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Hoy es jueves, 21 de noviembre de 2024

En privado

•Salarios Mínimos • Agradecimiento


Con la recalcitrante postura, obstinada y sistemática que ha adoptado el presidente mexicano,--incluso desoyendo a los expertos--, podría en un corto o largo tiempo poner en riesgo las sanas finanzas que le heredaron, y con ello la conducción del país.

Porque un verdadero adalid, un estadista, un guía, --sinónimo de caudillo--, es aquel que verdaderamente ama a su gente y quiere lo mejor para su pueblo. Por tanto, para darle la satisfacción a sus seguidores y representados, antes de tomar decisiones a la ligera, debe necesariamente aceptar la asesoría de los especialistas y escuchar el consejo de los experimentados.

De no ser así, la  conducción de un país se pierde por los caminos de la inestabilidad, la vacilación, la inconstancia. Y a la postre, se sufren las consecuencias; tal como hoy está ocurriendo con el  Maduro, el Ortega, y el proscrito que ya tenemos con mesa servida en casa.

Con esta introducción, no pretendo salirme de mi tema de hoy, que está relacionado con los Salarios Mínimos. Y cuyo tema lo empato al decir que esa intención del presidente de aumentar el Salario Mínimo, pudiera ser sana y positiva, siempre y cuando solo sea vista desde el punto de vista del trabajador, mas no de los empresarios, de los patrones, o de los expertos.

¿Por qué? Porque si no hay previsiones con anticipación, puede traer graves consecuencias, como pudiera ser un decrecimiento de la actividad económica, con riesgos –incluso-- de caer en una recesión al verse lesionados algunos factores de la productividad de los bienes y servicios del país, que –afortunadamente-- hasta la fecha, la tasa de variación anual del PIB ha sido un tanto positiva en México.

Y es que, no podemos soslayar que normalmente, un retroceso económico va acompañado de un crecimiento de las tasas de desempleo e inflación. Luego entonces, se considera que un país entra en recesión cuando su producto interior bruto (PIB) desciende durante al menos tres trimestres consecutivos, lo que, por fortuna, no sucede en este momento, pero puede suceder.

Nada menos, hoy por hoy, cuatro grandes economías mundiales están en riesgo de recesión, y solo se necesita un pequeño empujón para echarlas al voladero. Una de ellas la economía británica,  otra es la Italiana; lo mismo que la economía de Brasil; y por último la Alemana, considerada la cuarta más grande del mundo. Y, curiosamente México, justamente en agosto de este año, apenas acaba de librarse de una recesión.

En otras palabras, los expertos opinan que un salario mínimo puede incrementarse hasta donde quiera el presidente;  y hasta donde lleguen los acuerdos de quienes integran la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos, que “si les da la gana pudiera ser de hasta mil pesos diarios”.

Añaden los expertos que: “en efecto, cualquier patrón lo pagaría, sin embargo, las consecuencias que serían terribles, las pagaría el pueblo. Y no es para menos, pues tras ello se viene una escalada de precios de productos, bienes y servicios, además el gobierno se obliga a emitir más circulante y tras eso, nuestra moneda tiende a devaluarse”.

Y reafirman que un incremento salarial desfasado, provoca desempleo y fomenta el trabajo en negro, que es conocido como uno de los flagelos mayores de nuestra sociedad. Toda vez que un trabajador en negro es clasificado como un trabajador ilegal que por tanto carece de la protección de la Seguridad Social, que por tanto no tiene ni Obra Social, ni seguro de riesgos del trabajo.

En síntesis, mientras los defensores de uno y otro lado discuten sobre las consecuencias nefastas para la economía o que es un apoyo para la clase obrera, los economistas creen que los efectos suelen a veces ser insignificantes, pero otras veces de gran impacto, dependiendo del incremento porcentual que se otorgue y de las estrategias que se adopten.

Uno de los principales argumentos que se advierten en contra de aumentar el salario mínimo, es que los salarios más altos aumentan los costos operativos de las pequeñas empresas, tanto que provocan suficientes quiebras para contrarrestar los beneficios de aumentar el salario mínimo.

Y para contrarrestar los salarios altos de los empleados, las pequeñas empresas necesitan subir precios de  bienes y servicios. Lo que conlleva a una reducción en ventas, disminución de ingresos y rentabilidad más baja. Es decir con menos dinero para gastar, tienen que disminuir o eliminar las mejoras de capital,  las nuevas contrataciones, e incluso el servicio de la deuda y la producción.

Sin embargo los defensores del Salario Mínimo afirman que la existencia de un salario mínimo es un instrumento positivo, y eficaz en la lucha contra la explotación laboral, ya que refuerza la posición de los trabajadores que de otra forma tendrían dificultades a la hora de negociar sus salarios, reafirmando al mismo tiempo que un Salario más elevado contribuiría a aumentar la formación de capital humano y a reducir la temporalidad, ya que los empleadores suelen estar más abiertos a invertir a largo plazo en los trabajadores que tienen remuneración más elevada.

Entonces, Andrés Manuel López Obrador, mirándose en el mismo espejo de la tercia maldita aquella, debe ser previsible y conciliador, y así evitar que el país se le caiga de las manos.

 

 

AGRADECIMIENTO

A sabiendas que de ello depende el sustento diario de mi familia, en nombre de ella y el mío propio, he de agradecer encarecidamente  la solución a un añejo problema, consistente en la actualización del Refrendo por el año 2019 de mi negocio de venta de la Lotería Nacional.

Por tanto, extiendo mi total agradecimiento al licenciado Rubén Muñoz Álvarez presidente Municipal por su respaldo y aprobación  para ello, y brindo  un reconocimiento al diputado Carlos Van Wormer Ruiz por su gestión en el mismo sentido ante instancias superiores para lograr el objetivo que hoy por fin, he alcanzado a pesar de las resistencias de terceras personas que por intereses mezquinos pretendieron desalojarme, e incluso clausurar mi negocio que durante 20 años con tesón y entrega vengo trabajando en el mismo lugar de manera pacífica, honesta y de servicio a la comunidad en forma particular los 365 días de cada año.

Por su incondicional apoyo y en razón de la justicia ¡Muchas Gracias!: Gerardo Berúmen León, expendedor de Billetes de Lotería, Revolución entre Degollado y Ocampo, col. Centro, La Paz, BCS.