• El mandatario asaguró que en la CFE "ya no hay transas" y dijo que ya no se entregan contratos por influencia, como antes se hacía
Agencia
En plena conferencia de prensa, el presidente
Andrés Manuel López Obrador sacó un pañuelo blanco en señal del fin de la
corrupción en su gobierno. Un reportero le había preguntado momentos antes su
opinión del resolutivo de la Secretaría de la Función Pública (SFP) favorable
para el director de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), Manuel Bartlett,
tras analizar su declaración patrimonial.
El mandatario opinó que esa conclusión es
legal y moral, y aseveró que el funcionario es atacado por quienes antes eran
potentados y hoy están en desgracia. ¿A ver, ahí (en la CFE) cuáles
transas?, preguntó.
Durante su exposición, en defensa de
Bartlett, integrante de su gabinete ampliado, el Presidente se llevó la mano a
la bolsa del pantalón y mostró un lienzo.
Ahora sí traigo pañuelo blanco, pañuelito
blanco, no hay corrupción arriba. Me atrevo a decirlo, a sostenerlo y quiero
que me tapen la boca, a ver. Entonces, no somos iguales, adujo.
Ahora, agregó, “quienes antes mandaban están
pasando por un mal momento y (utilizan) cualquier cosa (como) decir ‘Bartlett
es igual, es lo mismo’. No, pruébenlo”, retó.
Por lo que corresponde a nosotros, el señor
es el director de la CFE. A ver, ahí ¿cuáles son las transas?, ¿los contratos
entregados, como se hacía antes, por influencia?
Mencionó que la denuncia que se presentó (en
la SFP) fue por su desempeño en esta administración y eso es lo que se
resolvió. Luego reiteró una máxima: Quien acusa debe probar, y recordó que
cuando era opositor así se condujo, ya fuera ante episodios como el de la
elección en Tabasco o el asunto del Fobaproa.
También se le preguntó su opinión de las
versiones que mencionan la existencia de empresas propiedad de narcos que
serían avaladas y protegidas por el gobierno en turno, así como del reparto de
despensas navideñas por los grupos criminales.
Eso sí calienta, respondió, en referencia al
punto que menciona de manera reiterada: no somos iguales, y mi gobierno no
tiene nada qué ver con esas organizaciones ni de la delincuencia común ni la de
cuello blanco.
Si bien admitió que puede haber casos
aislados de gente que acepta dádivas de los criminales, aseguró que en general
ya se rechazan los mecanismos de manipulación. Ya no funciona eso, ya el
reparto de migajas, de dádivas, el repartir frijol con gorgojo ya no aplica, la
gente no acepta esas cosas, puede haber casos aislados.
El jefe del Ejecutivo federal señaló que
antes no se hablaba más que de cambios estructurales pero ahora ya no
está de moda la corrupción ni se ve bien a los corruptos y hasta quienes no
creían en los cambios están sorprendidos.
Por ejemplo, reiteró, ahora ya no es tiempo
de protección a las bandas (criminales) ni de la asociación delictuosa.
–¿Y Bartlett?, le preguntó un reportero.
–Sí, pero no tiene responsabilidad…
–¿Pero moralmente?
–No, pero es un asunto legal y moral también.
Una cosa es que caigan mal algunas personas o que tengamos posturas, consideró.
Al final, habló del respeto que tiene por los
procesos políticos en Estados Unidos –en particular del inicio de un proceso de
juicio político en contra del presidente Trump- y manifestó que a México le ha
ido bien tanto con demócratas como con republicanos. Hemos contado con la
colaboración y el respeto del mandatario Trump. Y no es un asunto personal, no
es cómo me trata como Presidente de México, sino cómo trata al país.
Los reporteros seguían pidiendo la palabra
para preguntar de otros temas, como la triangulación de recursos públicos a
empresas vinculadas con Genaro García Luna, pero el mandatario terminó la conferencia.