• La defensa de los derechos de las mujeres siempre se ha incluido en la agenda del encuentro editorial, aclaró Marisol Schulz
Guadalajara, Jal., La Feria Internacional de Libro (FIL) de
Guadalajara es un espacio con larga tradición de apertura al diálogo y respeto
a todas las ideas, sostiene Marisol Schulz, directora del encuentro editorial.
En
entrevista con La Jornada explica que si bien ninguna de las
organizadoras del performance Un violador en tu camino le ha
informado acerca de los planes de montarlo este viernes dentro del recinto
ferial, ‘‘nuestra reacción es: adelante, siempre y cuando no haya violencia y
en el entendido de que no la estamos convocando nosotros”.
La
FIL ‘‘no es reactiva, es propositiva”, añade al explicar que la atención que se
ha dado a una denuncia por acoso en el encuentro se debe a que ‘‘hay una ética
universitaria (pues la feria es organizada por la Universidad de Guadalajara)
ynos han asesorado los propios maestros que supuestamente tendrían que cumplir
con esa ética,al igual que los trabajadores universitarios.
‘‘Este
año ha habido una ola de denuncias sobre acoso, muy ciertas, pero la FIL ha
tenido estos temas en su agenda desde hace mucho tiempo, no es de ahora, es
decir, no nos estamos subiendo a la ola; no es que reaccionamos al tema.
‘‘El
año pasado en que se hablaba del #MeToo hicimos un foro; tenemos el premio Sor
Juana, que es sólo para mujeres, cuya entrega ahora se pospuso porque la autora
ganadora, María Gainza, tiene a su hija enferma. Vendrá a recibirlo en otro
momento, cuando pueda viajar.”
La
directora de la FIL aclara que el recinto donde se encuentran es privado (la
Expo Guadalajara), ‘‘lo estamos subarrendando y en la medida que cualquier
actividad provoque inseguridad o un tema de violencia no podemos permitirla,
porque vienen miles de niños y Protección Civil nos indica una serie de normas.
‘‘Pero
poniendo cuidado, hemos tenido manifestaciones aquí, como el primer año de la
desaparición de los estudiantes de Ayotzinapa, cuando recibimos una protesta de
los familiares, sin problemas.
‘‘En
sus momentos de más ocupación, en la Expo hay hasta 30 mil personas, y una
estampida o un problema de seguridad sería tremendo, pero nuestro compromiso de
seguridad es igual de fuerte que el de apertura y el permitir todos los puntos
de vista, siempre y cuando no haya provocaciones de violencia”, insiste.
Ninguna instrucción para impedir los pañuelos
verdes
Para este viernes, apunta Schulz, ‘‘tenemos chicos de
control de público que son estudiantes que nos van a ayudar si ocurre el performance
Un violador en tu camino; formaremos un cerco como lo hicimos
ante grupos de Palestina que se manifestaron cuando Israel fue invitado de
honor” de la FIL.
Confirma
que ella no dio ninguna instrucción para impedir la entrada a la Expo
Guadalajara de los pañuelos verdes que simbolizan la lucha feminista. Fue una
decisión personal de una de las mujeres policías que vigilan la entrada.
‘‘El
criterio, lamentablemente de algunas de nuestras personas de seguridad, es muy
cortito. No sé quién les dijo que el pañuelo verde era peligroso; me sorprende.
Perdón, pero tenemos cuerpos de seguridad en el país que no están bien
preparados.
‘‘Muchos
de mis colaboradores usan el pañuelo verde, yo no por precaución, porque
también hay gente del bando contrario que quiere venir a hablar, y no quiero
generar una confrontación”.
El acoso, atroz en cualquier lugar del mundo
Fue durante un acto en el cual se encontraba la directora
de la FIL se encontraba cuando un profesor acosó a una estudiante.
Schulz
narra que estaba hablando del libro de Carlos Fuentes, ‘‘cuando por fortuna la
chica dijo lo que sucedía; mandamos traer a los del módulo especializado en
acoso y la asesoraron.
‘‘Se
le logró quitar el celular al hombre, que resultó ser un maestro; tenía 20
minutos de grabación de la joven, sin su autorización. Es atroz que suceda eso,
en cualquier lugar del mundo.
‘‘Hablé
con la chica, estaba llorando, la abracé y le dije: ‘esta feria no permite esas
situaciones’, que la íbamos a acompañar y apoyar. También le dije que no
permitiera que ese suceso le arruinara la vida.
‘‘Lo
bueno de esta ola feminista es que ya no estamos para quedarnos calladas”.
Schulz reiteró que el ambiente en la feria editorial ha sido muy propicio para
hablar del gran movimiento feminista que bulle en el mundo, ‘‘como siempre, la
FIL está abierta a todas las posturas, al diálogo incluso entre ideas
contrarias”.
Respecto
de la afluencia de visitantes, ‘‘hay mucho más que el año pasado y los editores
nos han dicho que llevan 40 por ciento más de ventas que en 2018.
‘‘El
ánimo está maravilloso, no ha habido nada grave que lamentar. Este viernes y
hasta que concluya la FIL esperamos que todo continúe bien.”