“En algunas situaciones es muy débil la línea” que separa la violencia obstétrica de la mera apreciación, sugirió Víctor George titular de la secretaria de salud en la entidad
La Paz, Baja California Sur.- Sin ofrecer cifras aproximadas sobre quejas recibidas en 2019 por violencia obstétrica en los servicios de salud del estado, el titular de la Secretaría de Salud (SSA), Víctor George Flores, expresó que “en algunas situaciones es muy débil la línea” que separa la violencia obstétrica de la mera percepción de las pacientes y aseguró que “a veces desconoce el prestador de servicios que está incurriendo en una violencia obstétrica”.
“Muchas veces es percepción”, dijo George Flores a Diario El Independiente, al referirse a las mujeres que denuncian esta clase de violencia cometida en hospitales. “Por ejemplo, a veces, en nuestro común y corriente (sic), a la paciente de cariño se le pude decir ‘madrecita’, y no todo a mundo le va a gustar, por lo que podría traducirse como violencia obstétrica”, anotó.
No obstante, acotó el secretario, “cuando la mujer obviamente tiene sus dolores y, obviamente, la mujer se va a quejar, es cuando el prestador de servicio de ninguna manera la puede regañar por esta situación”. Además, reafirmó que la decisión de las mujeres respecto a ser intervenidas quirúrgicamente, con cualquier fin, debe ser decisión exclusivamente de ellas.
“La interrupción para ya no tener más bebés debe ser bajo un consentimiento informado, previamente, antes del momento de tener su bebé”, ofreció George Flores como ejemplo. “A la mujer se le debe de informar lo que representa y tiene que haber un documento firmado por ella, no por la pareja: porque al final del día es el cuerpo de la mujer y tenemos que ser respetuoso de las decisiones de la mujer”.
El funcionario estatal aseguró que “este año se realizaron dos cursos de capacitación” para dar a conocer al personal operativo “lo que es violencia obstétrica, cómo evitar esta situación y tener el respeto a la mujer que va a tener su bebé a nuestras unidades”.
Cabe recordar que desde 2016 opera la Norma Oficial Mexicana NOM-007-SSA2-2016, “para la atención de la mujer durante el embarazo, parto y puerperio, y de la persona recién nacida”. Esta norma tiene por objeto establecer criterios mínimos para la atención médica de la mujer y es de observancia obligatoria en todo el territorio nacional para el personal de salud. La atención médica que reciban las mujeres en edad reproductiva en los establecimientos para la atención médica, ya sean públicos o privados, debe ser con un enfoque preventivo, educativo, de orientación y consejería.
Cabe recordar que en agosto de 2018 se dio a conocer la muerte de Anahis Chávez, de 30 años de edad, por una supuesta negligencia por parte del área de ginecobstetricia del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) en La Paz, lo que provocó marchas y manifestaciones públicas. Ese mismo mes, se denunció un caso más de presunta violencia obstétrica, esta vez en el Hospital General con Especialidades Juan María de Salvatierra, donde una joven dijo haber sido obligada a someterse a un parto normal, a pesar de tener una cesárea programada, provocándole daños ginecológicos.