• Pone de ejemplo a INE y TEPJF; no planea que desaparezcan, puntualiza
El
presidente Andrés Manuel López Obrador señaló ayer que Rosario Piedra Ibarra
–elegida el jueves como titular de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos
(CNDH) en una controvertida votación–, no será una incondicional de su gobierno
ni de nadie, al responder a las críticas de la oposición contra la ombudsperson por
su militancia en el partido Morena.
El
nombramiento de Piedra abre la posibilidad de que la CNDH deje de ser una pantalla, un organismo
alcahuete del régimen y se profundice en las investigaciones, se acabe con la
impunidad y se dé respuesta a los familiares de las víctimas, agregó el
mandatario en su conferencia matutina.
Resaltó
que la hija de la luchadora social Rosario Ibarra es una mujer que sabe y ha sufrido en
carne propia lo que es la desaparición de un familiar. Se trata de una persona
de convicciones. “Si se llegara a pensar, sobre todo por los conservadores, que
ella va a procurar no afectar al gobierno actual, nosotros, por principios,
nunca le pediríamos a una autoridad que se ocultara una violación a derechos
humanos.
No
queremos incondicionales en nada... Ni ella lo permitiría ni nosotros le
pediríamos algo ilegal, injusto, que violara los derechos humanos. No queremos
tener achichincles ni
funcionarios serviles, sino servidores públicos con integridad, principios,
honestos, que ejerzan su libertad, verdaderamente con independencia, expuso.
Tras
celebrar la designación de Rosario Piedra, López Obrador aludió a las críticas
de la oposición al proceso a partir del cual resultó nombrada. Dijo que es normal
porque los conservadores quieren seguir teniendo a gente disciplinada, a modo,
como sucedió en todo el periodo neoliberal: puro especialista, experto,
doctores graduados en universidades famosas de México y el extranjero que se
distinguían por cobrar bastante por su especialidad, profesionalismo, ironizó.
En
Palacio Nacional, reiteró sus críticas a la CNDH porque siempre guardaba un
silencio cómplice, encubría, nada sabía y a nadie se castigaba. También tundió
a otros organismos autónomos y al tribunal electoral por ser opacos y cómplices
del régimen, así como muy caros para el país.
Entre
señalamientos de algunos de los presentes en la conferencia en torno a que
sería un retroceso acabar con dichas instancias, el Presidente puntualizó que
no está planteando su desaparición, sino que no han funcionado, que no han
estado a la altura de las circunstancias y han caído en la simulación.
López
Obrador resaltó de nueva cuenta que el INE se ha hecho de la vista gorda y ha
avalado fraudes electorales, mientras la CNDH emitía recomendaciones que no se
cumplían. Encima de ello, cuesta mucho dinero mantener organismos ineficientes,
reiteró.
Estimó
que a los funcionarios se les pagaba bien para callarlos al considerar que en
el pasado régimen se aplicaron estrategias de Porfirio Díaz, como el del maicear a opositores.
–¿Cómo
reforzarlos?, le preguntó un reportero.
–Que
los representantes sean gentes honestas, íntegras, capaces de presentar su
renuncia.
–¿Sugiere
que deben renunciar los consejeros y magistrados del tribunal?
–Es
un acto de conciencia de cada quien, respondió el jefe del Ejecutivo federal al
destacar que esos nombramiento se hacían por cuotas de los partidos políticos,
de manera que actúan como representantes de grupo y no de los ciudadanos.
En
la rueda de prensa, el mandatario se refirió a las protestas de los normalistas
de Michoacán, entre las que se ha incluido el bloqueo de las vías férreas, y
pidió a todos portarse bien.
López
Obrador añadió que el gobierno está abierto a dialogar, al demandar que se
actúe de manera responsable.