La cantante presentó en Sundance Miss Americana, documental que muestra cómo dejó de ser una niña correcta para convertirse en una mujer que dice lo que piensa
pARK CITY, Utah.
Taylor Swift dejó de ser la jovencita que sólo sonreía, que era políticamente correcta y que se portaba bien para evitar cualquier tipo de controversia para convertirse en una mujer que se dio cuenta de que su voz podía hacer la diferencia si mostraba su postura sobre temas como la comunidad LGBT, a la que siempre ha apoyado, sobre los desórdenes alimenticios, de los que fue protagonista, sobre la batalla directa que sostuvo con la senadora Republicana Marsha Blackburn, a quien criticó por sus ideas de desigualdad entre hombres y mujeres, así como sobre el acoso sexual, del que fue víctima en 2013 cuando el DJ David Mueller le agarró el trasero, hecho que terminó en un juicio y que provocó que el DJ fuera despedido de su trabajo. Todo eso es parte de lo que deja ver Miss Americana, documental que inauguró la noche del jueves el Festival de Cine de Sundance.
Mi papá siempre ha estado aterrorizado por mi seguridad desde que yo era pequeña y por el hecho de que mi trabajo implica estar parada en un escenario. Hemos recibido amenazas diariamente, son cosas que nadie sabe y que hemos tratado de mantener en secreto lo más posible, pero mi papá es el que siempre quiere saber lo que me pasa.
Para él siempre ha sido preocupante todo eso y me decía que qué me iba a pasar si decía todas esas cosas, se preguntaba si su hija iba a estar en peligro, si él tenía que haber parado todo eso antes de que me sucediera algo y creo que mis padres siempre se han preocupado por mí y las consecuencias de lo que puedo decir sobre el escenario”, expresó Taylor Swift.
La intérprete de Shake It Off arribó la noche del jueves al Eccles Theatre para presentar junto a la directora Lana Wilson, Miss Americana, documental que muestra la evolución que ha tenido a lo largo de 14 años de carrera artística. Conforme transcurren los minutos y haciendo saltos en el tiempo, el espectador aprecia cómo Swift se muestra vulnerable en algunos momentos de su carrera y deja ver cómo alguien que puede estar en la cima de su carrera y ser poseedora de 10 premios Grammy se puede venir abajo cuando fue a juicio en 2017 al haber demandado al DJ que le levantó la falda y le tocó la nalga.
Mi madre me acompañó en todo este proceso, ella fue al juicio conmigo y fue una experiencia muy desagradable todo lo que vivimos. Tuve todos los privilegios del mundo, el soporte financiero y pude pagar a un buen abogado. Yo estaba empeñada en hacer eso y sin todo eso detrás de mí no sé qué hubiera hecho. Tomó mucho tiempo llegar a ese paso y fueron todas las mujeres de mi vida las que me apoyaron cada día del juicio. Esa fue una de las cosas que me pasó y conté con el apoyo con gente maravillosa que me hizo sentir segura”, acotó Swift.
Con una duración de 86 minutos, Miss Americana, que se estrena el 31 de enero en Netflix, se centra, principalmente, en aspectos profesionales, en algunos momentos duros que vivió, como cuando Kanye West subió al estrado en los Video Music Awards 2009 para decirle que aunque ella acababa de ganar, Beyoncé tenía mejores videos, sin embargo, casi no se habla de su familia, de su hermano o de las distintas relaciones amorosas que ha tenido con famosos.
El tema que sí se aborda es el de los desórdenes alimenticios que tuvo y que le llevaron a recibir críticas por su delgadez extrema.
Trato de no ver las imágenes que suben de mí. Muchas veces tiendo a ser provocada cuando suben una foto mía y se me ve la pancita y la gente empieza a decir que si estoy embarazada. Eso me provocaba ansiedad y dejaba de comer, pero me di cuenta que es mejor verte sana que flaca y enferma”, expresó Taylor en una parte del documental que en algunos momentos arrancó aplausos de la audiencia, como cuando habla de que no le importa lo que piense de ella el presidente Donald Trump luego de que apoyara a dos demócratas de Tennessee.
Con un traje beige a cuadros, Swift habló durante 15 minutos frente a un auditorio que en momentos le aplaudía y gritaba eufóricamente.
La amante de los gatos cerró su presentación al responder que en dónde se encontraban Meredith, Olivia y Benjamin, sus tres felinos que protagonizan muchas de sus historias en sus redes sociales, principalmente en Instagram, en donde tiene 125 millones de seguidores.
Están sentados en la última fila, allá arriba. No, no es cierto, no están aquí, lo siento. Me gustaría que estuvieran aquí, sin embargo a ellos no les importa nada de lo que hago y a pesar de eso, les amo. Ellos son la detective Olivia Benson, la doctora Meredith Grey y Benjamin Button, los amores de mi vida”, remató Swift para despedirse de la gente ondeando su mano y mandando besos.