• ¡Estos diputados…!... Usureros
Es del dominio público que los
Usureros, todos esos que van por allí saturando con su nefasta propaganda de
prestamistas los postes de las calles, muy bien camuflageados como las águras y
los buitres, vuelan bajo en los cielos de sudcalifornia. Y lo hacen, no
para atacar la carroña como lo hacen estas aves para quitarse el hambre, sino
para de ser posible, saciarse con la sangre inocente de los seres
vivos.
Así es. Llámense prestamistas,
empresas financieras, casas de empeño, Etc., pero todos y todas han permanecido
y siguen permaneciendo insertos en una muy larga lista de ventajistas usureros,
lamentablemente ante la complacencia de legisladores y legisladoras
locales quienes no han levantado su dedo para señalar, criticar o censurar y al
menos frenar un poco los abusos que aquellos cometen.
Es decir, muy a pesar de saber
(porque lo saben) que estas personas o empresas están abusando reiteradamente,
aprovechándose de la necesidad de muchos, las diputadas y los diputados
prefieren seguir sentados en la curul de la guasa, de la dieta, de la buena
paga, de la vacilada, del aguinaldo, de la “hueva”… del “aquí no pasa nada” y
del importamadrismo, que al fin y al cabo es lo más cómodo.
Y por supuesto que no deja de
ser la postura más cómoda cuando bien lo sabemos, martes con jueves se la pasan
cachetonamente y no hacen absolutamente nada para evitar esos abusos, incluso,
muy a pesar saber que muchos de estos usureros ni siquiera cuentan con el
permiso oficial para esquilmar.
Lamentablemente, la totalidad
de estos agiotistas, --lo hemos observado, como seguramente lo ha
detectado usted también lector-- han tapizado con subliminales
“recaditos” los postes de la ciudad ofreciendo su mezquino “trabajo” sin
importarles si en sus garras puedan caer los jóvenes que aun prestan sus
servicios en las instancias oficiales, o bien si se trata de personas de la
tercera edad quienes hoy apenas medio viven con la pensión que reciben. Porque
simplemente a todos ellos dedican sus “mensajes”.
Otros tantos de estos agiotistas,
han especulado de diversas maneras en ese afán de desarrollar
mejorar esa rapacidad hormiga que practican, especialmente ofreciendo –frente a
sus competidores-- el cobro de menos intereses económicos por sus préstamos.
Pero todos y todas, han hecho y siguen haciendo su modus vivendi de la ambición
y la cicatería, de la ruindad y de la avaricia, abusando de la gente
jodida y lucrando con la necesidad de los más pobres.
Y vale decir que la avaricia
de estos prestamistas no tiene para cuando acabar, pues vale hacer hincapié que
tienen también sus presas cautivas, justamente hacia donde enfocan con
más poder sus baterías; especialmente dentro de las oficinas oficiales,
llámense estatales, federales o municipales, desde donde, al menos
un 90 por ciento de la burocracia ha caído en sus garras y por cuya razón, el
resultado total de lo que les llega en sus cheques, es de apenas unos pesos. Y
todo ante la complacencia de las autoridades que lo permiten, y de los
legisladores que no hacen nada para evitarlo.
Y vamos más allá todavía al
asegurar que estas personas o empresas realizan su “trabajo” incluso sin
importarles los pobres viejos, los débiles, los indefensos. Esos a
quienes precisamente las fuentes oficialistas los definen como
personas vulnerables. Digamos, los jubilados y pensionados o los minusválidos,
a quienes por supuesto que también –los usureros—están dispuestos para
joderlos.
Una carrera pues, con salida
pero sin meta la que emprenden los usureros quienes sin importarles el daño que
puedan causar, solamente van en pos de la utilidad o la ganancia. Repito,
sin importarles nada más.
Agiotistas miserables que han
hecho del “préstamo”, una nueva y fácil manera de estafar, y una de las
mejores formas de participar en la mezquindad. Y quienes en general, han
hecho de esta práctica, reitero, su modus vivendi.
Y a quienes –incluso-- les
vale madre si es un delito la usura en México. Y escribo esto porque según en
el artículo 306, fracción IX del Código Penal, se establece que comete delito
de fraude: "El que valiéndose de la suma ignorancia, notoria
inexperiencia, extrema miseria o necesidad de otro, obtiene de éste ventajas
usurarias por medio de contratos, convenios o documentos mercantiles o
civiles…”.
Peor aun importándoles muy
poco el posible castigo divino, si tomamos en cuenta que ciertamente está
plasmado en la Biblia, cuando Éxodo 22:25 dice: "Cuando prestares dinero a
uno de mi pueblo, al pobre que está contigo, no te portarás con él como
logrero, ni le impondrás usura" (Logrero: Persona que da dinero a logro. O
bien una Persona que procura lucrarse por cualquier medio).
O bien, como se señala
en Levítico: 25:35-37 que a la letra claramente advierte: "Y cuando tu
hermano empobreciere y se acogiere a ti, tú lo ampararás; como forastero y
extranjero vivirá contigo. No tomarás de él usura ni ganancia, sino tendrás
temor de tu Dios, y tu hermano vivirá contigo. No le darás tu dinero, a usura,
ni tus víveres a ganancia". Todo lo cual, según se observa, les vale
un comino.
Y les vale un comino porque no
dejan de ser hematófagos que se comportan y actúan como vampiros, pulgas,
o garrapatas que desangran inocentes. Sino es que comparados con las
sanguijuelas que atacan, abuzan y sangran, como también lo hacen los
zancudos, las pulgas, los piojos, o las chinches.
En síntesis y para acabar de
una vez por todas con este desagradable tema, pareciera que estos prestamistas
tienen mucha similitud con los tábanos, y las ladillas, o si se quiere, son
como esos nocivos bichos que roen los intestinos, hasta de ser posible, matar.
Todo lo cual, --repito--,
lamentablemente les importa muy poco o nada a nuestros flamantes legisladores.
Cuestión de tiempo.