Morena no logró convencer al resto de los partidos de renunciar al 50% del financiamiento de los miles de millones de pesos que se entregan cada año a las instituciones políticas. Aunque el PES ya no existe y no recibe financiamiento, la bancada que lleva esas siglas propuso desaparecer por completo esa figura.
Ciudad de México.- El monto de más de 5 mil 239 millones de pesos a los partidos para 2020 quedará intacto luego de que Morena no logró convencer a sus aliados PT y PVEM, así como a la oposición, de respaldar una reforma para reducir a la mitad el financiamiento público.
En una discusión que se limitó a una ronda de oradores en favor y en contra de la iniciativa, Tatiana Clouthier resaltó que el sistema de partidos perdió legitimidad por la desconexión con la realidad de miles de mexicanos y, antes de la votación, planteó que disminuir la carga económica que representa la actividad política sería el mejor regalo de Navidad para la gente.
“Definitivamente creo en los milagros. Mi padre (Manuel Clouthier del Rincón) decía que ‘los milagros sí existían, que el de arriba siempre ponía su parte cuando los mexicanos nos decidimos a dar el paso’. Los invito a que hoy den el paso”, insistió.
Sin embargo, en la que es hasta ahora la votación más alta de la legislatura –sólo faltaron 19 legisladores–, la modificación al artículo 41 de la Carta Magna que propuso Morena no logró la mayoría calificada que exige un cambio constitucional, por lo que el dictamen se desechó.
En el tablero se reflejó el interés de cada bancada por obtener todos los votos necesarios para defender su postura: Morena y PES sumaron 274 en favor, frente a 207 en contra de PAN, PRI, PRD, PVEM, PT y MC.
Aunque el PES ya no existe y no recibe financiamiento, la bancada que lleva esas siglas propuso desaparecer por completo esa figura. Viene a ofrecer lo que no tienen, le cuestionaron.
La oposición sostuvo que Morena planteó la reforma para diluir el sistema de partidos y mantenerse como fuerza política dominante.
En ese sentido, la vicepresidenta de la mesa directiva, Dulce María Sauri (PRI), sostuvo que la reforma pretendía un sistema de partido debilitado, desdibujado, mucho más cercano a un movimiento que a un partido político. ¿Les suena?
Sostuvo que Morena intenta transformar su movimiento en un partido con padrón de militantes y estructura orgánica, pero que ha tropezado con la realidad de las dificultades para configurar una fuerza políticamente estable que cumpla con la legislación político electoral.
Anadió: “este dictamen representaría, de ser aprobado, el primer paso hacia morenizar el sistema de partidos en el país. Si Morena no puede cumplir la norma y transformarse, entonces quiere volver movimiento a los otros”.
El PT, uno de los principales aliados de Morena y que refrendó su respaldo al presidente Andrés Manuel López Obrador, presentó una propuesta de reducir el financiamiento en 60 por ciento y que el restante se distribuyera equitativamente entre todas las fuerzas políticas.
En nombre de esa bancada, Gerardo Fernández Noroña calificó de verdadera necedad la insistencia de Morena en mermar el financiamiento a los partidos, e incluso consideró un suicidio político, una irresponsabilidad, una cobardía intentar ese recorte.
Jesús Falomir (MC) atribuyó la intención de la reforma a una estrategia del coordinador de Morena, Mario Delgado, para que el Presidente lo designe dirigente de su partido. Que no engañe ni sea oportunista.
Delgado, quien confiaba en que con la reforma se cerraría con broche de oro el periodo de sesiones, respondió: la política debe cambiar, y para ello tenemos que detener el despilfarro de recursos públicos, y también debe terminar la hipocresía. Hoy les llegó el día, ¿están a favor o no?”