• El despedido de funcionarios municipales en La Paz, convierte en fallida agencia de colocación de empleos al grupo político de Víctor Castro • El alcalde Rubén Muñoz está claro que al costo que sea busca fortalecer la pertenencia a su equipo político entre sus colaboradores que se desempeñan en áreas directivas del ayuntamiento • La afectación directa es para Morena que lejos de salir fortalecido del proceso interno que vive con miras a renovar su dirigencia estatal muestra una división a estas alturas literalmente imparable
Al paso que lleva el proyecto
político del superdelegado, Víctor Castro Cosío, este se convertirá en una
especia de agencia de colocación de empleos que engruesa sus filas de
aspirantes a llegar a la nómina del gobierno federal luego del despido de
funcionarios del Ayuntamiento de La Paz cuyo pecado fue apoyar su propuesta
para dirigir los destinos de Morena.
Efectivamente apoyar la
propuesta para dirigir Morena en la entidad, del regidor José María Avilés,
identificado plenamente desde hace muchos años como destacado integrante del
grupo político de Víctor Castro, les costó literalmente su puesto a siete
directores generales de área de las cuales cuatro son mujeres.
Los funcionarios despedidos del
ayuntamiento paceño seguramente se refugiarán en el grupo de apoyo a Víctor
Castro que se confirmó desde las delegaciones federales del gobierno anterior
para apoyar la propuesta de López Obrador a cambio de ser colocados por Castro
Cosío en las diversas delegaciones federales.
Hasta ahora esto, solo ha
quedado en un ofrecimiento que no se ha podido realizar, incluso uno de los más
cercanos colaboradores de Castro Cosío, Homero Davis que fungía como delegado
del IMSS, dejará de estar en esta posición.
El número de seguidores del
superdelegado que esperan que el funcionario federal les cumpla y los instale
en alguna área del gobierno federal, aún están en espera.
Cual si fuera hasta ahora una
fallida agencia de colocación de empleos, el representante del gobierno de
López Obrador, tendrá que regresar de alguna manera a los ahora funcionarios
municipales separados de sus cargos, el costo de ser leales a su propuesta
política.
El alcalde Rubén Muñoz por su
parte, está claro que al costo que sea busca fortalecer la pertenencia a su
equipo político entre sus colaboradores que se desempeñan en áreas directivas
del ayuntamiento de La Paz.
Desde luego que se espera que
estos relevos “por falta de confianza” se encuentren legalmente bien
sustentadas. Ya veremos.
Está claro que la diferencia
entre Víctor Castro y Rubén Muñoz, que cada día es más evidente e insalvable,
vuelve a quedar a la vista de la opinión pública.
Por supuesto que la afectación
directa es para Morena que lejos de salir fortalecido del proceso interno que
vive con miras a renovar su dirigencia estatal muestra una división a estas
alturas literalmente imparable.
Hasta ahora no se conoce que
las exfuncionarias hayan iniciado alguna lucha legal contra lo que consideraron
una destitución arbitraria, aunque por lo pronto ya el ayuntamiento dio a
conocer los nombres de quienes desde ahora serán encargados de las áreas que
quedaron acéfalas por la llamada “pérfida de confianza”.
Así que esta medida del
ayuntamiento paceño repercute directamente en la configuración interna del
grupo político de Castro Cosío que de alguna manera tendrá que compensar a
quienes fueron separados del ayuntamiento por defender su simpatía a este
proyecto.
Veremos hasta donde esta
división impacta en las futuras nominaciones de candidaturas hacia el proceso
político electoral del 2021.
Es claro que la confrontación
interna morenista está ya en una crisis de proporciones mayores.
De este tipo de divisiones la
ciudadanía sudcaliforniana ya tiene conocimiento pues lo que sucede en Morena,
es muy similar a la fractura en su momento vivió e PRI en 1997-98 que culminó
con la victoria del PRD-PT en 1999, conformación política que a su vez vivió
algo muy parecido para el proceso sucesorio del 2011 que generó la pérdida el
poder político estatal en manos del PAN que desde entonces gobierna la entidad.
El resto de los partidos
simplemente son mudos testigos de una clara implosión morenista que le abona
definitivamente al creciente grado de decepción ciudadana que ya se registra.
¿No le parece así estimado
lector?