Cabo San Lucas (CSL), Baja California Sur.- Con el paso del tiempo, los avances tecnológicos y la intención de ser una sociedad incluyente y de beneficio para todos, algunos diseños de infraestructura urbana se vuelven obsoletos y del poco interés del ciudadano, como una opción confiable para uso. Tal es el caso del puente peatonal ubicado en la Carretera a Todos Santos, como punto de referencia entre el hospital del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y la tienda “Chedraui” en Cabo San Lucas. 

Este puente, construido hace más de diez años, tenía la función de proteger al peatón en su intención de cruzar la vía federal; incluso, cuando fue inaugurado, contaba con reja divisoria bajo su estructura, hoy inexistente. Sin embargo, las necesidades de la ciudadanía han ido cambiando, pues muchas personas con discapacidad, o necesidades especiales, como silla de ruedas, muletas y apoyo secundario, sobretodo usuarios de la clínica del IMSS, no pueden usar este puente. 

“Yo soy diabético, no tengo una pierna, vengo a consulta todas las semanas, o análisis temprano, me traslado en camión urbano y obviamente no me deja en la puerta del hospital, me bajo en la parada de la tienda y de ahí a sortear los carros, y lento, con mi muleta, entiendo mi condición y en alguna ocasión, estuve a punto de ser atropellado, y no es lo peor, pude causar yo un accidente, hacen que uno se sienta peor”, declaró el señor Casimiro Castro, derechohabiente del IMSS. 

Ana Rita Perales, quien hace su mandado en la tienda comercial, comentó, “Con carreola es imposible subir el puente, es altísimo, no hay rampa, ni pensar en un elevador, y arriba, se mueve horrible, los barandales son pequeños, prefiero correr entre los autos, incluso cruzando en el semáforo, no hay seguridad, porque no tiene temporizador para peatones y son siete u ocho carriles, imposible no tener miedo”. 

Por si fuera ya poco el riesgo, el puente peatonal es usado por personas que van a servicios médicos que citan a las siete de la mañana, cuando el sol está saliendo y queda de frente a los automovilistas, impidiendo la visibilidad. 

“Yo trabajo en la tienda, y vengo en mi carro, en la mañana no se ve nada por el sol, tienes que bajar la velocidad, siempre te encuentras a alguien cruzando, peor aun cuando es una persona con discapacidad, que tienes que frenar, pero no sabes si el conductor de atrás te vio, es muy peligroso”, dijo el señor Alberto Román, trabajador de una tienda comercial contigua. 

Ante esta situación, coinciden ciudadanos, el puente peatonal tendría que ser rehabilitado con rampas y un diseño más amable con todas las personas.