• Es sobre la asignación de derechos televisivos del Mundial
Ginebra. Nasser Al Khelaifi, presidente del grupo televisivo
beIN Media, fue acusado este jueves en un caso de corrupción relacionado con la
asignación de derechos televisivos del Mundial de futbol, aunque la justicia
suiza solo mantiene contra él la acusación de "instigación a gestión
desleal".
Perseguido "en el contexto de la
atribución de derechos mediáticos de diferentes Copas del Mundo de fubol y
Copas Confederaciones de la FIFA", el dirigente qatarí ha llegado a un
acuerdo amistoso con la FIFA, quien por tanto retiró su denuncia por corrupción
en su contra, hizo saber la oficina del fiscal general suizo (MPC).
De su lado, Jérôme Valcke, ex número dos de
la FIFA, fue acusado en el mismo caso por "corrupción pasiva, gestión
desleal múltiple y falsificación de documentos".
Al Khelaifi y un tercer hombre, activo en el
mundo de los derechos deportivos pero cuyo nombre no ha sido desvelado por la
justicia suiza, están acusados de "instigación a la gestión desleal
cometida" por el ex secretario general de la FIFA. Ese tercer hombre
también está acusado de "corrupción activa".
Para el abogado suizo de Al Khelaifi,
Grégoire Mangeat, contactado por la Afp, "lo más importante es que todas las
acusaciones de corrupción privada relativas a la concesión de los derechos
televisivos han sido abandonadas (contra su cliente). Estas acusaciones,
rebatidas desde el primer día, no eran sólidas".
"Estoy satisfecho de que todas las
acusaciones de corrupción en relación con las Copas del Mundo de 2026 y 2030 hayan
sido abandonadas", reaccionó Al Khelaifi en un comunicado. "Aunque
sigue habiendo una segunda acusación técnica, estoy convencido de que se
demostrará que no tiene fundamento", añadió el presidente del PSG.
Villa en Cerdeña
"Estamos confiados y defenderemos la
absolución total de nuestro cliente", añadió Mangeat.
En otro caso gestionado por la justicia
francesa, Nasser Al Khelaifi fue acusado en mayo de 2019 por "corrupción
activa", en la investigación sobre sospechas de corrupción al margen de las
candidaturas de Doha a los Mundiales de atletismo de 2017 y 2019.
Según el MPC, Jérôme Valcke, ex brazo derecho
de Joseph Blatter, utilizó entre 2013 y 2015 su influencia como secretario
general de la FIFA "para influir a favor de socios mediáticos de su
preferencia en los procesos de asignación de derechos televisivos para Italia y
Grecia, de varias Copas del Mundo de futbol y Copas Confederaciones de la FIFA
en el periodo de 2018 a 2030".
La investigación, explica el MPC, desveló que
Valcke obtuvo beneficios indebidos de los dos coacusados. El ex número dos de
la FIFA también logró, según la justicia suiza, el reembolso de un depósito de
cerca de 500 mil euros que había transferido a terceros por una villa en
Cerdeña, luego de la compra de la villa por Al Khelaifi, a través de una
sociedad.
Valcke luego obtuvo de Al Khelaifi el derecho
de disfrute exclusivo de la villa por un periodo de 18 meses en total -hasta su
suspensión de la FIFA- sin tener que pagar su alquiler, estimado entre 900 mil
y 1.8 millones de euros.
Además, Valcke, suspendido 10 años por la
FIFA por otros actos de corrupción, recibió del tercer hombre tres pagos por un
valor total de 1.25 millones de euros a su empresa Sportunited Sarl.
Clasificación parcial
El MPC acusa a Valcke de haberse
"enriquecido de manera ilegal" y de no haber anunciado los
"beneficios" recibidos a la FIFA, "comportándose así de manera
contraria a sus deberes en el marco de su actividad como secretario
general" de la organización.
Este proceso penal se inició en marzo de
2017, sobre la base de una denuncia penal presentada por la FIFA en diciembre
de 2016 por corrupción privada contra los tres acusados. Pero el MPC anunció
también este jueves "la clasificación parcial" del proceso luego de
"la retirada parcial de la denuncia de la FIFA".
La FIFA informó al MPC a finales de enero de
2020 que había llegado con Al Khelaifi a "un acuerdo amistoso"
respecto a las acusaciones de corrupción activa y pasiva entre el dirigente
qatarí y Valcke en relación con las Copas del Mundo de futbol 2026 y 2030, sin
que trascendieran detalles sobre este acuerdo.
"La corrupción de personas privadas es
en este caso concreto un delito procesado por denuncia, la retirada de la
denuncia penal tiene la consecuencia de que ya no se cumple una condición para
el enjuiciamiento penal de este delito", precisó el MPC.
Cuestionada por la Afp,
la FIFA no hizo comentarios.