• Los golpes bajos
Si hacemos un análisis, ya no
tanto a profundidad, caeríamos en la cuenta que la elección de quien será nuevo
(o nueva) dirigente del Partido Movimiento de Regeneración Nacional en Baja
California Sur, esta vez no será un asunto fácil. Menos cuando las
cabezas de grupos antagónicos se han definido, incluso, con sus cabezas
levantadas. Y menos aun cuando los intereses políticos ya están sobre la mesa.
Así es. Porque los
desencuentros y las rivalidades que indudablemente se dejarán venir antes
y después del 20 de noviembre próximo, (es decir luego de que se lleven a cabo
los procesos de elección de lo que será la nueva Dirigencia Nacional y Estatal,
así como la renovación de los consejos políticos en ambos niveles) nos dejan
en claro que el divisionismo, --sin descartar posibles desbandadas--
se tendrán que fortalecer en territorio sudcaliforniano, todo lo cual
podría traer consigo graves consecuencias para ese partido, lo mismo que
para la notoria hegemonía que hoy presume.
Y no es para menos, cuando
persisten reconocidos personajes locales, como es el caso de Víctor Castro
Cosío, quien desde su posición de súper delegado en Baja California Sur ha
realizado y sigue realizando desesperados esfuerzos por imponer en ese
liderazgo a un gallo de su entera confianza. Es decir alguien que realmente le
dé la fortaleza que requiere, y que sobre todo sea capaz de elaborar los
peldaños suficientes para construir la escalera por donde subir a la
gubernatura.
Esto, mientras que por su
parte existe un Leonel Cota Montaño –exgobernador y exlíder partidista
nacional-, -- quien muy a pesar del pecado cometido, que incluso le costó bajar
un escalón en la Secretaria de Gobernación--, sigue picando piedra desde la
capital del país en su afán de lograr puntos a favor tanto de su hermana Rosa
Delia, lo mismo que de Jesús Armida Castro Guzmán, Secretaria General y
alcaldesa de Los Cabos respectivamente; donde también se confirma que Narciso
Agundez Montaño ha estado y está metiendo sus narices con sus interese puestos
en otras posiciones.
Por otro lado se encuentra un
Rubén Muñoz Álvarez, quien luego de haber llegado a esa envidiable posición y
tras dar a conocer su primer informe de labores como alcalde de La Paz, ha
dejado establecido que puede y que es capaz de hacer las cosas. Y de quien se
dice, que de no tener la certeza de alcanzar una nueva posición por Morena, se
saltará las trancas y buscará el cobijo de otro partido, en sus sanas o insanas
intenciones de escalar otro peldaño político-administrativo.
En esos intereses
políticos-partidistas también está el maquiavélico dúo integrado por Carlos Van
Wormer Ruiz y Ramiro Ruiz Flores, que estrechamente unidos han hecho gala
de una real disidencia frente a Morena. Y de frente a ellos se encuentran
también los intereses demostrados por Milena Quiroga, quienes –en su
totalidad-- con el reconocido apoyo de fuerzas externas y como cabezas de
grupos, estos, desde el congreso del estado siguen luchando precisamente por el
fortalecimiento de los grupos al interior y en su intención de demostrar fuerza
y poderío, pero con sus ojos puestos en el futuro.
Todo lo anterior, sin
descartar los intereses muy particulares del propio Alberto Rentería Santana, que
a todas luces quiere imponer sucesor en su afán de tapar cuentas o cifras
económicas que podrían no cuadrar tras su salida de la dirigencia, aun cuando
todos sabemos que no pudo o no supo hacer bien su trabajo.
Es más, sobre este particular,
vale decir que lo anterior tiene su base en que Alberto Rentería siempre pecó
de necio y presuntuoso a su paso por la dirigencia; y que por tanto no
tuvo la capacidad de negociador al no saber congraciarse a las cabezas de
grupo, y con las cuales, por el contrario, se enfrentó. Todo lo cual finalmente
tuvo y tendrá para él grandes y graves costos políticos.
Y simplemente para constatar
esto, solo habría que recordar que desde su posición como dirigente de Morena,
hizo grandes intentos por alcanzar algunas candidaturas, como fue el hecho
cuando quiso ser candidato a Senador, a Presidente Municipal de La Paz, lo
mismo que a Diputado Federal. Quedando por ultimo sus deseos truncados en
solamente una suplencia de Diputado Local. Y a como se ve, ha perdido toda
posibilidad de ver su nombre inscrito en las boletas electorales del 2021.
En síntesis, no cabe la menor
duda de que para que en Baja California Sur realmente se sientan fortalecidos
los anhelados principios de la llamada Cuarta Transformación, todos aquellos y
aquellas, díganse militantes y simpatizantes, que se sienten realmente
comprometidos con Morena, están obligados a redoblar esfuerzos aquí, porque de
lo contrario, si las cosas continúan como hasta ahora, donde ha permeado el
divisionismo, difícilmente se lograran los objetivos deseados.
Porque lo cierto de todo, es
que son demasiados intereses los que en estos momentos están en juego, máxime
cuando se trata de un partido que logró avasallar durante un reciente proceso
electoral. De tal manera que las ya asomadas cabezas de grupos, no solamente
han empezado a realizar su fino trabajo, sino que han estado aglutinando cada
vez más gente en su afán de lograr las posiciones necesarias y suficientes para
lo que se avecina, electoralmente hablando, y que prácticamente está a la
vuelta de la esquina.
Dicho de otra manera,
tiradores para suceder a Alberto Rentería Santana, habrá muchos. Y detrás de
ellos hay muchos más de los que usted se imagina.
Sin embargo, podríamos
asegurar que en esta ocasión se notará una diferencia que, a todas luces se
observa. Es decir que el poder demostrado en su momento por el grupo de
gastronómicos que precisamente comanda Renteria, seguramente que nada tendrá que
hacer durante los próximos tres años en que dure la nueva dirigencia.
Además, lo realmente certero
de todo esto es que, conforme pasen los días y los meses, hasta llegar al
proceso del 2021, los golpes bajos al interior, lo mismo que al exterior
del partido Morena, tomando en cuenta la vieja consigna denominada el
poder por el poder, sin duda que estarán a la orden del día… Cuestión de
tiempo.