• Un año de gobierno. El énfasis, en la ayuda a adultos mayores
Ciudad de México
El gobierno del
presidente Andrés Manuel López Obrador dio un viraje a la política social al
eliminar intermediarios y entregar de forma directa los apoyos monetarios con
tarjetas. Ahora hay énfasis en la ayuda a los habitantes de 68 años en
adelante, para lo cual se destinó 214 por ciento más recursos que el último año
del sexenio pasado, al pasar de 35 mil millones de pesos en 2018 a 110 mil
millones este año.
La pensión para cada adulto mayor aumentó más de 100 por ciento, al
pasar de mil 160 pesos bimestrales a 2 mil 550, y se incluyó a quienes tienen
seguridad social. Había 5.1 millones de personas afiliadas hasta el final del
sexenio pasado, y ahora son 8 millones. La meta son 8.8 millones de personas de
más de 68 años en general, y a partir de 65 años en el caso de indígenas.
Durante los primeros meses del año hubo retrasos en las entregas, pero
se normalizaron después del primer semestre.
El gobierno busca garantizar en
la Constitución los apoyos para los mexicanos con menos recursos y más
vulnerables, como los adultos mayores y la población con discapacidad permanente.
Para ello envió una iniciativa a la Cámara de Diputados, con lo que
difícilmente otro gobierno los cancelaría.
Hay tres programas básicos en la
Secretaría de Bienestar, que este año concentraron la mayor cantidad de
recursos, y en 2020 tendrán 171 mil millones de pesos de los 181 mil millones
asignados a la dependencia (78 mil millones más que en 2018): la Pensión para
el Bienestar de los Adultos Mayores, a la que se dieron 129 mil millones de
pesos; Sembrando Vida, con 28 mil millones, y la Pensión para el Bienestar de
las Personas con Discapacidad Permanente, con 14 mil millones de pesos. Estos
dos últimos fueron creados en la actual administración.
Debido a este cambio en la
política social desapareció Prospera, el principal programa de los cuatro
sexenios pasados. Con este plan de transferencias condicionadas se entregaban
apoyos a las madres al comprobarse la asistencia de los niños a las escuelas y
centros de salud. Las vocales del programa operaban como intermediarias en las
localidades y las beneficiarias se quejaban de que se les obligaba a hacer
limpieza en escuelas, clínicas y a trabajar en los comedores comunitarios. Este
año se convirtió en la Coordinación Nacional de Becas para el Bienestar Benito
Juárez y pasó a la Secretaría de Educación Pública.
Otro cambio se dio en el programa
de estancias infantiles, creado hace 13 años durante el gobierno de Felipe
Calderón. En 2018 había 9 mil guarderías afiliadas, a las cuales se daba el
apoyo por cada niño que atendían. En el presupuesto 2019 se les asignaron 2 mil
millones de pesos, la mitad de un año antes, y se desataron las protestas. El
gobierno determinó cancelar el plan con el argumento de que se hacían cobros
indebidos a los padres, había malversación de recursos y que detrás de las manifestaciones
estaba el Partido Acción Nacional.
Se convirtió en Apoyo para el
Bienestar de las Niñas y Niños, Hijos de Madres Trabajadoras, con lo cual los
recursos dejaron de entregarse a las estancias y se otorgan en forma directa a
cada padre por cada niño de hasta cuatro años. Hasta septiembre pasado sumaban
186 mil menores afiliados.
También se cancelaron los
comedores comunitarios, creados en el sexenio pasado. En 2018 había 5 mil 565
locales, de los cuales 2 mil se ubicaron en el estado de México y mil 200 en
Guerrero. Asimismo, desapareció el Programa de Jornaleros Agrícolas, y el de
empleo temporal se transformó en el de bienestar de las personas en emergencia
social o natural.