• Crece la fractura de Morena, el acalde Rubén Muñoz despidió a funcionarias simpatizantes del superdelegado Víctor Castro; entre despedidas se encuentra Fernanda Villareal que se desempeñaba como directora de Catastro así, como Teresa Ruiz que fungía como Oficial Mayor, Diana Gavarain, Patricia Meza y Osiris del Carmen. Quedaron fuera del equipo de Rubén Muñoz seguramente por “pérdida de confianza” • Muñoz Álvarez es definitivamente un soberbio y egocéntrico alcalde que no se da cuenta que más temprano que tarde recibirá directamente en su frente la consecuencia inevitable de su estupidez
Definitivamente el evento de
Morena del pasado fin de semana dejó en claro la fuerte división que existe
entre sus filas que culminó con el despido de cuatro funcionarias del
ayuntamiento de La Paz, instrucciones giradas por el alcalde Rubén Muñoz porque
no apoyaron sus propuestas en las elecciones internas morenistas.
La soberbia y ego desmedidos
del alcalde paceño quedaron evidenciados una vez más ahora con el berrinche que
hizo luego de que no obtuvo la mayor cantidad de votos para sus delegados con
miras a la renovación de la dirigencia estatal de este partido político.
Entre las funcionarias que
fueron despedidas se encuentra Fernanda Villareal que se desempeñaba hasta este
martes como directora de Catastro así, como Teresa Ruiz que fungía como Oficial
Mayor, Diana Gavarain, Patricia Meza y Osiris del Carmen. Quedaron fuera del
equipo de Rubén Muñoz seguramente por “pérdida de confianza”.
Quienes conocen a Rubén Muñoz,
no se sorprenden, pero en serio que causa risa cómo hasta la manera de caminar
le cambió al munícipe paceño.
Bien peinado bien planchado y
con voz firme y serena ahora ha optado por despedir a sus colaboradas que
cometieron el “pecado” de simpatizar con Víctor Castro, el superdelegado que
ahora está más que comprometido con estas damas que fueron despedidas pues será
difícil encontrar un espacio en las áreas federales para su colocación.
Incluso los cercanos
colaboradores de Víctor Castro que desde las delegaciones federales apoyaron en
el 2018 su causa, aún no han sido colocados, se encuentran sin empleo formal en
espera de que el representante del gobierno de López Obrador, les cumpla su
palabra.
Ahora se sumarán estas mujeres
que desde ayer según se informó están ya sin trabajo en el ayuntamiento La Paz.
El gusto les duró solo un año.
Ahora son acusadas de
traidoras a la causa de Rubén Muñoz, quien aspira entre bromas y en serio a ser
el candidato de Morena a la gubernatura del estado en la contienda del 2021.
También se sumó a la lista
David Moyrón, el otrora acérrimo defensor del alcalde con quien se desempeñaba
supuestamente muy cercano y ahora se forma en la fila de los desempleados
municipales que tendrán que hacer antesala en la oficina del superdelegado de
gobierno federal a quien le crecen los compromisos y a la par su capacidad de respuesta
cada día está más cuestionada.
Así que el proceso interno de
Morena donde supuestamente el dirigente del sindicato de trabajadores
gastronómicos Alberto Rentería obtuvo la mayor cantidad de delegados y que
estará en posición de sumarse a la fuerza política interna que le plazca, ya sea
la de Víctor Castro o la de Leonel Cota.
Como quiera que sea, es
evidente que los morenistas quedaron más cuarteados que antes del proceso del
pasado fin de semana, lo que augura una lucha cruenta por las candidaturas en
donde lo que más escasea es precisamente la unidad interna.
Rubén Muñoz externó su coraje
y malestar por el resultado interno de Morena con el despedido de funcionarias
municipales que en su momento promovieron y defendieron el voto morenista pero
además, defendieron la solicitud de Rubén Muñoz de llegar desde el PRI a las
filas de Morena precisamente para a ser candidato a la alcaldía.
Hoy ya se cumplió un año en el
cargo como alcalde de La Paz, y queda claro que Muñoz Álvarez considera que
jamás necesitará de estas ahora exfuncionarias municipales que seguramente a
partir de este día, si acaso dicen algo será en contra de este munícipe paceño
que no sale de una complicación cuando ya está metido en otra.
(se espera que las
funcionarias despedidas inicien una lucha legal ante lo que se pudiera
considerar un despido injustificado)
Difícil de negarlo y de
refutarlo, pero Rubén Muñoz ha dado muestras fehacientes en varias ocasiones de
su negligencia administrativa y por supuesto de su desmesurada ambición
política que a la postre lo llevará al fracaso municipal.
Muñoz Álvarez es
definitivamente un soberbio y egocéntrico alcalde que no se da cuenta que más
temprano que tarde recibirá directamente en su frente la consecuencia
inevitable de su estupidez.
¿No le parece así amable
lector?