“Yo no tengo la menor duda de que la desalinización del agua puede ser la solución del problema de Los Cabos”, opinó el exgobernador
La Paz, Baja California Sur. El exgobernador Narciso Agúndez Montaño, también exalcalde de Los Cabos, coincidió con el titular de la Secretaría de Turismo, Economía y Sustentabilidad (Setues), Luis Araiza López, al señalar que en Los Cabos “no se puede limitar el crecimiento por falta de agua”, refiriéndose a la instalación de más hoteles y complejos turísticos.
“El agua no puede ser un pretexto para el crecimiento de Los Cabos”, sentenció Agúndez Montaño, quien se ha dicho listo para volver a las boletas electorales en 20201. “Sencillamente, en la ley local, o en el acuerdo del Cabildo, se le exige al hotelero que él produzca su propia agua desalada […], y todos los hoteles tienen, la mayoría, plantas desalinizadoras. ¿Qué pasa? Que el agua potable de Los Cabos es más barata que producir la desalinización y, por eso, muchos agarran el agua del sistema de agua potable y no realmente de la planta desalinizadora”.
El exgobernador dijo, sin embargo, que el desarrollo “se puede planear mejor” si se exige a los desarrolladores invertir en obras de sociales y de vivienda en Los Cabos, tal como ocurrió, afirmó, durante su sexenio (2005-2011).
“Ya Los Cabos está catalogado como un destino turístico exitoso, el que llega ahí llega a hacer negocio, ya no le invierte a lo social, como sucedió en el caso nuestro, que hicimos que los empresarios aportaran una cantidad para pavimentación y urbanización. ¿Hoy qué se puede hacer? Sencillamente que todo empresario que llegue a Los Cabos, y que quiera desarrollar un hotel, se haga corresponsable con la autoridad local de brindarle atención a sus trabajadores, a los suyos”, opinó Narciso Agúndez, quien destacó que por cada cuarto de hotel que se construye en Los Cabos llegan al municipio hasta 4 familias, así que por cada cuarto de hotel es necesario construir 4 viviendas “con agua, luz y drenaje”, aunque “se las cobren vía crédito y vía trabajo” a los empleados.
“Sí se puede seguir desarrollando”, insistió, “yo no tengo la menor duda de que la desalinización del agua puede ser la solución del problema de Los Cabos”. En este sentido, cabe recordar que en Los Cabos se calcula una deficiencia de agua de 500 litros por segundo. El Gobierno de México ha prometido la construcción de una planta desalinizadora, sin embargo sólo ofrecerá 250 litros por segundo.
De acuerdo con datos del Registro Público de Derechos de Agua (Repda), la Comisión Nacional del Agua (Conagua) ha otorgado más de 40 concesiones para el aprovechamiento anual de 9 millones 452 mil 256 metros cúbicos (m3) de aguas nacionales a hoteles y desarrollos turísticos e inmobiliarios en Los Cabos, lo que es igual a 9 mil 452 millones 256 mil litros al año. Las primeras concesiones se entregaron en 1994, mientras que las más reciente se concedió en febrero de este año. Asimismo, cerca de 20 constructoras, proyectos de gran turismo, fraccionamientos y promotoras poseen un millón 120 mil 353 metros cuadrados (m2), es decir poco más de 112 hectáreas (ha), de territorio federal sobre arroyos y otras corrientes de agua. En comparación, el Organismo Operador Municipal del Sistema de Agua Potable, Alcantarillado y Saneamiento (OOMSAPAS) de Los Cabos cuenta sólo con 16 títulos de concesión, de los cuales 10 son destinados a servicios y 6 a uso urbano. El más antiguo fue adquirido el 18 de marzo de 1998 y los más nuevos el 14 de septiembre de 2017.
El World Resources Institute (WRI) estudia el “estrés hídrico” del planeta, esto es el porcentaje que una ciudad, región o país consume del total del agua de la que dispone en un año. Bajo los parámetros del programa “Aqueduct” del WRI, 17 naciones presentan “extremo estrés hídrico'”, es decir que gastan 80 por ciento o más de su agua. Para México el panorama no es alentador, pues el país se ubica en el lugar número 24 de 164 naciones estudiadas, en el rango de “alto estrés hídrico”. De acuerdo con este instituto, los mexicanos consumimos entre el 40 y 80 por ciento de nuestras reservas de agua anualmente y Baja California Sur es la entidad con el mayor grado de “estrés hídrico” de México, por lo que está más cerca al “día cero”, es decir, cuando no cuente con agua en sus reservas.