• México padeció 70 años el PRI-gobierno y ahora enfrentan la más grande contradicción histórica con el Morena-gobierno que pasa por encima de lo que sea con tal de salirse con la suya • El autoritarismo de la 4T, mal disfrazado por López Obrador de democracia izquierdista es encabezado en BCS por el superdelegado Víctor Castro Cosío • Sería preguntar a quienes aún sobreviven al movimiento del 68 y 70´s y preguntarles su opinión sobre lo que ahora ven en un gobierno que utiliza la izquierda como maquillaje para comportarse como lo más echado a perder del cuestionado priismo gubernamental
Los jóvenes de los años,
sesentas y setentas que se oponían al gobierno federal priista, lucharon
incluso a costa de su vida por colocar en la máxima autoridad del país a una
propuesta de gobierno izquierda que acabara con los excesos de un priismo que
en su agonía gubernamental se vio en la necesidad de abrir espacios a una serie
de instituciones ciudadanas mismas que hoy se encuentran justamente a punto de
ser eliminadas.
La paradoja de aquel esfuerzo
ciudadano es que ahora existe un gobierno supuestamente progresista, emanado de
una llamada izquierda conformada por militantes que proceden prácticamente de
todos las corrientes (derecha, centro e izquierda), que es una verdadera
decepción.
El jefe máximo, el jerarca que
se perfila para ser un autoritario líder de fieles e ineficientes seguidores es
el presidente Andrés Manuel López Obrador que con un cinismo enfermizo le da
igual mentir, violar la ley, burlarse de las instituciones y por supuesto de la
población.
Decir que es preferible no
crecer económicamente y que el país está mejor que antes cuando el registro de
asesinatos en apenas once meses de gobierno, ronda ya la cifra de los 30 mil,
es no solo una burla sino una verdadera muestra de lo mal que puede estar el
país en los próximos años pues apenas este domingo primero de diciembre se
cumple el primer año del mandato federal.
Vaya panorama y sueños
convertidos en pesadillas para muchos de aquellos que sobrevivieron a la lucha
contra el PRI-gobierno y ahora enfrentan la más grande contradicción histórica
justamente en el Morena-gobierno que pasa por encima de lo que sea con tal de
salirse con la suya.
Ahora han lanzado una campaña
en contra del propio INEGI justamente porque esta institución ha dado a conocer
cifras que no son del agrado del jefe del ejecutivo federal que supone
ilusamente que basta una conferencia de prensa mañanera para hacer que las
condiciones socioeconómicas del país mejoren.
Por supuesto que para llevar a
cabo esta cruel labor de destruir instituciones e imponer al mismo tiempo
ilegalidades como el nombramiento de Rosario Piedra como presidenta de la Comisión
Nacional de Derechos Humanos (CNDH), requiere de la ayuda de sus enajenados
colaboradores que en cada entidad tratan sin éxito de disfrazar las pésimas
decisiones gubernamentales.
En Baja California Sur, no es
la excepción.
López Obrador cuenta con
simpatizantes y seguidores-alabadores pero principalmente con quien se dice su
cercano colaborador, el superdelegado Víctor Castro Cosío, que ha guardado
silencio en torno a la posibilidad de cambiar la ley para que se haga especie
comercial el Dorado y no solo de exclusiva para la pesca deportiva y al mismo
tiempo reconoce que debido a las medidas de austeridad, Conapesca solo cuenta
con siete inspectores para vigilar más de dos mil 230 kilómetros de litoral
sudcaliforniano.
¿Qué dirían aquellos jóvenes
que murieron en el movimiento del 68 y vieran que el primer gobierno federal
emanado de la supuesta izquierda hace lo que hace?
Tal vez mejor sería preguntar
a quienes aún sobreviven a aquel movimiento sesentero y preguntarles su opinión
sobre lo que ahora ven en un gobierno que utiliza la izquierda como disfraz
para comportarse en muchos temas como lo más echado a perder del cuestionado
priismo gubernamental.
¿O cuál sería el comentario de
Don Benito Juárez si viera la serie de barbaridades espetadas por el presidente
López Obrador y que también sin pudor alguno las trata de calificar como
medidas liberales?
Valdría quizás la pena
preguntarse a estas alturas, cuando este fin de semana se cumple el primer año
del gobierno morenista, si realmente llegó el llamado “cambio verdadero” para
ayudar a la población o es definitivamente la llegada al poder de un grupo de
oportunistas que disfrazados de libertarios solo se han aprovechado de la
necesidad ciudadana de alcanzar mejores condiciones de vida.
Por supuesto los mexicanos
“rebeldes” de los sesentas y setentas jamás imaginaron que habría en nuestro
país un gobierno supuestamente de izquierda mucho más intolerante y rastrero
que algunos de los gobernantes más destacado de la época priista.
No es por preocupar, pero
seguramente más de cuadro ciudadanos ya a estas alturas se preguntan sobre el
incierto futuro de nuestro país ante la decepcionante actitud de los nuevos
representantes populares federales.
Por supuesto que muchos
morenistas (pero no todos) no lo quieren aceptar, pero hoy por hoy México está
en peores condiciones económicas y de seguridad social que apenas el año pasado.
Desde luego habrá que trabajar
mucho en el cambio en nuestra manera de pensar como sociedad para poder mejorar
nuestro futuro, por supuesto sin hacer caso a la serie de mentiras oficiales en
que se ha convertido la famosa mal llamada “4T”.
¿No le parece así amable
lector?