caso Peña, incluso le hice un reconocimiento porque,
a diferencia de otros presidentes, él no se metió para hacer un fraude",
señaló. E incluso dijo: “"Ni siquiera a los que nos hicieron el fraude del
2006 los estamos persiguiendo"... Cuestión de tiempo.