• Hubo 211 adecuaciones presupuestarias. La SEP no acreditó que erogara el presupuesto con eficiencia, señala la ASF
Ciudad de México. Aun cuando la reforma educativa fue
considerada una de las prioridades del gobierno de Enrique Peña
Nieto, en el ejercicio presupuestal del último año de su sexenio la Secretaría
de Educación Pública (SEP) no gastó la quinta parte del total de recursos aprobados
para ese programa, sin que acreditara las causas de variaciones y su
correspondiente efecto económico.
En
el Segundo Informe de Resultados de Fiscalización Superior de la Cuenta Pública
2018 de la Auditoría Superior de la Federación (ASF) se observa que de los 2 mil
243 millones 527.8 mil pesos que el Poder Legislativo asignó para la operación
de la reforma educativa, hubo un subejercicio de 21.3 por ciento, pues sólo se
gastaron mil 765 millones 414.3 mil pesos.
El
reporte añade que para ese programa la administración peñista entregó subsidios
de manera inercial, no logró mejorar la calidad de la educación, no contaba con
elementos para resolver el problema de la infraestructura escolar, además que
realizó 211 adecuaciones presupuestarias.
La
revisión de este ejercicio presupuestal corresponde al año de los comicios
electorales, donde el entonces candidato presidencial Andrés Manuel López
Obrador se comprometió a cancelar la reforma educativa, lo que hizo ya como
mandatario federal; e incluso dio a conocer que durante el sexenio pasado, la
SEP gastó 2 mil 500 millones de pesos en publicidad a través de medios de su
proyecto educativo.
Faltó eficacia y eficiencia
En su informe, la ASF refiere: Los resultados de la
auditoría muestran que para 2018 la SEP no acreditó que erogó los recursos con
eficacia y eficiencia, propiciando que no se lograra el objetivo referente a
contribuir a asegurar la calidad de los aprendizajes en la educación básica y
la formación integral de todos los grupos de la población mediante el fortalecimiento
de la autonomía de gestión y la dotación de equipamiento y conectividad, debido
a deficiencias en la implementación de las etapas que conforman el ciclo
presupuestario y a la falta de vinculación entre éstas.
Agrega
que se identificaron inconsistencias en sus registros y se realizaron 211
adecuaciones presupuestarias: primero para obtener ampliaciones por más de 9
mil 482 millones de pesos y después reducciones por más de 9 mil 960 millones.
Lo
anterior resulta en una cifra de 478 millones 113.5 mil pesos, lo cual
disminuyó el presupuesto original (...) No obstante, la dependencia no demostró
la relación de la disminución de 478 millones 113.5 mil pesos (21.3 por ciento)
en el presupuesto ejercido y que careció de evidencia de que el ejercicio de los
recursos se realizó con base en los principios de eficiencia, eficacia,
economía, racionalidad, austeridad y transparencia. Además, registró 29
reintegros por 69.4 mil pesos.
La
ASF identifica además presuntas inconsistencias en los montos pagados por las
cuentas por liquidar certificadas mensuales respecto de los recursos ejercidos
que se reportaron.
Agrega que la SEP no se ajustó a la estructura programática
del anteproyecto y del presupuesto de egresos de la Federación, y no tuvo
mecanismos de control respecto del ejercicio del presupuesto. Por lo que no acreditó contar con un sistema
para el registro e información del gasto y, con ello, garantizar el correcto
ejercicio de los recursos públicos.