• Si un país prohíbe la entrada a los estadios a un espectador por racismo, aseguró que la sanción "será extendida a todo el mundo".
Daca. El presidente de la FIFA, Gianni Infantino,
abogó este jueves por una prohibición mundial de acceso a los estadios para los
espectadores culpables de actos racistas, tres días después de los incidentes
durante el partido Bulgaria-Inglaterra.
"Esto
(el racismo) lamentablemente existe en 2019", reconoció en una rueda de
prensa en Daca, Bangladés. El lunes, el partido de clasificación para la
Eurocopa-2020 entre Inglaterra y Bulgaria en Sofía tuvo que interrumpirse en
dos ocasiones por actos racistas contra jugadores negros ingleses.
"Si
se cometen actos racistas contra los futbolistas, debemos parar el
partido", dijo Infantino. "No podemos dejar ganar a las personas
racistas. El futbol debe continuar y nosotros debemos castigar a esta
gente".
El
suizo aseguró que ahora era fácil identificar a los autores de estos hechos,
gracias a las cámaras en los estadios. "Hay que pillarlos, expulsarlos de
los estadios, no dejarles entrar más y lanzar procesos judiciales contra
ellos", pidió.
Si
un país prohíbe la entrada a los estadios a un espectador por racismo, el
presidente de la FIFA aseguró que la sanción "será extendida a todo el
mundo" por el organismo mundial del futbol.
Seis
búlgaros fueron acusados en el marco del Bulgaria-Inglaterra disputado el lunes
y salpicado por gritos de mono y saludos nazis, mientras otros tres están
siendo investigados.
Un
búlgaro de 18 años fue imputado y otros cuatro aficionados recibieron una multa
y una prohibición de acceder a estadios durante dos años.
Infantino
condenó el martes los incidentes, denunciando una "enfermedad que parece
empeorar en ciertas partes del mundo" y dando prioridad a "la
educación de nuestros jóvenes, de nuestros niños, así como de los que son un
poco más mayores" para combatir el racismo.
"Hay grandes problemas de racismo en Alemania",
opina Özil
En
Londres, el centrocampista alemán del Arsenal, Mesut Özil, que se retiró de la
selección germana en 2018 asegurando ser víctima de críticas racistas tras
tomarse una fotografía con el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, opinó
este jueves que había "grandes problemas" de racismo en Alemania.
"Hay
grandes problemas (de racismo) en Alemania, mira lo que acaba de pasar en
Halle", dijo en una larga entrevista concedida a la revista web The Athletic, en referencia al ataque antisemita que
provocó dos muertos a principios de mes.
"Desgraciadamente,
el racismo ya no es solo un problema de la extrema derecha en este país. Se ha
movido al centro de la sociedad", añadió.
Özil,
92 veces internacional con la camiseta alemana, volvió a hablar de su
'divorcio' con la Mannschaft,
con quien ganó el Mundial-2014.
"Luego
del tiempo de reflexión, sé que fue la buena decisión (...) Yo no digo que la
gente tenga que quererme, solo mostrar respeto por lo que he hecho por
Alemania", añadió.
"Luego
de la foto (donde da su camiseta a Erdogan, de paso en Londres en la primavera
boreal de 2018) no me sentí ni respetado ni defendido. Recibía insultos
racistas, incluso de responsables políticos y de personalidades públicas, y
nadie en la selección dijo '¡Eh, parad, es uno de nuestros jugadores, no podéis
insultarle así!'. Todo el mundo se calló y dejó hacer", explicó.
"Erdogan
es el actual presidente de Turquía y yo debo mostrar respeto a esta persona,
sea cual sea", argumentó.
En el Arsenal hasta 2021
"Si
la canciller (alemana) Angela Merkel estuviera en Londres y pidiera verme,
evidentemente también lo haría. Se trata solo de mostrar respeto a la persona
de más alto nivel en el país", añadió, aunque meses más tarde Erdogan fue
testigo en su boda.
Poco
utilizado por el entrenador del Arsenal, el español Unai Emery, desde que el
vasco se hizo con las riendas del equipo, Özil aseguró que seguiría en el club
"hasta verano de 2021", cuando acaba su contrato.
"Tengo
contrato hasta verano de 2021 y seguiré hasta ahí", anunció el jugador de
31 años en la entrevista, cortando de raíz los rumores de salida en el próximo
mercado invernal.
En
este inicio de temporada, Özil solo ha participado en dos de los once partidos
de los Gunners.
En
la larga entrevista con The Athletic,
el futbolista también habló del ataque por parte de unos hombres armados con
cuchillos en julio del que fue víctima junto a su mujer, Amine, y su compañero
de equipo Sead Kolasinac.
"No
nos pasó nada grave, y es lo más importante (pero) mi mujer quería marcharse
(de Londres) inmediatamente. No se sentía segura".
"Fueron
unas semanas difíciles pero nunca quise irme de Londres de manera permanente. Y
ahora, también para mi esposa, todo está bien", aseguró.