• Salvar el fuego, título ganador del Premio Alfaguara 2020, recrea las voces de un México dividido y corrupto; la novela será publicada en marzo de manera simultánea en 20 países de habla hispana
CIUDAD DE MÉXICO.
Rabia y miedo. Para el escritor y cineasta Guillermo Arriaga, la
sociedad mexicana se debate entre estos dos sentimientos: un país donde
cohabitan la violencia y el amor, la desigualdad y el arte, los intelectuales y
los homicidas, cuyos habitantes necesitan dialogar para redefinirlo, llegar a
un acuerdo.
“Hay clases
sociales en las que prevalece la rabia, porque se les han cerrado las
oportunidades a millones de mexicanos. Y otro estrato social tiene miedo de que
lo asesinen, lo secuestren, lo roben. La distribución de la riqueza ha sido
injusta. Son dos Méxicos contrastados”, afirma el narrador mexicano en
entrevista.
En medio del
desierto, pegado a la frontera, el comunicólogo y maestro en Historia por la
Universidad Iberoamericana recibió ayer la noticia de que su novela Salvar el fuego, que recrea las distintas voces de ese
México dividido y corrupto, fue la ganadora, de entre 602 manuscritos, del
Premio Alfaguara 2020, dotado con 175 mil dólares, una escultura de Martín
Chirino y la publicación de la obra en marzo.
“No creo que la
polarización beneficie al país. No todos los mexicanos vivimos obsesionados con
la dicotomía entre el PRIAN y no PRIAN. Hay gente que estamos más allá de eso y
nos cansa el discurso de ‘ustedes’, ustedes quiénes. Ya sabemos que hay una
clase depredadora, pero el país no es así. Éste es más vasto que el ‘ustedes’ y
‘nosotros’”, comentó después de participar en una videoconferencia que enlazó
las sedes de Alfaguara en España y América Latina.
Presentada con el
título El león detrás del cristal y bajo el seudónimo de
Isabella Montini, Salvar el fuego fue definida como
“una novela polifónica que narra una historia de violencia en el México
contemporáneo, donde el amor y la redención aún son posibles”.
En el acta leída por el escritor mexicano Juan Villoro, quien presidió
el jurado, se destacó que “el autor se sirve de una fuerza visual como de la
recreación y reinvención del lenguaje coloquial para lograr una obra de
inquietante verosimilitud. Los distintos planos narrativos tienen como hilo
conductor el cuerpo humano, motivo de celebración y expuesto a numerosos
excesos”.
Villoro añadió, como opinión propia, que este título narra “la historia
de un asesino múltiple que va a dar a la cárcel. El microcosmos carcelario es
una sociedad en sí misma, y es una metáfora, donde imperan las mismas
desigualdades y esperanzas. Una coreógrafa en cuyo arte algo falta, la
esencia, entra en contacto con una vida directa, salvaje, animal”.
Arriaga, autor de
los guiones de películas como Amores perros, 21 gramos y Babel, admite que lo
vital en la novela ganadora de la edición 23 del Alfaguara es su apuesta por la
fortaleza interna del ser humano.
“Mis personajes,
en casi todo lo que hago, van en una dirección y las circunstancias los empujan
hacia otra; pero se enderezan y regresan al rumbo original. Se trata del deseo,
la voluntad de hacer lo que crees. El espíritu de decisión dice ‘yo puedo’. Eso
es lo que elogio”, explica.
EL AMOR SALVA
El autor de las
novelas Escuadrón Guillotina (1991), Un dulce olor a muerte (1994), El búfalo de la noche (1999) y El salvaje (2016) piensa que el amor determina la vida
de sus personajes.
“Es una historia
de amor profunda y completamente improbable. Creo en el amor en todas sus manifestaciones:
filial, paternal, romántico, a las mascotas. No hay mayor alternativa para el
ser humano que el amor. Es la fuerza que termina por salvar el tejido social,
sobre todo en sociedades que están tan desgastadas como la mexicana”.
Es una obra compleja,
asegura. “Mantener la diferencia de tonos en cada una de las voces narrativas
conlleva su dificultad. El trabajo del lenguaje fue muy importante. Sí le he
chingado. Mezclo caló chilango y norteño con spanglish. Lo que quiero
decir es que podemos entendernos todos”.
Quien se define como un contador de historias, que no se deja guiar por
la imagen, como muchos suponen, “una palabra también dice más que mil
imágenes”, se siente afortunado. “He escrito sobre los temas y he hecho las
obras que he querido, vivo de lo que me gusta y no me he vendido, no he
concedido”, confiesa.
El autor del guion
de Los tres entierros de Melquiades Estrada”, que recibió el
premio al mejor guion en el Festival de Cannes en 2005, indica que el título
de Salvar el fuego viene de un epígrafe de Jean Cocteau,
en que le preguntan que si se quemara el Museo del Louvre qué salvaría y éste
responde que al fuego. “Los personajes hacen una reflexión de lo que significa
el fuego.
“La vida es una
serie de circunstancias caóticas. En qué medida somos nosotros y en qué medida
nuestras circunstancias. En mi obra siempre es el individuo el que termina por
superar las circunstancias”, concluye.
Arriaga, cuya obra está traducida a 18 idiomas, adelanta que confeccionó
esta novela durante cuatro años y medio, ahora prepara la producción de una
película que dirigirán sus hijos Marina y Santiago.
“Se llama A cielo abierto y está basada en la obra original de
la trilogía que incluye Amores perros y 21 gramos. La escribí en 1994, pero vendí los derechos por
mucho tiempo y ahora los recuperé.
“Nació a raíz de
que tuve un accidente en carretera, me dormí y caímos en un barranco. Despertar
me hizo reflexionar sobre la vida y escribí tres cintas que empiezan con
accidentes. La idea no es superar a nadie, sino contar una historia que le
llegue a la gente”, apunta.
Salvar el fuego, a cuya promoción se dedicará todo el año, llegará
a las librerías de todos los países hispanohablantes en marzo próximo.