• Complicado cierre del 2019 para Morena producto de un ejercicio de gobierno federal fallido que se ve reflejado en una labor cada vez más desesperante del superdelegado, Víctor Castro Cosío • Morena como el viejo tricolor con reconocidas mañas, trampas, mayoriteo en las cámaras de diputados y senadores y por supuesto el de las constantes imposiciones • La decepción hacia estos morenistas avanza y parece que nadie podrá frenar este inexorable camino hacia el desencanto de los ciudadanos, futuros electores en el 2021
A punto está ya de terminar
este 2019 y las fricciones al interior de Morena siguen cada vez más fuertes,
al punto de que ya se cuestiona la posibilidad real de que se mantenga en el
poder que ahora ostenta este partido por lo que es cada día más obvia la
complicación de impulsar solo la figura del superdelegado Víctor Castro Cosío
por la candidatura a gobernador.
Esta división morenista que es
reflejo de lo que de igual manera sucede a nivel nacional en este organismo, es
producto de un ejercicio de gobierno federal fallido que se ve reflejado en una
labor cada vez más desesperante por parte del llamado superdelegado, que no ha
podido sacar a flote su responsabilidad como funcionario precisamente por estar
más enfocado en tratar de generar (por cierto, sin éxito), simpatía personal
entre la población.
Resulta francamente muy
complicado que con actitudes altaneras, prepotentes así como intolerantes de
quienes están cerca de Castro Cosío pretendan alcanzar una mayor presencia
social.
La comunidad en general conoce
muy bien a quienes ahora se ostentan como funcionarios de la mal llamada 4T que
definitivamente han resultado toda una decepción.
Suponer que a pesar de ello,
obtendrán el voto mayoritario de la comunidad, no solo resulta iluso.
Es definitivamente una burla
para la población que en la elección del 2018 creyó en sus falsas promesas.
La sarta de mentiras y
evidentes intentos de vernos la cara a la población por parte de los
principales representantes de la Cuarta Transformación, que van desde su figura
principal, el presidente Andrés Manuel López Obrador, hasta los acérrimos
defensores del proyecto también llamado “puchista”, trastocan ya la confianza de
la ciudadanía.
Salir a la calle a decir que
estamos mejor que antes con un crecimiento económico de tasa “cero”, con una
inseguridad galopante que ahora hasta se registran asesinatos cerca del Palacio
Nacional en la Ciudad de México, la violación de la ley para forzar el
nombramiento de la nueva presidenta de la CNDH, la morenista Rosario Piedra,
magistrados a modo, y un etcétera enorme, es absurdo, solo nos hacen recodar al
PRI de antaño.
Y Cómo no recodar al viejo
tricolor con reconocidas mañas, trampas, mayoriteo en las cámaras de diputados
y senadores y por supuesto el de las constantes imposiciones muy al estilo de
lo que ahora se observa entre los morenistas.
Siempre se supo que para poder
afectar con éxito la carrera política de un priista se requería de otro
priista. Hoy la historia se repite entre los morenistas quienes tienen como
principales adversarios a sus propios compañeros de partido.
¿Se acuerda usted de aquellas
famosas frases “arriba y adelante”, “la solución somos todos”, “La renovación
moral”, “que hable México”, ”bienestar para tu familia”, y el más reciente de
Enrique Peña, “mi compromiso es contigo”, quedaron solo en expresiones
propagandísticas para lograr el voto.
Así de la misma manera se suma
la rimbombante frase “Cuarta Transformación”, misma que como las que
mencionamos de otros sexenios, ya quedó en ello en una expresión proselitista
más, sirvió para captar sufragios, pero hoy está muy lejos de la realidad.
Por ello a punto casi de
terminar este histórico y complicado 2019, el balance para nuestro país con el
nuevo gobierno federal que apenas acaba de cumplir su primer año, no es nada
halagador por lo que aquí en la entidad será muy complicado para los
representantes de Morena como Víctor Castro y algunos de sus desacreditados
seguidores, poder convencer a la población de que son portadores de buenas
noticias y factor de avance para los sudcalifornianos.
Vale decir que la decepción
hacia estos morenistas avanza y parece que nadie podrá frenar este inexorable
camino hacia el desencanto de los ciudadanos, futuros electores en el 2021.
¿No le parece así amable
lector?