• Miles mostraron el "hartazgo" contra el acoso y los feminicidios
Ciudad de México. Miles de mujeres salieron ayer a manifestarse
en el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer,
todas motivadas por la indignación y el hartazgo que sienten frente a
los feminicidios, el acoso, el hostigamiento sexual y las agresiones dentro y
fuera de sus hogares.
En
un pronunciamiento leído en el Zócalo, dijeron: Nos enfrentamos a una
sociedad indolente, patriarcal y machista para la cual nuestros cuerpos no
importan.
La
movilización no escapó a los grupos de mujeres embozadas que con armas
punzocortantes y marros rompieron los cercos de protección colocados por las
autoridades y vandalizaron los monumentos que se encuentran sobre Paseo de la
Reforma, hicieron pintas a lo largo del recorrido y destruyeron aparadores y
cristales de las paradas del Metrobús. Integrantes de algunos contingentes
fueron muy agresivas con los hombres que se acercaron a su paso, especialmente
reporteros y fotógrafos.
Comparada
con años anteriores, la convocatoria a la movilización fue muy exitosa, pues
acudieron mujeres de todas las edades. Según las organizadoras alrededor de 6 mil
500, mientras las autoridades capitalinas estimaron que se habían reunido cerca
de 3 mil 200.
Fue
en la retaguardia donde se filtraron las jóvenes con el rostro cubierto que
dejaron a su paso una estela de pintas con aerosol y destrozos. En este grupo también
se pudo observar a algunos hombres.
Después
de las cinco de la tarde las miles de mujeres que acudieron al Ángel de la
Independencia empezaron a marchar rumbo al Zócalo. Entre ellas estaban la
directora ejecutiva de Amnistía Internacional México, Tania Reneaum Panszi, y
la titular del Centro de Investigaciones y Estudios de Género de la Universidad
Nacional Autónoma de México (UNAM), Ana Buquet.
Adelante
iban familiares de víctimas de feminicidio, como María Carrión, quien narró que
su hermana María Isabel fue asesinada por el esposo: “La mató el 23 de junio de
2019, pero fue liberado el 8 de agosto porque lo procesaron por narcomenudeo y
no por feminicidio”.
Justos reclamos
¿Cuántas más tienen que morir?, preguntó por medio de una
pancarta Viviana, estudiante de la preparatoria 8 de la UNAM. Nos siguen
acosando, violando, ¿cuánto más hace falta para que la gente haga algo? No
nací mujer para morir por serlo, se leía en otro cartel que se sumó a las
consignas como ¡Ni una más, ni una más, ni una asesinada más!
Conforme
avanzó la movilización algunas manifestantes se enfrentaron a empujones y
agredieron a la policía. Ante estos hechos, quienes iban acompañadas de sus
hijos y familiares corearon: ¡No a la violencia!, y exigieron no agredir a
las uniformadas, para luego continuar su camino.
Los
comercios fueron precavidos y cerraron sus cortinas, otros colocaron vallas
metálicas y enormes tapias para evitar ser vandalizados. El Palacio de Bellas
Artes fue cercado y blindado.
Un
grupo de familiares de víctimas de feminicidio realizó una velada en el
denominado antimonumento, ubicado sobre avenida Juárez, donde colocaron velas
en memoria de las mujeres asesinadas.
Después
de una hora y media la vanguardia de la movilización llegó al Zócalo. Al entrar
a la Plaza de la Constitución se encontraron con un grupo de católicos –quienes
rezaban y portaban imágenes de la Virgen de Guadalupe y cruces– que formó su
propio cinturón de seguridad para resguardar la Catedral Metropolitana.
Frente
a Palacio Nacional, donde se colocó un templete, las organizadoras –entre ellas
las asambleas feministas Autónoma Independiente y Metropolitana– exigieron que
se garantice a las mujeres una vida libre de violencia “en la que la justicia
esté de nuestro lado, donde la impunidad y la revictimización sean sancionadas.
Nos
matan, nos violan, nos roban, nos explotan, nos acosan y las instituciones que
deberían defendernos y protegernos en realidad son fieles al patriarcado y sólo
simulan, revictimizan y mantienen silencios cómplices e impunidades asesinas,
señalaron.
Las
manifestantes lamentaron que en el gobierno de la Cuarta Transformación la
violencia de género no haya disminuido, al contrario, este año se registró
un aumento en la violencia feminicida, ya que cada dos horas y media es asesinada
una mujer por el simple hecho de serlo. También exigieron que se garantice el
derecho de decidir sobre sus cuerpos.
Al
finalizar los discursos un grupo de mujeres embozadas quemó una bandera de
México y pancartas. Una de ellas arrojó una lata de pintura de aerosol que
explotó cuando la gente estaba muy cerca, lo que generó que las asistentes
abandonaran rápidamente el lugar.