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Hoy es sábado, 23 de noviembre de 2024

Realidad de BCS

• El despedido de funcionarios municipales en La Paz, convierte en fallida agencia de colocación de empleos al grupo político de Víctor Castro • El alcalde Rubén Muñoz está claro que al costo que sea busca fortalecer la pertenencia a su equipo político entre sus colaboradores que se desempeñan en áreas directivas del ayuntamiento • La afectación directa es para Morena que lejos de salir fortalecido del proceso interno que vive con miras a renovar su dirigencia estatal muestra una división a estas alturas literalmente imparable


Al paso que lleva el proyecto político del superdelegado, Víctor Castro Cosío, este se convertirá en una especia de agencia de colocación de empleos que engruesa sus filas de aspirantes a llegar a la nómina del gobierno federal luego del despido de funcionarios del Ayuntamiento de La Paz cuyo pecado fue apoyar su propuesta para dirigir los destinos de Morena.

 

Efectivamente apoyar la propuesta para dirigir Morena en la entidad, del regidor José María Avilés, identificado plenamente desde hace muchos años como destacado integrante del grupo político de Víctor Castro, les costó literalmente su puesto a siete directores generales de área de las cuales cuatro son mujeres.

 

Los funcionarios despedidos del ayuntamiento paceño seguramente se refugiarán en el grupo de apoyo a Víctor Castro que se confirmó desde las delegaciones federales del gobierno anterior para apoyar la propuesta de López Obrador a cambio de ser colocados por Castro Cosío en las diversas delegaciones federales.

 

Hasta ahora esto, solo ha quedado en un ofrecimiento que no se ha podido realizar, incluso uno de los más cercanos colaboradores de Castro Cosío, Homero Davis que fungía como delegado del IMSS, dejará de estar en esta posición.

 

El número de seguidores del superdelegado que esperan que el funcionario federal les cumpla y los instale en alguna área del gobierno federal, aún están en espera.

 

Cual si fuera hasta ahora una fallida agencia de colocación de empleos, el representante del gobierno de López Obrador, tendrá que regresar de alguna manera a los ahora funcionarios municipales separados de sus cargos, el costo de ser leales a su propuesta política.

 

El alcalde Rubén Muñoz por su parte, está claro que al costo que sea busca fortalecer la pertenencia a su equipo político entre sus colaboradores que se desempeñan en áreas directivas del ayuntamiento de La Paz.

 

Desde luego que se espera que estos relevos “por falta de confianza” se encuentren legalmente bien sustentadas. Ya veremos.

 

Está claro que la diferencia entre Víctor Castro y Rubén Muñoz, que cada día es más evidente e insalvable, vuelve a quedar a la vista de la opinión pública.

 

Por supuesto que la afectación directa es para Morena que lejos de salir fortalecido del proceso interno que vive con miras a renovar su dirigencia estatal muestra una división a estas alturas literalmente imparable.

 

Hasta ahora no se conoce que las exfuncionarias hayan iniciado alguna lucha legal contra lo que consideraron una destitución arbitraria, aunque por lo pronto ya el ayuntamiento dio a conocer los nombres de quienes desde ahora serán encargados de las áreas que quedaron acéfalas por la llamada “pérfida de confianza”.

 

Así que esta medida del ayuntamiento paceño repercute directamente en la configuración interna del grupo político de Castro Cosío que de alguna manera tendrá que compensar a quienes fueron separados del ayuntamiento por defender su simpatía a este proyecto.

 

Veremos hasta donde esta división impacta en las futuras nominaciones de candidaturas hacia el proceso político electoral del 2021.

 

Es claro que la confrontación interna morenista está ya en una crisis de proporciones mayores.

 

De este tipo de divisiones la ciudadanía sudcaliforniana ya tiene conocimiento pues lo que sucede en Morena, es muy similar a la fractura en su momento vivió e PRI en 1997-98 que culminó con la victoria del PRD-PT en 1999, conformación política que a su vez vivió algo muy parecido para el proceso sucesorio del 2011 que generó la pérdida el poder político estatal en manos del PAN que desde entonces gobierna la entidad.

 

El resto de los partidos simplemente son mudos testigos de una clara implosión morenista que le abona definitivamente al creciente grado de decepción ciudadana que ya se registra.

 

¿No le parece así estimado lector?