Una de las características del actual gobierno federal que encabeza Andrés Manuel López Obrador es una intolerancia enfermiza que se caracteriza por no tolerar la mínima crítica y cuestionamiento a las decisiones cargadas de negligencia y constantes pifias que poco a poco a más de un año, ha quedado cada día más clara la ineptitud e ineficiencia de funcionarios improvisados por la mal llamada cuarta transformación.

El caso más claro es este tema de la salud pública que pone otra vez de manifiesto la insensibilidad y estupidez de un gobierno que tienen hoy por hoy a la población bajo el riesgo de no obtener ni siquiera los mínimos servicios que hasta el año pasado recibía, sobre todo los más vulnerables.

La ciudadanía que recibía atención médica a través del llamado Seguro Popular y que no tienen claro que va a pasar con el tema de la salud pública de nuestro país.

No es casual que los mandatarios estatales en su mayoría del PAN hayan expresado su malestar respecto al INSABI.

Así que el actual gobierno federal emanado de Morena que cuestionó y cuestionó con el tono más álgido posible las políticas de gobiernos anteriores, ahora resulta más intolerante que muchos de los exmandatarios emanados del tricolor y que fueron precisamente señalados de no permitir la crítica.

El gobierno de López Obrador intenta a toda costa maquillar y hasta eliminar loa s señalamientos la serie de errores cometidos en muchas de las decisiones presidenciales con el burdo intento de hacer creer a la comunidad que todo obedece a una campaña de los detractores del gobierno morenista.

Morena, sus aliados y sobre todo el presidente López Obrador no aceptan ningún cuestionamiento y por encima de ello, azuzan a sus seguidores a cuestionar a ciegas a todo aquel crítico del gobierno federal.

Las cosas en el gobierno federal, no van bien y eso es cada día más evidente.

Quizás tengan que suceder situaciones más graves que las registradas hasta ahora para que muchos de los aún seguidores de AMLO se decepcionen, como ya ha sucedido con un considerable número de ciudadanos que ya tienen claro que este gobierno no es para nada, lo que se ofreció en campaña.

Nadie espera que a un gobierno del nivel que sea le vaya mal.

Es claro que si las decisiones gubernamentales son acertadas, la población en general se beneficia.

Pero por la misma razón, las decisiones erradas, las cada vez más evidentes negligencias del actual gobierno, propicia como principales afectados precisamente a los ciudadanos.

Vamos a ver cuáles el resultado y el balance final de no contar con reglas claras en materia de salud pública federal en el que por desgracia muchos mexicanos tengan que pagar el costo de aberración gubernamental, con su propia vida.

Por supuesto está claro que para López Obrador y sus representantes en general, eso es lo que menos les importa.

Ya veremos qué sucede.