Juan Pablo Cuevas reconoce la importancia de la pesca deportiva para BCS, pero considera que otros sectores también podrían beneficiarse
La Paz, Baja California Sur.- Ha causado revuelo la propuesta del legislador sinaloense Maximiliano Ruiz de permitir la pesca de dorado y picudo a pescadores comerciales y no sólo a deportivos. Poco antes de que esto ocurriera, en Baja California Sur (BCS) un pescador de la isla El Pardito ya se manifestaba a favor.
Juan Pablo Cuevas Amador, quien se dedica a la pesca de jurel con anzuelo en la isla El Pardito, reconoce que la pesca deportiva significa un motor económico incomparable para el estado. No obstante, opina que algunas especies resguardadas para el deporte podrían abrirse para quienes practican una pesca comercial ribereña y responsable, como la que él leva a cabo.
“La pesca deportiva es un sector bastante fuerte, más fuerte que la pesca comercial, de hecho, pero con lo único que yo no estoy de acuerdo a veces es que los de la pesca deportiva se puedan mater con la especie que nosotros trabajamos y nosotros no podemos. Eso es lo único que yo sí miro injusto”, señala Juan Pablo Cuevas.
Además, asegura que, valiéndose de la pesca deportiva, muchos “aprovechan para hacer arponeo” y arrasan con todo tipo de pez y todo tipo de tamaño. “Con ese tipo de pesca no estamos de acuerdo nosotros”, anota: “el arponeo lo agarran como de moda y el buceo libre y no sé cuánto: está bonito y todo, pero nos hace mucho daño”.
El presidente del Consejo de Administración de la Federación de Cooperativas Pesqueras (Fedecoop), José de Jesús Flores Higuera, también ha dicho que liberar especies deportivas a los pescadores ribereños no significaría mayor impacto para la industria turística, siempre y cuando se realicen estudios de factibilidad.
“Para nosotros, el pescador ribereño, pues sí sería factible, pero en pequeña escala, pesca artesanal, en una escala que no cauce tanto impacto”, dijo Flores Higuera. En cambio, señaló, si se permitiera la pesca industrial de especies deportivas sería una catástrofe, “un duro golpe a la economía a Baja California Sur”.
· El Clima y la movilidad del dorado
El municipio de Los Cabos y la comunidad de Los Barriles, en La Paz, son dos de los puntos de mayor concentración de torneos de pesca visitados por turistas de diferentes partes del mundo, provocando derramas económicas considerables. Sin embargo, especies tropicales como el dorado, que en ambos sitios es preciado por pescadores deportivos, empieza a tener mayor presencia en zonas del norte, como Ensenada y el sur de California, debido al calentamiento del mar.
Así lo explica Adrián Munguía Vega, investigador asociado a la Universidad de Arizona en el área de Ecología y Genética. En la costa Pacífico de la península, detalla el investigador de la Universidad de Arizona, se han documentado efectos en especies como abulón, “mortandades importantes durante los últimos años”, y “cambios en la abundancia de la langosta”. De la misma manera, especies tropicales como el dorado “están llegando a zonas de Ensenada y del sur de California, donde normalmente no se distribuían”. Los bosques de alga o kelp, por otra parte, hábitat de diversas especies, están desapareciendo “porque el agua está demasiado caliente”.