• Con cursos, talleres y diplomados, diversificarán sus fuentes de ingreso; pretenden conseguir 2 millones de pesos
CIUDAD DE MÉXICO.
Con “promesas de vientos
buenos” que los lleven a un mejor puerto este año, aunque sin disipar por
completo los “negros nubarrones de quiebra y cierre” que los envolvieron en
2019 por falta de presupuesto, la Fundación Elena Poniatowska Amor A.C. reanuda
sus actividades con optimismo y la meta de diversificar sus fuentes de ingreso,
por lo que proyectan conseguir unos dos millones de pesos a
partir de diplomados, cursos y talleres.
“Buscamos autogenerar
recursos, que esto funcione, por lo que estamos poniendo todo de nuestra parte.
Vamos bien. Siempre con falta de recursos, tanto materiales como intelectuales.
Pero este año pinta que nos van a apoyar más. Aunque no hay que echar las
campanas al aire antes de tiempo”, afirma Felipe Haro Poniatowski.
En entrevista con Excélsior, el director de la fundación e hijo de
la escritora Elena Poniatowska, en cuyo honor se inauguró esta
iniciativa el 14 de junio de 2018, aclara que ya no quieren depender sólo del
sector público, por esto buscan otros sistemas de financiamiento, planean
firmar convenios de trabajo con la iniciativa privada y motivar a la sociedad
con una buena oferta cultural.
“Creemos que la sociedad puede apoyar este
proyecto. Esperamos más apoyo. No estoy comprometiendo a nadie. Pero hay
promesas y buenas intenciones tanto de empresarios, instituciones educativas y
los gobiernos capitalino y federal. Parece que hay esperanza”, comenta.
El promotor cultural ratifica que la
fundación tiene una necesidad de cinco millones de pesos anuales para realizar
su misión de manera óptima, que es preservar y difundir la obra, el archivo y
el legado de la novelista, cuentista y cronista mexicana de origen francés.
Establecida en la colonia Escandón, en un
inmueble otorgado en comodato por el gobierno federal, la fundación recibió el
año pasado un millón de pesos de la Secretaría de Cultura capitalina, a cargo
de José Alfonso Suárez del Real; pero este 2020 no se ha firmado ningún
convenio.
“La esperanza es renovar el millón. Hay
compromiso de ambos lados. Nuestro trabajo se ve en redes sociales, habla por
nosotros. Hemos tenido acercamientos con Suárez del Real. Es un hombre
preocupado genuinamente por la cultura. Pero entendemos que no puede sacar de
su bolsillo.
También hemos tenido pláticas en la
Secretaría de Cultura federal. Aún no tenemos fecha para firmar convenios. Pero
espero que entre febrero y marzo aterricemos algunos. También con la iniciativa
privada”, agrega.
El periodista añade que está satisfecho con
lo que han hecho hasta ahora. “Pero este primer año y medio ha sido difícil,
con muchos retos; de inicio real, porque no teníamos ni techo ni sustento.
Nadie que nos conozca puede decir que no estamos trabajando. Esperamos que
valoren nuestra labor. Pero soy como Santo Tomás, hasta no meter los dedos en
la llaga y ver, no creer”. indica.
Felipe Haro explica que están trabajando en
cárceles, dando cursos, “porque el de los presos es uno de los primeros grupos
marginados de la sociedad. Elena siempre ha trabajado con marginados, por eso
nos interesan. También estamos en pláticas para trabajar en las fronteras con
los migrantes, en algo siempre relacionado con la cultura, darles talleres de
pintura, guion, literatura, fotografía”.
Destaca que entre las actividades en las cárceles y los talleres en la
fundación organizan unos 20 eventos mensuales. “Hemos donado más de cuatro
mil libros. Hemos trabajado con el archivo de Elena, catalogando fotografías.
Acabamos de encontrar casi cuatro mil fotos hechas por la escritora Rosa
Nissán. Estamos viendo cómo digitalizar parte de los escritos y cartas de mi
mamá”, apunta.
Por su parte, Ulises Castellanos, director académico y de actividades,
asegura que han organizado unos 40 eventos para
los siguientes meses, entre conferencias, presentaciones de libros, talleres y
diplomados de temas como periodismo, literatura y grupos vulnerables.
“Después del bache en el que caímos el año
pasado, pues cerramos durante un mes, hemos diversificado las fuentes de
ingreso de la fundación. En 2019 preveíamos estar vinculados sólo con temas de
gobierno y hoy nos hemos diversificado. Aprendimos la lección”, dice.
Especifica que, a pesar de ser un grupo
pequeño, laboran ocho personas en la fundación. “Al iniciar 2019 se contaba con
un total de 12 mil 629 imágenes inventariadas en alta resolución. Cerramos el
año con 25 mil 102, logrando así un incremento de 98%, es decir, 12 mil 473
imágenes más”.
Adelanta que buscan amarrar presupuesto para llevar a cabo un encuentro
de periodismo
cultural en Los Pinos, que después se lleve a otros
estados del país y se invite a comunicadores internacionales.
La escritora Elena Poniatowska narra que está
contenta con este resurgimiento de la fundación. “Sobrevive. Felipe ha luchado
mucho por que así sea. Yo tengo poco que ver con las actividades. Sólo voy a
presentar libros cuando ellos me lo piden. Pero creo que vamos por buen
camino”.