• El martes la eslovena Dalila Jakupovic tuvo que abandonar el partido tras sufrir violentas crisis de tos debido al humo de los incendios en Australia
Melbourne. "No se puede dejar pasar esto"... La
polémica crecía este jueves en Melbourne entre los tenistas que se vieron
obligados a disputar las calificaciones del Open de Australia, con un aire que
se hacía irrespirable, debido al humo de los incendios que asolan el sudeste
del país.
Célebre como una de las ciudades más
agradables para vivir del planeta, la capital del estado de Victoria ha sido
estos días, sobre todo el martes, una de la más contaminadas del planeta.
Las autoridades municipales habían hablado de
condiciones "peligrosas" debido al humo, aconsejando a los habitantes
"permanecer en el interior de las casas con puertas y ventanas
cerradas".
Pero los organizadores de la primera etapa
del Grand Slam del año eligieron, sin embargo, mantener las calificaciones en
el programa.
El martes, la eslovena Dalila Jakupovic tuvo
que abandonar en pleno partido tras haber sufrido violentas crisis de tos en la
pista. Y varios jugadores necesitaron inhaladores para aliviar los problemas
respiratorios.
"Cuando más pienso en las condiciones en
la que jugamos hace algunos días, más rabia me da", escribió este jueves
en Twitter el británico Liam Broady, afirmando que "muchos" jugadores
habían tomado medicamentos contra el asma, cuando nunca antes habían sufrido
esta enfermedad.
El miércoles, las tormentas que cayeron,
permitieron disipar los humos nocivos y las calificaciones continuaron este
jueves sin incidentes.
"Tortazo en la cara"
Pero el mal está hecho, según Broady, 234º
jugador mundial, cuyo enfado no remite dos días después de haber sido eliminado
por el bielorruso Ilya Ivashka.
El británico fustigó el email de la ATP y de
los organizadores del Abierto de Australia justificando su decisión de que se
jugaran los partidos.
"El email que hemos recibido (el
miércoles) era como un tortazo en la cara ¿se daban las condiciones para jugar?
¿eran sanas?", se preguntó el británico de 26 años.
"El día que jugué los habitantes de
Melbourne habían recibido la consigna de guardar a sus animales en el interior.
Y se esperaba de nosotros que realizáramos fuera un esfuerzo físico de gran
intensidad", añadió.
"¿Qué debemos hacer para crear un
sindicato de jugadores? ¿Dónde está la protección de los jugadores, tanto de
hombres como de mujeres?", concluyó.
Eliminado por el miércoles por el austríaco
Dennis Novak, cuando la calidad del aire había mejorado pero seguía siendo
mala, el alemán Dustin Brown parece ir en el mismo sentido que Broady.
"En 35 años es la primera vez que he
tenido que utilizar un spray contra el asma para que me ayudara a respirar
mejor", escribió.
"No lo dejaremos pasar", advirtió
por su parte en Twitter el canadiense Vasek Pospisil, 146º de la ATP.
La luxemburguesa Mandy Minella, 140ª jugadora
mundial, afirmó estar "sorprendida" de que los partidos se hubieran
disputado.
El patrón del Abierto de Australia, Craig
Tiley, rechazó las críticas afirmando que la decisión de jugar había sido
tomada tras consultas con expertos.
Las estrellas del tenis no se vieron
afectadas, efectuando la mayoría sus entrenamientos en el Rod Laver Arena con
el techo cerrado. Y ninguno de los grandes nombres de este deporte protestó por
el hecho de que las calificaciones se desarrollaran en el exterior con un aire
contaminado.
"Hemos dejado pasar durante las giras
muchas cosas que no van bien. Pero hay un momento en el que hay que decir las
cosas", estimó Liam Broady. "Todos los jugadores deben ser protegidos
y no solo algunos", añadió el británico.