• INSABI: sin rumbo
Lo escribí en estas mismas
páginas apenas la semana anterior, --y debo reiterarlo--, que la puesta
en marcha del Instituto de Salud para el Bienestar (INSABI) es una medida
plausible y que merece el reconocimiento de toda la población mexicana hacia el
presidente Andrés Manuel López Obrador. Simplemente porque da como hecho la
universalidad de la prestación del servicio.
Sin embargo hoy que retomo el
tema para ampliarlo, diré que –al menos por el momento— no deja de ser
solamente un programa cargado de muy buenas intenciones. Aun sin rumbo. Y todo
se debe a la toma de decisiones a la ligera. Ya que si no fuera por eso, todo
saldría a la perfección. Y le diré por qué.
Porque antes de anunciar la
puesta en operación del INSABI, debieron haber analizado primero la gran
problemática que existe en el sector salud. Necesidades muy extensas y las
cuales tienen que ver con insuficiencia en medicamentos, instrumental, material
de sutura quirúrgica, y la falta de camas, suficientes para hospitalizar,
además de la insuficiencia para aplicar las hemodiálisis.
Por otro lado no existe la
cantidad suficiente de Médicos Especialistas para cubrir toda la demanda. Lo
que obliga a que las citas con especialistas se agenden por espacio de meses,
en tanto las cirugías se programan igualmente por meses.
Se espera entonces que esta
falta de organización previa a la puesta en operación del INSABI, provoque un
gran caos, lo que milagrosamente no se ha ocasionado dado la paciencia que ha
tenido la derechohabiencia.
Se cumplió la forma, mas no el
fondo, como las modificaciones a la Ley General de Salud y la Ley de
Instituciones Nacionales de Salud por los Diputados, que ahora establece: “las
personas que se encuentren en el país y que no cuenten con seguridad social
tienen derecho a recibir de forma gratuita la prestación de servicios públicos
de salud, medicamentos y demás insumos asociados, al momento de requerir la
atención”, y que: “la protección a la salud será garantizada por el Estado bajo
criterios de universalidad e igualdad, y deberá generar las condiciones que
permitan brindar el acceso gratuito al servicio, que será progresivo, efectivo,
oportuno, de calidad y sin discriminación, incluidas intervenciones
quirúrgicas, farmacéuticos y hospitalarios”.
Pero ha habido exabruptos y
desinformación, lo que aún no es reconocido ni por el presidente, ni por los
legisladores ni tampoco por el titular de la Secretaria de Salud Jorge Alcocer,
en tanto que a través de un escueto comunicado el nuevo titular de INSABI
Juan Antonio Ferrer, explica que para acceder a los servicios gratuitos
del Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi), las personas sin seguridad
social deberán presentar los siguientes documentos: la Clave Única de Registro
de Población (CURP), la credencial del INE o su acta de nacimiento.
Añade que los servicios
incluyen análisis, estudios, diagnósticos clínicos y medicamentos gratuitos,
además de intervenciones quirúrgicas y hospitalización, si es necesario. Y que
el sistema de salud pública mexicano se compone de dos tipos de atención; a las
personas sin seguridad social y a los derechohabientes. Y que en el primer
caso, recibirán la atención en centros de salud, en centros de salud con
servicios ampliados (CESSA), Unidades Médicas del IMSS Bienestar, Unidades de
Especialidades Médicas (UNEMES) y en hospitales rurales, comunitarios y
generales.
Dice también que “para obtener
los servicios del Insabi las personas ya no necesitan afiliarse ni tienen que
pagar cuotas de ningún tipo y recibirán todos los medicamentos gratuitos, así
como análisis, estudios y diagnósticos clínicos, intervenciones quirúrgicas y
hospitalización sin costo alguno si el padecimiento lo amerita”.
Pero los enfermos han ido de
la seca a la meca. De tumbo en tumbo, y por tanto aquí salta uno de los más
graves problemas, al preguntar: ¿Cuál es la opinión de toda aquella población
que durante tantos años pagó el servicio, en tanto que con las manos en la
cintura se presentan miles y miles de personas; que jamás pagaron y hoy llegan
a disponer del servicio?
La realidad es que si no se
contrata más personal: médicos, enfermeras, residentes, especialistas,
asistentes médicos, auxiliares de enfermería, fisioterapeutas, jefes de
enlace, mensajeros, trabajadoras sociales, encargados de documentación y
otros, sin descuidar la adquisición de ambulancias y choferes, esto no va a
funcionar, y vendrá el caos.
Porque si no se programa y no
hay previsión, habrá una sobresaturación por demanda del servicio en Clínicas y
Hospitales, y al final de cuentas, nadie recibirá una buena atención.
Porque la realidad actual es
que los derechohabientes del IMSS y el ISSSTE sufren un tormento con el
pésimo servicio que brindan estas instituciones, en tanto a los
derechohabientes quincena con quincena se les descuenta el mal servicio médico
que reciben, entonces, ¿cómo se pretende atender a un número mayor?.
·
SUMARIO
Por cierto, hace bien el
gobernador Carlos Mendoza Davis en decir que “No es prudente politizar el tema
de la salud”. Y es que se trata de un tema tan sensible que de cualquier manera
conlleva vida, pero también muerte. Añade que “nuestra prioridad es una
atención eficiente, suficiente y oportuna de los paciente”. Luego apunta que
“la salud es prioridad para el @GobBCS, y por ello, en tanto el INSABI no garantice
un servicio oportuno y suficiente, los hospitales y centros de salud estatales
tienen mi instrucción para que sigan brindando atención a l@s sudcalifornian@s,
como se venía haciendo”. E incluso advierte: “vienen tiempos difíciles en
salud”. Y aclara: “Porque la salud de l@s sudcalifornian@s es primero,
modernizamos y rehabilitamos las instalaciones del #CREE, en #LaPaz, para que
los pacientes reciban sus terapias con oportunidad y con la mayor calidad
posible. #BCSViveYaUnMejorFuturo”. Y respecto al nuevo organigrama explica:
“dado que el INSABI actualmente no garantiza un servicio oportuno, profesional
y suficiente, di instrucciones a hospitales estatales y centros de salud para
que, conforme a su plantilla y recursos, sigan atendiendo a l@s sudcalifornian@s
como se venía haciendo, sin afectación alguna”. Y le asiste la razón cuando
dice: “La falta de reglas de operación para la prestación de servicios de salud
a la población sin seguridad social, es la principal limitante que enfrenta
#BCS y el resto de las entidades desde la reforma a la Ley General en la
materia”. Debo añadir aquí, que presumiblemente son 8 los gobernadores que se
oponen al INSABI, entre otros: el de Aguascalientes, Jalisco, Querétaro,
Guanajuato, y Nuevo León, que se niegan a desaparecer el Seguro Popular;
al igual de el de BCS. Y no todos pertenecen a Acción Nacional, conste.