• Luego de que un coleccionista catalán compró la obra por un monto no especificado, el creador, Fabián Cháirez, reconoció que la polémica lo benefició
CIUDAD DE MÉXICO.
El polémico cuadro La Revolución, del
artista Fabián Cháirez (Chiapas, 1987), que despertó pasiones a favor y en
contra luego de ser visibilizada en la exposición Zapata después de Zapata,
en el Palacio de Bellas Artes, y que derivó en protestas y la colocación de una
cédula que la define como “una inadecuada representación de Emiliano Zapata”,
de acuerdo con los herederos del Caudillo del Sur, fue adquirida hace una
semana por el coleccionista barcelonés Josep María Tatxo Benet Ferrán.
Así
lo confirmó, Fabián Cháirez, quien
detalló que él mismo negoció la transacción por una suma que no reveló, con lo
cual consiguió que su pieza ingrese a la prestigiada colección Censored de
dicho coleccionista, la cual será expuesta en el Museo de la Libertad de
Barcelona, junto a piezas de artistas como Ai Weiwei (Pekín, 1957) y del
fotógrafo estadunidense Robert Mapplethorpe (1946-1989).
El mismo artista relató que desde hace varias
semanas fue contactado a través de algunas galerías y de las redes sociales.
“Estuvieron tratando de contactarme tanto por las galerías en las que había
presentado alguna obra, como por los contactos en redes sociales de gente
cercana a mí. Al final fue ése el medio, por contactos cercanos, como dieron
conmigo y se mostraron muy interesados en la pieza, porque va en la dirección
de la colección que están formando”.
¿Cuándo
sucedió la venta?, se le preguntó. “Sucedió la semana pasada,
pero ya me habían contactado y estuvimos negociando, hasta que la semana
pasada, no recuerdo el día, concretamos la venta”.
¿Qué
pasará con la pieza? “La obra permanecerá expuesta en el Palacio Bellas Artes
hasta el 16 de febrero, cuando concluirá la exposición Zapata después de Zapata.
Después, la pieza ya está comprometida para una primera exposición itinerante y
también un par de galerías internacionales me han pedido que participe, pero
estamos aterrizando fechas”.
¿En
qué lugares? “Está comprometida para otras exposiciones.
Primero, una itinerante por parte de Bellas Artes, en lugar y la fecha por
confirmar; y después viajará a Inglaterra y España”.
¿Cuál es su reflexión final de esta pieza
luego de la venta? “Me sentí bastante agradecido porque al final la obra se ha
abierto un espacio por sí sola, y el saber que estará en una colección con la
misma línea temática y con otros artistas que han sido censurados y que han
enfrentado situaciones complejas por su obra, de la talla de Ai Weiwei y Robert
Mapplethorpe, es bastante grato juntarme en una colección que hace énfasis en
la lucha por la libertad”.
¿Cuál
es el nombre de la colección? “Censored y estará dentro del Museo de la Libertad
en Barcelona”.
¿Diría
que La
Revolución es la obra con mayor alcance en su trabajo
pictórico? “Completamente. Esta obra rebasó mis expectativas. Al inicio estaba
abordando temas que me interesaban y buscando cuestionar algunos aspectos como
las masculinidades o la disidencia sexual.
“Realmente estaba muy enfocada en eso y, en
su momento, al exponerla en otras galerías, aquí en México, o al ponerla en
redes sociales, había tenido muchos comentarios encontrados. Entonces, sólo
ahora la diferencia es la magnitud del evento y para mí ha sido bastante
sorprendente ver hasta dónde ha llegado esta pieza. Ahora está en una colección
importante y, aunque ya había expuesto algunas piezas en el extranjero, en
Estados Unidos, ésta es la que ha tenido un mayor alcance internacional”.
¿Hay interés de otras galerías por más de sus
obras? “Sí, he tenido ofertas de otros coleccionistas y sigo en pláticas (con
ellos) para que puedan hacerse con alguna de mis piezas”.
¿Cambiará la temática de su obra en el
futuro? “He tratado de mantenerme completamente firme a mis procesos. Realmente
creo que, como principio, me enfoco en temas que me interesan y éstos van
evolucionando. Esta pintura se hizo en 2014 y ya ha pasado por varios temas en
todo ese tiempo.
“Y así como en esa temporada estaba
interesado en hacer retratos para resignificar la imagen del macho mexicano,
también abordé la lucha libre y ahora trabajo con temas de la infancia, así que
nunca he querido encajarme en un tema, porque siempre he tenido curiosidad por
explorar nuevas ideas y direcciones. Eso no va a cambiar”.
¿Qué le diría a sus críticos? “Que la censura
siempre va a generar lo opuesto, va a generar más curiosidad en el espectador.
Eso les diría”.
¿En cuánto se vendió? “Ese dato no te lo
puedo dar”.
La
colección Censored también
incluye piezas como La estatua de una niña de la paz, Soy Virgen, de la
colombiana María Eugenia Trujillo; el payaso del McDonald’s crucificado, del
finlandés Jani Leinonen; y Statue of a girl of peace, de los artistas y
activistas coreanos Kim Eun-Sung i Kim Seo-Kyung, entre muchas más.