• Yair Rodríguez planea aprovechar la ira de Jeremy Stephens para su segunda pelea en UFC Boston y darle la victoria que le quedó a deber al público mexicano el 21 de septiembre
Ciudad de México. - Luego de una corta
espera, Yair ‘Pantera’Rodríguez vuelve a enfrentarse con Jeremy Stephens en el
evento estelar de UFC Boston. Su primera pelea, el pasado 21 de septiembre en
la Arena Ciudad de México resultó en un escándalo, pues tuvo que ser detenido a
los 15 segundos por un presunto piquete de ojo y el público respondió lanzando
vasos de cerveza al octágono.
Tras el penoso episodio, el UFC optó por
reagendar el combate lo más pronto posible y con tres semanas de preparación,
Rodríguez decidió aceptar la invitación del doble campeón, Henry Cejudo e hizo
campamento en Phoenix, Arizona.
Ahora, el chihuahuense se siente más completo
y más confiado: “Ésta es una pelea diferente, porque Jeremy Stephens ya es otro
rival, porque cambio su mentalidad. Me gusta lo que ésta diciendo, que si no me
muero no cuenta. Me hace sentir más seguro porque es sinónimo de que está
desenfocado. Yo de mi parte le deseo bendiciones para él a su familia. Sé que
ha tenido muchos problemas en su carrera y lo último que quiero es que tenga
más”, aseguró en entrevista con La Afición.
A pesar de los insultos de parte de Stephens,
quien horas después de haber salido de la Arena con un parche y una supuesta
abrasión de retina, agredió físicamente al mexicano en el hotel sede; Yair no
espera un rival más peligroso, sino que busca aprovechar esa ira que tiene a su
favor y le tiene preparada una sorpresa en el pesaje.
“Decía Abraham Lincoln que si tenía seis
horas para cortar un árbol se tomaría las primeras cuatro afinando el hacha, eso
es lo que he estado haciendo todas esta semanas, afilando el machete para que
el día que se me pare otra vez en frete Jeremy, el cortar el árbol sea muy
fácil. Le voy a cortar hasta el alma a ese cabrón”, agregó Rodríguez.
Para el ‘Pantera’ la actitud de Stephens no
es la de alguien que tiene la conciencia tranquila y aunque esperaba tener más
tiempo para volverlo a enfrentar, está urgido de levantar el puño ante las
decenas de aficionados de su natal Hidalgo del Parral, Chihuahua, que en
algunos casos manejaran hasta 30 horas para acompañarlo ésta vez.
“Quiero darle al público mexicano lo que se
quedó a deber en Septiembre. Andamos al puro pinche 200 para dar una buena
pelea el viernes”, valoró el ganador de la primera temporada de The Ultimate
Fighter Latinoamérica, quien espera regresar con el UFC a México, pero con una
pelea de campeonato.
Chris Weidman y Dominick Reyes se enfrentan
en el evento estelar de la cartelera en el TD Garden en un horario adaptado a
la televisora ESPN que tiene los derechos en Estados Unidos, pues no será en
sábado como sucede normalmente.