• Mi gobierno es responsable de atender el problema de la seguridad, pero no el culpable de la situación desatada por haber declarado la guerra al narcotráfico, sostuvo el presidente Andrés Manuel López Obrador en Palacio Nacional
Ciudad de México. A tres días de que se cumpla el primer año de
su gobierno, el presidente Andrés Manuel López Obrador aseveró que entre los
ciudadanos no hay decepción, sino entusiasmo, felicidad y esperanza. Sin
embargo, destacó los cinco momentos más difíciles en lo que va del
sexenio, que le han pegado en lo íntimo: la explosión del gasoducto en
Tlahuelilpan, Hidalgo, donde perdieron la vida 137 personas; la guerra de
cuatro horas en Culiacán, para detener a Ovidio Guzmán, hijo de El Chapo; el
asilo a Evo Morales; el amago de Estados Unidos de imponer aranceles y el
asesinato de integrantes de la familia LeBarón.
En
el ámbito económico, el mandatario señaló que aunque no se ha obtenido el
crecimiento esperado, hay confianza en la población y así lo reflejan las
encuestas.
Por
eso consideramos, manifestó en conferencia de prensa, que no hay el crecimiento
que quisiéramos, pero hay una mejor distribución del ingreso, hay bienestar, y
poco a poco se va ir incrementando la economía.
Las
asignaturas pendientes, precisó, tienen relación con el tema de la seguridad.
Subrayó que su gobierno es responsable de atender el problema, pero no el
culpable de la situación desatada por haber declarado la guerra al
narcotráfico.
“Todavía
estamos padeciendo de esa decisión equivocada de pegarle un garrotazo a lo
tonto al avispero…Las bandas no surgieron a partir del 1º de diciembre del año
pasado y a veces se olvida eso”, destacó.
En
la conferencia de prensa, el jefe de la Guardia Nacional, Luis Rodríguez,
informó que el reclutamiento para este año es de 21 mil 170 elementos y están a
423 de llegar a la meta.
A
pesar de los momentos difíciles, López Obrador consideró que vamos bien y,
además, se ha demostrado la importancia de la lucha por la vía
pacífica. Por eso también lo de la revocación del mandato. ¿Para qué
golpes de Estado? ¿Por qué? Nada, eso es un retroceso, eso es lo peor que puede
haber, es agraviar al pueblo, imponerse por la fuerza y destruir un país,
manifestó.
Destacó
que no han tenido problemas graves este año; sin embargo, enumeró los momentos
que consideró más difíciles:
El
primero, la explosión ocurrida en enero pasado en el gasoducto que cruza por
Tlahuelilpan, Hidalgo, el episodio más doloroso, el que le pegó en lo íntimo,
lo más lamentable, lo que más le afectó.
En
segundo lugar, la amenaza unilateral de Estados Unidos de imponer
aranceles a las mercancías mexicanas si el país no contenía el flujo
migratorio.
Aun
cuando el momento fue delicado, salimos bien, cumplimos los compromisos y
se alejó la amenaza, lo cual ayudó mucho a la estabilidad económica del país.
En
opinión del Presidente, otro momento difícil fue en octubre pasado, durante el
operativo para detener a Ovidio Guzmán, hijo de Joaquín El Chapo Guzmán:
Una
guerra breve, yo creo que es la guerra más breve en la historia, una guerra de
cuatro horas. Fue también complicado porque tomamos decisiones en
circunstancias difíciles, pero consideramos que fue lo adecuado, que se actuó
bien.
–¿Qué
más? Ayúdenme ustedes –solicitó López Obrador a los reporteros.
–Lo
de los LeBarón –se escuchó en el salón.
–Ah,
bueno, sí. Ahora esta lamentable tragedia de la familia LeBarón, la pérdida de
la vida de tres mujeres, seis niños, todo eso fue muy fuerte.
–Y
me falta uno…
–Los
asesinados –soltó otro periodista en el salón Tesorería de Palacio Nacional.
–Sí,
desde luego. Bueno, podría ser también lo de la decisión de otorgar asilo a Evo
Morales.
López
Obrador prepara su mensaje de aniversario, que emitirá el domingo en el Zócalo.
Ahí hablará de lo que se ha avanzado, las reformas legales y las políticas
públicas contra la corrupción.
En
tanto, ayer reiteró que el mal humor social en el país no existe.
Hacen
sus pucheros, se enojan, son gruñones algunos, pero por otras razones; pero la
gente, en general, está contenta, aseguró.