La compañía anunció que este año no se llevará a cabo su tradicional Secret Fashion Show
CIUDAD DE MÉXICO.
El famoso Victoria’s Secret Fashion Show fue cancelado.
Fue uno de los desfiles de moda más exitosos durante 20 años, pero la marca de lencería estadunidense Victoria’s Secret lo canceló en medio de problemas económicos y polémicas ligadas a la era del movimiento #MeToo.
La decisión estaba pendiente desde este verano, tras el progresivo derrumbe de audiencia del desfile con delgadas modelos en atuendos diminutos que comenzó en 1995 y que era difundido en el mundo entero.
Fue en julio de este año cuando la modelo australiana Shanina Shaik comentó al Daily Telegraph que se sentía rara, porque por esas fechas tendría que estar preparándose para esa pasarela, que atravesó durante cinco años consecutivos.
Las primeras emisiones se registraron en la cadena CBS y, en el año 2000, registró más de 10 millones de televidentes, sin embargo con el paso del tiempo, la audiencia bajó considerablemente, así que la firma cambió a la ABC.
En 2014, los ángeles súper sexys de la marca atrajeron a las pantallas de televisión a más de nueve millones de telespectadores estadunidenses. En diciembre de 2018, fueron solo 3.3 millones.
La noticia fue anunciada en una conferencia telefónica de los dirigentes de la casa matriz, L Brands, con analistas financieros sobre los malos resultados trimestrales de la marca.
Vamos a comunicarnos con nuestros clientes, pero nada similar en magnitud al desfile”, dijo el director financiero Stuart Burgdoerfer.
Confirmó que Victoria’s Secret, que antes encarnaba el glamur y contrataba a supermodelos como Gisele Bündchen o Naomi Campbell, no se recupera pese a varios cambios en su gerencia.
Las ventas apenas superaron los mil millones de dólares en el tercer trimestre de 2019, una baja de 7% en relación al mismo periodo de 2018. Una treintena de tiendas que pertenecían directamente a la marca cerraron sus puertas desde febrero pasado.
Su mal desempeño contribuye a hundir los resultados trimestrales de L Brands, ya que Victoria’s Secret era su joya. L Brands anunció una nueva pérdida neta de 252 millones de dólares.
Victoria’s Secret parece pagar el precio de una serie de polémicas que contribuyeron a asociarla con la imagen de “mujer objeto”, desfasada con una creciente demanda de diversidad en las pasarelas y una toma de conciencia de los múltiples acosos y agresiones sexuales sufridos por modelos.
La marca intentó enderezar el rumbo en su desfile de diciembre de 2018, con un casting de modelos más cosmopolita.
Pero unos días después, el director de marketing Ed Razek desencadenó una fuerte controversia al descartar la posibilidad de integrar a los desfiles a modelos transgénero o a mujeres con más curvas, rechazando una fuerte tendencia en Estados Unidos en estos últimos años.
El público no tiene interés... No. No. No creo que debamos tener transexuales, porque el show es una fantasía” dijo. Luego presentó sus disculpas en público.
Con todo esto, la renuncia del ejecutivo llegó en agosto de 2019, justo un día antes cuando la modelo brasileña transgénero Valentina Sampaio se incorporó a la campaña Victoria’s Secret Pink, dirigidas básicamente a adolescentes.
Quizás más grave aún es que la marca fue mencionada varias veces en los últimos meses en asociación con el escándalo del financista neoyorquino Jeffrey Epstein, que murió en prisión tras ser inculpado de agredir sexualmente a jovencitas menores de edad durante años.
Epstein fue durante mucho tiempo amigo y empleado de Leslie Wexner, el jefe de L Brands que le introdujo en el mundo del jetset y en los desfiles de Victoria’s Secret.
Aunque Wexner asegura que rompió relaciones con Epstein hace más de 10 años, L Brands dijo en julio, tras la acusación contra el financista, que pidió a abogados externos a la empresa que revisen todos los lazos posibles con él.
La asociación de defensa de los modelos Model.