•Salarios Mínimos • Agradecimiento
Con la recalcitrante postura, obstinada y
sistemática que ha adoptado el presidente mexicano,--incluso desoyendo a los
expertos--, podría en un corto o largo tiempo poner en riesgo las sanas
finanzas que le heredaron, y con ello la conducción del país.
Porque un verdadero adalid, un estadista, un
guía, --sinónimo de caudillo--, es aquel que verdaderamente ama a su gente y
quiere lo mejor para su pueblo. Por tanto, para darle la satisfacción a sus
seguidores y representados, antes de tomar decisiones a la ligera, debe
necesariamente aceptar la asesoría de los especialistas y escuchar el consejo
de los experimentados.
De no ser así, la conducción de un país se
pierde por los caminos de la inestabilidad, la vacilación, la inconstancia. Y a
la postre, se sufren las consecuencias; tal como hoy está ocurriendo con
el Maduro, el Ortega, y el proscrito que ya tenemos con mesa servida en
casa.
Con esta introducción, no pretendo salirme de mi
tema de hoy, que está relacionado con los Salarios Mínimos. Y cuyo tema lo
empato al decir que esa intención del presidente de aumentar el Salario Mínimo,
pudiera ser sana y positiva, siempre y cuando solo sea vista desde el punto de
vista del trabajador, mas no de los empresarios, de los patrones, o de los
expertos.
¿Por qué? Porque si no hay previsiones con
anticipación, puede traer graves consecuencias, como pudiera ser un
decrecimiento de la actividad económica, con riesgos –incluso-- de caer en una
recesión al verse lesionados algunos factores de la productividad de los bienes
y servicios del país, que –afortunadamente-- hasta la fecha, la tasa de
variación anual del PIB ha sido un tanto positiva en México.
Y es que, no podemos soslayar que normalmente,
un retroceso económico va acompañado de un crecimiento de las tasas de
desempleo e inflación. Luego entonces, se considera que un país entra en
recesión cuando su producto interior bruto (PIB) desciende durante al menos
tres trimestres consecutivos, lo que, por fortuna, no sucede en este momento,
pero puede suceder.
Nada menos, hoy por hoy, cuatro grandes
economías mundiales están en riesgo de recesión, y solo se necesita un pequeño
empujón para echarlas al voladero. Una de ellas la economía británica,
otra es la Italiana; lo mismo que la economía de Brasil; y por último la
Alemana, considerada la cuarta más grande del mundo. Y, curiosamente México,
justamente en agosto de este año, apenas acaba de librarse de una recesión.
En otras palabras, los expertos opinan que un
salario mínimo puede incrementarse hasta donde quiera el presidente; y
hasta donde lleguen los acuerdos de quienes integran la Comisión Nacional de
los Salarios Mínimos, que “si les da la gana pudiera ser de hasta mil pesos
diarios”.
Añaden los expertos que: “en efecto, cualquier
patrón lo pagaría, sin embargo, las consecuencias que serían terribles, las
pagaría el pueblo. Y no es para menos, pues tras ello se viene una escalada de
precios de productos, bienes y servicios, además el gobierno se obliga a emitir
más circulante y tras eso, nuestra moneda tiende a devaluarse”.
Y reafirman que un incremento salarial
desfasado, provoca desempleo y fomenta el trabajo en negro, que es conocido
como uno de los flagelos mayores de nuestra sociedad. Toda vez que un
trabajador en negro es clasificado como un trabajador ilegal que por tanto
carece de la protección de la Seguridad Social, que por tanto no tiene ni Obra
Social, ni seguro de riesgos del trabajo.
En síntesis, mientras los defensores de uno y
otro lado discuten sobre las consecuencias nefastas para la economía o que es
un apoyo para la clase obrera, los economistas creen que los efectos suelen a
veces ser insignificantes, pero otras veces de gran impacto, dependiendo del
incremento porcentual que se otorgue y de las estrategias que se adopten.
Uno de los principales argumentos que se
advierten en contra de aumentar el salario mínimo, es que los salarios más
altos aumentan los costos operativos de las pequeñas empresas, tanto que
provocan suficientes quiebras para contrarrestar los beneficios de aumentar el
salario mínimo.
Y para contrarrestar los salarios altos de los
empleados, las pequeñas empresas necesitan subir precios de bienes y
servicios. Lo que conlleva a una reducción en ventas, disminución de ingresos y
rentabilidad más baja. Es decir con menos dinero para gastar, tienen que
disminuir o eliminar las mejoras de capital, las nuevas contrataciones, e
incluso el servicio de la deuda y la producción.
Sin embargo los defensores del Salario Mínimo afirman
que la existencia de un salario mínimo es un instrumento positivo, y eficaz en
la lucha contra la explotación laboral, ya que refuerza la posición de los
trabajadores que de otra forma tendrían dificultades a la hora de negociar sus
salarios, reafirmando al mismo tiempo que un Salario más elevado contribuiría a
aumentar la formación de capital humano y a reducir la temporalidad, ya que los
empleadores suelen estar más abiertos a invertir a largo plazo en los
trabajadores que tienen remuneración más elevada.
Entonces, Andrés Manuel López Obrador, mirándose
en el mismo espejo de la tercia maldita aquella, debe ser previsible y
conciliador, y así evitar que el país se le caiga de las manos.
AGRADECIMIENTO
A sabiendas que de ello depende el sustento diario
de mi familia, en nombre de ella y el mío propio, he de agradecer
encarecidamente la solución a un añejo problema, consistente en la
actualización del Refrendo por el año 2019 de mi negocio de venta de la Lotería
Nacional.
Por tanto, extiendo mi total agradecimiento al
licenciado Rubén Muñoz Álvarez presidente Municipal por su respaldo y
aprobación para ello, y brindo un reconocimiento al diputado Carlos
Van Wormer Ruiz por su gestión en el mismo sentido ante instancias superiores
para lograr el objetivo que hoy por fin, he alcanzado a pesar de las
resistencias de terceras personas que por intereses mezquinos pretendieron
desalojarme, e incluso clausurar mi negocio que durante 20 años con tesón y
entrega vengo trabajando en el mismo lugar de manera pacífica, honesta y de
servicio a la comunidad en forma particular los 365 días de cada año.
Por su incondicional apoyo y en razón de la
justicia ¡Muchas Gracias!: Gerardo Berúmen León, expendedor de Billetes de
Lotería, Revolución entre Degollado y Ocampo, col. Centro, La Paz, BCS.