Reconoció ocupar simultáneamente consejera de la CEDH y presidenta del Sistema Estatal Anticorrupción: “No soy funcionaria pública, ambos son cargos ciudadanos”
La Paz, Baja California Sur.- Carmen Cristina Ortuño Villaseñor, presidenta del Sistema Estatal Anticorrupción (SEA) y consejera de la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH), advirtió que su reputación como activista fue lesionada al ser señalada de “fraude a la ley” por su contraloría interna, sin facultades para investigarla.
Esto después de que el contralor de la CEDH, Adrián Sergio Cuesta Romero, llevó a cabo la investigación “Expediente Disciplinario 01/2019” en un informe de 124 fojas, emitido el 24 de septiembre del presente año con un dictamen señalándola de ocupar dos cargos incompatibles.
Tras una queja de Francisco Javier Lozoya del Pino, profesor investigador de la Universidad Autónoma de Baja California Sur (UABCS), quien ha interpuesto recursos jurídicos por considerar irregular la conformación de este órgano ciudadano.
Cristina Ortuño señaló para Diario El Independiente no tener carácter de “funcionaria pública”, para lo cual exhibió la opinión jurídica CG/CA/884/2019 emitida por el coordinador de Anticorrupción de la Contraloría General del Estado (CGE), Edgar Armenta González Rubio.
En ella, Armenta González Rubio advierte que ambos cargos la acreditan como una “ciudadana de probidad y prestigio” y no como servidora pública, de acuerdo a los estatutos de cada uno de estos órganos; dijo que su relación laboral con el Sistema Estatal Anticorrupción es mediante un contrato de prestación de servicios por honorarios.
Por su parte, Carmen Cristina Ortuño Villaseñor, aseguró que permanecerá en ambos cargos hasta la culminación legal de los mismos, además señaló contar con una estrategia jurídica en curso sobre la cual dijo no poder abundar.
“Lo más importante, prioritario, esencial es que no soy funcionaria pública. Estoy en los 2 lugares porque son comités ciudadanos, tratando de aportar saberes de buena voluntad”, dijo.
Señaló que el contralor interno de la CEDH, Adrián Sergio Cuesta Romero, se extralimitó en sus funciones al investigarla a pesar de que en su resolutivo reconoce “no ser competente para abordar el tema”.
“Un mal ejercicio del contralor interno de la CEDH. De hecho, no existía este órgano interno de control y como consejo pedimos que se instaurara, eso me mata de risa, porque fue como un balazo en el pie”, dijo Ortuño Villaseñor.
“La primera investigación es a mi salud. Mira qué cosa […] Le concedo el beneficio de la duda al contralor, se le fueron las patas, pero no se vale (sic)”, expuso.
Aseguró no tener conocimiento de alguna irregularidad por presidir el Sistema Estatal Anticorrupción, ni en ninguna otra conducta en su ejercicio como ciudadana participativa.
“Ya me hubieran dicho o si he hecho algo en la comisión, que digamos, apuntara hacia eso. Ya me hubieran aplicado el mismo consejo, cuestionamiento y la sanción debida, el consejo es el único capaz de correrme”, advirtió.
Expuso que la incompetencia de Cuesta Romero, sumada al discurso crítico de Lozoya del Pino en contra del SEA, perjudicaron su imagen debido a que el profesor no fue seleccionado como integrante del Comité de Participación Ciudadana (CPC), cuando fue candidato.
Reveló haber sido notificada por primera vez de este “expediente disciplinario” por medio de la prensa, a través de una nota publicada por Diario El Independiente, sobre el citado resolutivo de la contraloría interna.
“Me enteré por ti, nadie me convocó, empezando por ahí. Como dicen los abogados, no hubo apego al debido proceso si te están investigando en aras de lo que sea… A mí nadie me preguntó. Fíjese que no, este es mi contrato y me pagan honorarios como asesora”, señaló.
“¿De dónde sale la molestia? El señor participó, no quedó, se amparó, le aclararon y ya […] quizá hubo omisiones, cosas que pudieron estar mejor, esos fueron sus señalamientos, se corrigieron cosas, se dio respuesta a sus cuestionamientos y ya”, expuso.
Dijo que la Comisión de Selección deberá “aprender a hacerlo mejor la próxima” y quienes participen “aprender de esta experiencia para no meter la pata”, pero dijo que en esta primera edición del SEA “mala leche no ha habido”.
“Ya me acusó, me juzgó, me condenó, me quemó públicamente y de nada, porque no tiene razón. Qué feo que se usen las leyes para eso. Soy activista, yo nada más quería andar en bici”, finalizó.