• La decepción de Morena más los errores del gobierno de AMLO provocan desesperación en el grupo del superdelegado Víctor Castro Cosío • Latente la amenaza de que el aún dirigente estatal del partido y empleado de Fertinal, Alberto Rentería Santana regrese a seguir haciendo de las suyas y muchas olas al interior del organismo para el mayor malestar de los “puchistas” • Al acercarse el primer año de gobierno federal y el final del 2019, el balance en general no es nada favorable para los morenistas
La fractura interna que
experimenta Morena en el país y no se diga en Baja California Sur, pone ya
desde ahora en entredicho la posibilidad de que este partido pueda repetir el
nivel mayoritario de votación ciudadana a su favor. El resquebrajamiento
morenista es real.
La caída libre en la que ya se
encuentran en la preferencia ciudadana, tanto el presidente Andrés Manuel López
Obrador y sus principales representantes en la entidad serán parte de las
principales razones por las que los votos de la población pueden tomar otra
preferencia.
La inseguridad y el frenón
económico en el que se encuentra el país son seguramente dos temas que serán de
mucho peso apenas al llegar al primer año de gobierno federal.
Primer año en que Morena es
mayoría en prácticamente todo el país.
No revertir esa tendencia
marcada de manera negativa tanto en lo económico como en la seguridad, pueden
provocar que la llamada Cuarta Transformación también sea una estrategia
fallida.
Para el caso de Baja California
Sur, este partido ganó tres de cinco alcaldías, la mayoría del Congreso,
diputaciones federales y senadurías.
Ese peso de los garrafales
errores del actual gobierno federal, pueden ser definitivos.
Por ello, hasta ahora lejos de
avanzar como organismo político los morenistas se encuentran literalmente
perdidos.
No tienen además un liderazgo
efectivo y las figuras de Leonel Cota y Víctor Castro, no parecen ser
suficientemente convincentes como para generar confianza en la población.
Particularmente del
superdelegado Víctor Castro que a todo mundo le ha dicho que ya tiene
prácticamente asegurada la candidatura la gubernatura del estado, contrasta con
su evidente descenso en el ánimo de la población.
Las señales de desesperación
que ya se observa tanto en el gobierno federal como en Morena las percibe la
población ya que al acercarse el primer año de gobierno y el final del 2019, el
balance en general no es nada favorable.
Encima de todo ello, está latente
la amenaza de que el aún dirigente estatal y empleado de Fertinal, Alberto
Rentería Santana regrese a seguir haciendo de las suyas y muchas olas al
interior de su partido para el mayor malestar de Castro Cosío.
Obviamente en caso de que así
sea, Rentería Santana tendrá que responder también a otro tema que en el
horizonte político le empata como dirigente del sindicato de trabajadores
gastronómicos de la entidad: El conflicto de huelga con el hotel Los Arcos
donde hasta ahora existe pendiente una resolución.
Así que Morena se encuentra
totalmente fracturado al interior y sin rumbo.
Hay más generales que tropa,
lo que se suma a la percepción negativa que generan las decisiones del gobierno
federal, así como la decepción local de algunos representantes populares
morenistas que evidentemente se ven más preocupados por alcanzar más poder que
por defender los intereses de la población.
Lejos parecen quedar apenas a
un año de la pasada elección, aquellas banderas de la honestidad valiente, la
lucha contra la corrupción y por supuesto la llamada “Regeneración Nacional”.
Morena anda literalmente por
los suelos.