La Paz, Baja California Sur. Tras el anuncio de la aprobación de diversos proyectos hidráulicos para La Paz y Los Cabos, entre los que se cuenta la construcción de una planta desalinizadora en cada municipio, el consultor en gestión integral del agua Miguel Ángel Montoya opinó que esta solución a la escasez de agua en Baja California Sur (BCS) podría derivar en más problemas que soluciones, debido a la contaminación que generarían.

El Gobierno de México autorizó para La Paz recursos por 1,170 millones de pesos y para Los Cabos una inversión de y 891 millones de pesos para concluir el proyecto de las desalinizadoras en un plazo de hasta 2 años. Sin embargo, Miguel Ángel Montoya advierte que estas plantas son proyectos que presentan ciertas dificultades para su desarrollo, pues los costos son elevados y no son tan “nobles” con el medio ambiente. 

“En zonas con estrés hídrico o con régimen de precipitación pluvial bajo, una desaladora no resuelve el tema y quizá puede agravar [la contaminación] por el manejo de la salmuera”, comentó el consultor, quien detalló que dicha salmuera “va a dar al Mar de Cortés”, lo que, “por la estructura dinámica de las corrientes marinas, afecta la composición del mar y a las especies marinas en el Golfo de California”.

En lugar de dichos proyectos, opina Miguel Ángel Montoya, podría considerarse la recarga artificial de pozos o la inversión en organismos operadores municipales para hacer más eficiente el tratamiento del agua. No obstante, reconoce que tales opciones son remotas debido a que las desalinizadoras son “un gran negocio”.

Es importante destacar que la inversión del Gobierno de México en BCS también incluye 1,000 millones de pesos para el mejoramiento integral de los Organismos Operadores de los Sistemas Municipales de Agua Potable en La Paz y Los Cabos, que consiste en reemplazo de equipos, automatización de pozos y optimización de tomas de lecturas.