Denuncia la Sociedad Organizada por Sudcalifornia (S.O.S), falta de reglamentación y “mano dura” de la autoridad
Cabo San Lucas (CSL), Baja California Sur.- A mediados del año 2019, el estado de Baja California Sur se sumó a la lista de entidades federativas que promovieron y aprobaron a través del Congreso del Estado la llamada “Ley Desplastifícate”, que prohíbe la distribución gratuita de bolsas de plástico y envases de unicel.
Al parecer, lejos de ayudar al medio ambiente, esta disposición oficial ha sido todo un “dolor de cabeza” para el consumidor, prácticamente obligado a comprar bolsas re utilizables de mala calidad, y para los pequeños comerciantes, un incremento en los costos por el precio de dispensables biodegradables; para quienes optaron por seguir con la distribución de plásticos, no pasa nada, pues no hay un reglamento vigente que sancione y supervise el otorgamiento de plásticos y uniceles.
Sobre el tema, platicó el activista radicado en el municipio de Los Cabos, Armando Sánchez presidente de Sociedad Organizada por Sudcalifornia (S.O.S), quien recalcó la urgencia de que el gobierno refuerce la vigilancia de la ley antes descrita.
“No se está aplicando como se debe porque le faltan muchas partes que son los complementos de toda ley que tienen que ver con sus reglamentos de operación, y tiene que ver con la manera de implementar las sanciones a quienes no la cumplan. Pero es una medida parcial porque finalmente no está enfocada a remediar el tema de la basura; y por otro lado no se está aplicando todos los candados para que se deje de utilizar las bolsas de plástico”, dijo el ambientalista.
“Es una parte nada más del problema, la otra parte son los envases de grandes corporativos que no tienen la intención de reciclar realmente nada del material que ellos mismos producen y no se les fuerza a cumplir con una medida de reciclaje”, abundó Armando Sánchez.
Mientras tanto, aseveró que Los Cabos sigue llenándose de basura doméstica por el deficiente servicio público de recolección, lo que le costará, en un futuro “un costo alto” en el prestigio y reconocimiento del destino turístico.
“Definitivamente son cosas que se resuelven a medias y por resolver así, “mal se resuelve” y no se obtienen los resultados y el problema continúa; más que nada es una simulación porque en los hechos el ciudadano no está viendo los resultados que se esperaban. [...] Nos estamos inundando en basura, el municipio estamos bastante sucios por la mala operación de los Servicios Públicos; el municipio no se caracteriza por ser uno de los lugares que pudiera presumir una política de sustentabilidad y todo esto a la larga nos va aumentar el costo de prestigio y reconocimiento”, afirmó el presidente de SOS.