• Plagado de contradicciones y falacias el deshonesto proyecto del representante de AMLO en BCS, Víctor Castro Cosío • Además de la falta de unidad intergrupal, está el trago amargo que representa el tener que contar ahora entre sus filas con quienes fueron históricamente sus adversarios • La lista cada vez más grande y una fila cada vez más larga de exfuncionarios priistas que esperan con la mano extendida desde hace más de un año el cobrar a la mal llamada cuarta trasformación la traición a su exjefe Peña Nieto y ahora una de sus principales funciones es armar ataques contra muchos de los más románticos morenistas
Una de las características que
distingue a muchos de los actuales protagónico morenistas y fieles seguidores
de Andrés Manuel López Obrador y de su representante en la entidad, el dizque
superdelegado Víctor Castro Cosío, es el conflicto personal que les representa
a algunos el querer erigirse como puritanos de la izquierda y a otros el tratar
de borrar al mismo tiempo sus connotados anteriores esfuerzos políticos
dirigidos justamente contra lo que ahora dicen defender.
Además, la ceguera política,
el autoengaño y el deseo inmenso de poder político es en gran medida lo que
mueve a quienes defienden la propuesta de Castro Cosío, “el puchas” y por lo
que su alabadores son conocidos como “puchistas”.
Así que el “distinguido” grupo
político que apoya los desesperantes esfuerzos de Castro Cosío por ser el
candidato de Morena a la gubernatura en el 2021, está integrado por aquel
puñado de profesores ex izquierdistas que su mayor esfuerzo político consistió
en exigir a las afueras del palacio de gobierno estatal, en aquellos años, que
se les diera un trato de acuerdo a sus condiciones.
Siempre negociaron y al
hacerlo, por supuesto llegaron al acuerdo básico de retirarse a ese esos
plantones en donde literalmente acampaban en la explanada de palacio de
gobierno estatal hasta obtener algún tipo de beneficio.
Eso su sumó a la histórica
toma de las instalaciones de la sección tercera del SNTE, agrupación a la que
siempre han atacado aún a pesar de recibir los beneficios que esta organización
en su momento ha logrado para el gremio magisterial.
Por supuesto ese puñado de
profesores otrora izquierdistas que, digamos son el voto duro de “El Puchas”,
se han transformado ahora en un burdo, obcecado y ambicioso grupo que busca a
toda costa, (como en los tiempos de aquellos plantones), obtener el mayor
beneficio posible, directo y personal de las posiciones que ahora ocupan luego
del triunfo de Morena en el proceso electoral pasado.
Por desgracia para ellos,
existe un conflicto aún más grave.
Además de la falta de unidad
intergrupal, está el trago amargo que representa el tener que contar ahora
entre sus filas con quienes fueron históricamente sus adversarios, quienes a su
vez intentan a toda costa borrar de la memoria colectiva estatal aquellas
épicas batallas contra izquierdistas que ahora, mañana, tarde y noche tratan en
conjunto de armar un proyecto por la gubernatura.
Así que ¿cómo se le antoja a
usted amable lector pensar que puede salir una propuesta congruente, madura y
sobre todo benéfica para la población de la conformación de un híbrido absurdo
que pretende erigirse con banderas de pureza política y que prácticamente todos
los días intentan verle la cara a la población?
Los anteriores adversarios con
supuestas antagónicas posturas, ahora resultan ser los más aguerridos
defensores del mentiroso proyecto de Castro Cosío.
Los puritanos e incorruptibles
políticos de ayer que apoyaron a López Obrador para lograr la mal llamada
cuarta transformación, ahora hacen planes juntos, comparten el pan y la sal.
Vaya hasta hacen aportaciones económicas con tal de lograr alguna posición.
¿Y qué podemos decir de esa
lista cada vez más grande y una fila cada vez más larga de exfuncionarios
priistas que esperan con la mano extendida desde hace más de un año el cobrar a
la mal llamada cuarta trasformación la traición a su exjefe Peña Nieto y que
ahora una de sus principales funciones es armar ataques contra muchos de los
más románticos morenistas?
Así que el agua y el aceite
mezclados con Castro Cosío, la ex derecha con la ex izquierda no les impide
darse golpes de pecho mientras pretenden promover un proyecto político a la
gubernatura sin pies ni cabeza, pero eso sí con una sarta de mentiras que
buscan cubrir con un falso manto de honestidad política que ya no engaña a
nadie.
Por supuesto el cinismo de
muchos de estos actores políticos es definitivamente hasta enfermizo por ello a
la comunidad en general no le será difícil detectar que este proyecto pretende
jugarles el dedo en la boca una vez más.
¿No le arece así amable
lector?