En La Paz, mientras el OOMSAPAS cuenta con 5 millones 374 mil 519 m3 de agua al año para toda la población, los bancos poseen 1.9 millones de m3
La Paz, Baja California Sur.- Datos del Registro Público de Derechos de Agua (Repda) muestran que en Baja California Sur (BCS) se ha concesionado el aprovechamiento anual de un millón 917 mil 602 metros cúbicos (m3) de agua, lo que es igual a mil 917 millones 602 mil litros, a bancos nacionales y extranjeros, algunos de ellos con acciones en la bolsa de valores de Wall Street. El director local de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), Israel Camacho Gastélum, dice que esa cantidad de agua concesionada es muy poca y “no pinta así como para decir que se están adueñando de un valor estratégico”.
“Yo creo que no llega al punto cero cero uno de la cantidad de agua de esos bancos con respecto al agua disponible para los diferentes usos”, dijo Israel Camacho. “A lo mejor son alarmantes los nombres, los números de títulos, pero si sacamos ya los datos de metros cúbicos por segundo o al año, no pintan así como para decir que se están adueñando de un valor estratégico”.
En La Paz, el Hong Kong Shangai Banking (HSBC) posee derechos sobre el agua por lo menos desde 2002, fecha en que adquiere, a través del ya inexistente Grupo Financiero Bital, 400 m3 anuales de agua provenientes del acuífero San Bartolo, bajo el título 01BCS104921/06CPGE02. A partir de ese momento, se hace de 2 concesiones para el acuífero Plutarco Elías Calles, por aprovechamientos de 300 y 50 mil m3, titulados como 01BCS105285/03CLDL07 y 01BCS105320/03IPDL11 respectivamente. Asimismo, consigue derechos para descargar 5 mil 184 m3 de aguas negras al día, siendo un campo golf el área receptora. Por otra parte, a Pinnacle Asset Management, empresa con sede en Nueva York que funge como asesor privado de inversiones, es decir un banco, y que está registrada en la Comisión de Bolsa y Valores de esa ciudad, Wall Street, en 2006 la Conagua le otorgó derechos de aprovechamiento por 10 mil m3 del acuífero conocido como Cañada Honda, con título 01BCS105123/03APDL10.
En cuanto a los nacionales, Banco Mercantil del Norte, mejor conocido como Banorte, siguió los pasos de la competencia y agenció apenas este año, 2019, una concesión de 2 mil m3 anuales en el acuífero El Pescadero, que lleva el folio 01BCS157171/03IPDL18. Sin embargo, quien se ha llevado la mayor tajada del pastel ha sido Banco Invex, grupo empresarial que opera en Ciudad de México, Monterrey, Guadalajara, Querétaro, Mérida, Veracruz, Torreón y Miami, con una concesión de aprovechamiento de un millón de m3, adquirida en el 2006, para el acuífero de Todos Santos (01BCS105122/03IMGE06).
Sólo en La Paz, estos bancos tienen el derecho de aprovechar anualmente un millón 62 mil 700 m3 de agua, algo significativo si se observa que, para toda la población de la capital sudcaliforniana existente y por venir, el Organismo Operador Municipal del Sistema de Agua Potable, Alcantarillado y Saneamiento (OOMSAPAS) cuenta con 5 millones 374 mil 519 m3. Es decir, los bancos tienen un 19 por ciento de la cantidad de agua que tiene OOMSAPAS para la población.
En el caso de Los Cabos, Grupo Financiero Banamex, de Cirigroup, en 1994 logró derechos sobre 8 mil 65 metros cuadrados (m2) de zona federal en el Arroyo Salto Seco (01BCS100029/06EDDL18). Más tarde, en 2001, consiguió derecho de aprovechamiento de 127 mil 750 m3 del acuífero Cabo San Lucas (01BCS104763/06IMDL10), y en 2010 regresó sobre más terreno en Salto Seco y adquirió 328.5 m2 extra (01BCS105958/06EDDL10). Grupo Santander poseería una de las sesiones de derecho más antiguas, pues consiguió el derecho de aprovechamiento de mil m3 de agua, en el acuífero de Santiago, en el año 1996 (1BCS101431/06CMGE96).
Lo mismo Banco Internacional, institución bancaria privada establecida en Ecuador, que ese año obtuvo derechos de aprovechamiento por 30 mil m3 al año en el acuífero Cabo Pulmo (1BCS101638/06EMGE96). Por su parte, HSBC también puso temprano la mirada en Los Cabos, incluso antes que en La Paz, pues en 1997 se hizo de mil 460 m3 del acuífero de Cabo Pulmo (01BCS102171/06EMDL17). En 2008 llega a tierras cabeñas el banco J.P. Morgan para hacerse de los derechos de 693 mil 792 m3 de agua al año, en el acuífero Cabo San Lucas (01BCS105404/06EMDL08), y 2 años más tarde de 60 mil 889 m2 de superficie federal pertenecientes al arroyo El Diablo (01BCS105860/06EDDL09). Por su parte, Scotiabank Inverlat, en el año 2009 pagó por el derecho de explotación de 900 m3 de agua del acuífero Cabo Pulmo (01BCS105469/06CPDL08); mientras que, en 2014, Banco Invex compró permisos para el uso de 2 mil 144 m2 de zona federal, en el arroyo San Carlos 1 y 2.
Así, vemos que, en Los Cabos, al menos 854 mil 902 m3 de agua están concesionados para el uso de grupos bancarios año con año. El OOMSPAS de Los Cabos tiene concesiones por 18 millones 375 mil m3 al año. Es decir que, comparado con el agua destinada a la ciudadanía, las concesiones de los bancos son un 4.65 por ciento de lo que tiene el OOMSAPAS.
Camacho Gastélum aseguró que “con el nuevo gobierno se ha clasificado, por nuestro presidente Andrés Manuel López Obrador, esta zona de México como de necesidad estratégica y primaria por lo que es el agua”, al recordar que “Baja California Sur, por las condiciones geográficas, topográficas, y el posicionamiento también de la latitud y altitud, marca que es la zona de menos disponibilidad de agua de todo el país”.
Es por ello que, como director local de la Conagua, consideró que se deben “instrumentar políticas públicas, dirigidas por el hombre, para aprovechar las condiciones de la naturaleza y aprovechar esa agua”, iniciando por aumentar la eficiencia de los OOMSAPAS, pues “sí tenemos cobertura de agua potable en un 93 por ciento, hay tubería y agua casi en el 92 por ciento (sic) de las viviendas, pero la eficiencia es del 33 por ciento. O sea, nomás el 33 por ciento goza de agua los 365 días al año”.
Por último, el funcionario reconoció que “la ley le da prioridad al agua público-urbana para servicio humano, y la misma ley públicamente ampara para remitir volúmenes de agua de otros usos, como la agricultura, ganadería, industria, para uso portable, para satisfacer las necesidades primarias”, pero esto es sólo la ley, dejó ver, pues “tiene que aplicarse” para que sea efectiva: “intrínsecamente, la ley, si nadie la promueve, la reclama, la aplica, pues está inerte”.