• Ordena juez que el ex gobernador de Veracruz continúe en prisión. En el acuerdo, que su familia saldría del país y su esposa no sería perseguida.
Ciudad de México. Javier Duarte de Ochoa, ex gobernador de
Veracruz, debe permanecer encarcelado, ya que no han variado las condiciones
económicas y materiales que dieron origen a que se decretara prisión preventiva
justificada ante la posibilidad de que pudiera evadirse si se le concedía la
modificación de las medidas cautelares, determinó el juez federal Juan Carlos Ramírez
Benítez.
En una audiencia de casi ocho horas, el
juzgador analizó la petición presentada por la defensa de Duarte, con la que
pretendía que a su cliente se le concediera prisión domiciliaria. De su condena
de nueve años, ya ha purgado tres y solamente le restaría año y medio más para
pedir que se le otorguen beneficios sustitutivos de la pena.
El juez federal con sede en el Reclusorio
Norte resolvió que Duarte debe continuar en prisión justificada, esto es,
encarcelado en ese centro penitenciario, y desechó los argumentos de la defensa
del ex mandatario veracruzano, entre ellos que en este momento no posee un solo
inmueble y que no tiene cuentas bancarias.
Estableció que era inviable que se
garantizara su estancia en prisión domiciliaria, luego de informar que ya había
pactado la renta de un departamento por el que se pagarían 25 mil pesos
mensuales, ya que ello significa que cuenta con el apoyo financiero de amigos y
familiares, por lo que consideró que se mantienen las condiciones de una
posible evasión.
Durante la audiencia, el juez también rechazó
la supuesta existencia de un pacto de Duarte con el gobierno de Enrique Peña
Nieto para que el ex gobernador pidiera licencia a su cargo, abandonara el país
y ya no se actuara contra su familia.
Duarte ya fue sentenciado a nueve años de
prisión tras declararse culpable de los delitos de operaciones con recursos de
procedencia ilícita y asociación delictuosa; sin embargo, la defensa del ex
funcionario busca que se revise la condena.
Afirma que actuó por institucionalidad
Ayer, a lo largo de las primeras cinco horas
de audiencia, Duarte aseguró que por lealtad e institucionalidad política fue
que en octubre de 2016 solicitó licencia al cargo de gobernador, ya que,
afirmó, el entonces presidente Peña Nieto, a través del secretario de
Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, le indicó que dejara su puesto.
La versión del ex mandatario veracruzano fue
que parte del acuerdo al que llegó con Osorio Chong fue que también le
avisarían el momento en que debería ponerse a resguardo (huir) y dónde
permanecer oculto, hasta que se le indicara el momento y condiciones de su
entrega.
Duarte dijo en la audiencia que una vez que
se ocultó en Guatemala se llevó a cabo una reunión en la Secretaría de
Gobernación, donde participaron integrantes de esa dependencia, de la Unidad de
Inteligencia Financiera y de la entonces Procuraduría General de la República
(PGR), con los que su defensa acordó que su retorno a México se haría mediante
un procedimiento de extradición, y que su familia saldría del país y acabaría
la persecución en contra de su esposa.
Aseguró que su huida de México fue un acto
de institucionalidad siguiendo las indicaciones que a través del
entonces secretario de Gobernación le hizo el presidente Peña Nieto, ya que Miguel
Ángel Yunes acordó con el mandatario que Duarte pediría licencia para tener una
transferencia tersa de poderes en el estado de Veracruz.
Dijo que viajó por tierra hasta Chiapas y que
cruzó a Guatemala en una balsa, como lo hacen los migrantes, y se internó hasta
la capital guatemalteca.
Además, el ex gobernador señaló que haberse
ocultado formó parte de su estrategia de defensa y siguiendo indicaciones.
En tanto, los representantes del Ministerio
Público señalaron que Duarte ha mentido y que no existió ningún pacto con
integrantes del gobierno y por ello se libró la orden de aprehensión en su
contra y se le enjuició y condenó.