• La fundadora del grupo Las Patronas reveló que el número de migrantes alimentados y ayudados por Las Patronas disminuye cada vez más
Guadalajara. Todo comenzó con una petición desesperada
que les movió el sentimiento a dos mujeres campesinas que en 1995 pasaban cerca
de las vías del tren: “Madre, tenemos hambre, danos el pan y la leche”,
gritaron varios migrantes que viajaban como podían montados en “La Bestia”
cuando el tren carguero pasaba por la comunidad de La Patrona, municipio de
Amatlán de los Reyes, Veracruz.
“Al
ver ese tren que pasaba siempre lleno de jóvenes hambrientos, al escuchar ese
grito, optamos por regalar el pan y la leche que llevábamos, sin pensar que eso
les cambiaría la vida no sólo a ellos sino a nosotros”, recordó 24 años
después, invitada por la Feria Internacional del Libro (FIL), Norma Romero
Vázquez, fundadora del grupo Las Patronas que desde entonces se dedica a apoyar
a los migrantes que pasan por esa comunidad.
Al
participar en el seminario “Paz: visiones, estrategias, luchas”, bajo el tema
“En nuestra mesa no existen los muros. Las Patronas y el compromiso
humanitario” organizado por el Centro de Estudios Latinoamericanos Avanzados
(CALAS), Norma Romero detalló que jamás se cuestionaron si esos migrantes era
buenos o malos, sólo “vimos que tenían hambre” y así nació este singular grupo
humanitario, de forma espontánea.
“Esas
mujeres campesinas que éramos, después salimos a buscar más información, porque
sentíamos el dolor de los demás, de hermanos que luchan por salir adelante. Así
poco a poco nos informamos sobre derechos humanos, crecimos, instalamos un
albergue, comenzamos también a dar atención médica”, contó Romero.
También
reveló que el número de migrantes alimentados y ayudados por Las Patronas
disminuye cada vez más, pues mientras en 2010 eran ayudadas unas 800 personas
diarias que viajaban en tres trenes, en 2014 fueron de 400 a 500 personas y
actualmente, con la militarización de las fronteras el número es de 150 a 200
migrantes.
Aún
así, dijo, es imperiosa la necesidad de ayudar a quienes viajan de esa manera
por el país, aportar en lo posible para así evitar que más vidas se pierdan en
el camino hacia Estados Unidos, así como acoger a los migrantes
centroamericanos en albergues y alimentarlos.
La
activista invitó a la sociedad a que en su lugar de residencia participe
ayudando en esta causa con ropa, zapatos, mochilas y víveres. Y quienes quieran
ayudar directamente a Las Patronas pueden escribir al correo electrónico lapatrona.laesperanza@gmail.com o comunicarse vía Twitter con @meraspatronas
El
académico Joachim Michael, especialista en literatura y cultura audiovisual iberoamericanas
también presente en la charla, destacó que “Las Patronas” es una iniciativa de
mujeres que superan las restricciones patriarcales e imponen un horizonte de
posibilidades.