• Asegurar que fue la propia oficina diplomática la que en noviembre solicitó esa protección
Ante las acusaciones que el gobierno de
facto de Bolivia hizo contra México por distorsionar la
verdad respecto de la fuerte presencia policial en las inmediaciones de la
embajada mexicana y asegurar que fue la propia oficina diplomática la que en
noviembre solicitó esa protección, la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE)
aclaró que una cosa es garantizar la seguridad y otra es hostigar.
El subsecretario para América Latina y el
Caribe, Maximiliano Reyes Zúñiga, precisó que el asedio de personal civil,
militar y policiaco en la sede diplomática y la residencia oficial no obedece a
la solicitud que hizo México a la cancillería boliviana sobre reforzar la
vigilancia a causa de las manifestaciones que en ese momento se presentaban.
En un mensaje a medios, explicó que el
despliegue excesivo de efectivos se da a partir del pasado lunes, cuando ya
habían cesado esas expresiones ante las oficinas de la representación de
México.
El diferendo entre México y Bolivia alcanzó
ayer niveles de denostación, luego que Jorge Tuto Quiroga,
ex presidente de esa nación sudamericana (2001-2002) y una de las cabezas
visible del golpe de Estado y de los intereses de Washington en ese país, atacó
al presidente Andrés Manuel López Obrador, a quien llamó cobarde
matoncito.
Ante esto, el presidente de la Suprema Corte
de Justicia de la Nación, Arturo Zaldívar, manifestó su apoyo total al
mandatario federal y pidió la unidad de los mexicanos ante este hecho.
Por su parte, el director general de
Organismos y Mecanismos Regionales Americanos, Efraín Guadarrama Pérez, afirmó
en redes sociales que las distintas autoridades bolivianas caen en
contradicciones al querer justificar su hostigamiento hacia la embajada.
Informó que la reunión solicitada para ayer
por la cancillería con la encargada de negocios de la embajada de Bolivia fue
cancelada por el gobierno de facto de ese país.
Ayer por la mañana, el Ministerio de
Relaciones Exteriores de Bolivia expuso en un comunicado que “la Subsecretaría
para Latinoamérica y el Caribe de la cancillería mexicana y su embajada
acreditada (…) han tergiversado y distorsionado la verdad respecto de las
medidas de seguridad en dicha embajada”.
Además, se reivindicó como un país respetuoso
de la Convención de Viena sobre relaciones diplomáticas, y por ello jamás
violará la inmunidad de un recinto diplomático ni la investidura de un
diplomático, sea cual fuere el país de que se trate.
Sin embargo también acusó a la subsecretaría
mexicana de objetar de manera desafiante las decisiones del Ministerio
Público de Bolivia, con relación al pedido que hizo el gobierno de
facto de entrega de los asilados que tienen órdenes de
aprehensión por la supuesta comisión de delitos comunes, entre los que se
encuentran Juan Ramón Quintana, Antonia Wilma Alanoca, Sergio Daniel Martínez
Beltrán, Víctor Vázquez y Nicolás Laguna, que se encuentran en la embajada.
Ante tales señalamientos desde La Paz, un par
de horas más tarde el subsecretario Reyes Zúñiga convocó a la prensa y reiteró
la posición de México sobre la tradición de asilo, y nuevamente denunció la
persistencia del hostigamiento.
Llamó a la canciller Karen Longaric a abrir
un canal de comunicación directo y la invitó a reunirse en un país
geográficamente intermedio.
En respuesta vía Twitter de la cancillería de
Bolivia, Longaric aceptó reunirse con la diplomacia mexicana, pero aclaró que
estaría dispuesta a dialogar sólo con el secretario de Relaciones Exteriores,
Marcelo Ebrard Casaubon.
El consultor jurídico de la SRE Alejandro
Celorio ratificó que México recurrirá a la Corte Internacional de Justicia
(CIJ) y primero solicitará medidas provisionales para evitar que nadie
ingrese a nuestra sede diplomática sin razón.
Sobre la decisión de acudir a la CIJ, Jorge Tuto Quiroga
arremetió públicamente contra el presidente Andrés Manuel López Obrador. En un
video publicado en redes sociales empleó calificativos
como matoncito y sinvergüenza contra el mandatario.
Creo que el señor López Obrador, este cínico,
sinvergüenza, se pasó de bellaco con Bolivia porque ha confundido nuestro
respeto, nuestra deferencia con cobardía, y es bueno que no se equivoque, que
no venga a matonear a la segunda presidenta de la historia de Bolivia, Jeanine
Áñez, dijo.
Mientras, el ministro de Gobierno, Arturo
Murillo, indicó que Bolivia recibió como un ataque la decisión de
llevar el asunto a la CIJ. Allá nos veremos, con mucho gusto y veremos
quiénes han violado los tratados, indicó.
Por la noche, a través de una nota
informativa, la cancillería puntualizó que la embajada mexicana solicitó a las
autoridades de Bolivia apoyo para garantizar la seguridad del recinto debido a
las protestas y clima social que atraviesa el país. Sin embargo, el operativo
policiaco está fuera de toda proporción y ha generado el efecto
contrario, convirtiéndose en una amenaza.
Contrario a lo estipulado en la Convención de
Viena, automóviles de la oficina diplomática han sido esculcados y registrados
por agentes bolivianos. Además, los operativos incluyen vigilancia las 24 horas;
los policías siguen a funcionarios mexicanos que dejan los inmuebles.
Ante los ataques a México y al presidente
López Obrador, el canciller Ebrard llamó a la unidad nacional.