• En estos tiempos difíciles la música clásica tiene enorme poder para enriquecernos, sostiene Kent Nagano
Ciudad
de México. La música clásica es evolución,
revolución y nuevas ideas, define el director estadunidense Kent Nagano, quien
se presentará con la Orquesta Sinfónica de Montreal (OSM) en el Festival
Internacional Cervantino y el Palacio de Bellas Artes.
‘‘Muchas
veces el problema no es entre la música clásica y el público, sino en cómo las
instituciones presentan la música clásica”, añade el director, uno de los más
reconocidos actualmente, en entrevista vía telefónica desde Brasil, donde se
presentó a principios de octubre.
Todos
estos conciertos forman parte de la gira de despedida de Nagano como director
artístico de la Sinfónica de Montreal, orquesta a la que llegó hace 16 años y
en la que en poco tiempo logró acercar a la comunidad, atrayendo cada vez a más
jóvenes a los conciertos.
Autor de un libro sobre qué es la música de concierto
Nagano
es autor, además, del libro Erwarten Sie
Wunder! (que puede
traducirse como Espera lo inesperado!) publicado en 2014 y traducido al inglés
apenas este año con el título Classical
music: expect the unexpected, en el que habla no sólo de cómo fue
su acercamiento a este género, su vida en una zona rural de California y el
camino que ha recorrido desde entonces, sino cuál es su filosofía y sobre todo
qué es la música clásica.
Escribe
en el prólogo que la música clásica ‘‘es una aventura en la que nos embarcamos
una vez que estamos dispuestos a participar. La música clásica nos transporta a
otro mundo. Allí despliega su tremendo poder. Y debido a este poder puede
enriquecernos inmensamente, especialmente hoy en estos tiempos difíciles y
acelerados”.
Para
él, este género es un universo que se expande tan pronto como uno entra en él,
y su libro no sólo es acerca de la música clásica, sino acerca de nosotros
mismos y por qué no debemos permitir que pierda su relevancia social en este mundo
híper tecnologizado y construido principalmente de forma visual.
‘‘En
el presente, la música clásica es la representación de la humanidad como un
proceso que se ha realizado continuamente y sigue moviéndose hacia adelante, y
como no la determinan las modas adquiere mucha relevancia.
‘‘Creo
que el futuro es particularmente emocionante, porque siento que vienen muchos
jóvenes talentos, tanto en el mundo de la composición como en el de la
interpretación. Hay maravillosos jóvenes muy talentosos, y con el impulso de
esos jóvenes compositores e intérpretes, veo el futuro de la música clásica de
forma muy optimista.”
Y
esto se aplica también para el público: ‘‘siempre existirá público para la
música clásica. El proble-ma no está en la música clásica, si-no en cómo se
presenta; por ejemplo, en Montreal tenemos los conciertos completamente
vendidos, en Munich y Berlín siempre estaban vendidos por completo, no hay
problema entre la música clásica y el público siempre y cuando se presente de
la manera correcta.
‘‘Si
hay un problema, usualmente está en cómo las instituciones la presentan o en el
a veces generalizado sentimiento de que la música clásica representa el statu quo, pero la música clásica significa eso:
evolución, revolución, nuevas ideas. En mi perspectiva y experiencia personal
si la música clásica se presenta como es el público la abraza por completo.”
La
batalla no la da por perdida y recuerda que cuando comenzó su trabajo en la
Sinfónica de Montreal ‘‘el público ya estaba envejeciendo, y se vendía 40 por
ciento de la sala. Cambiamos la forma de presentar la música clásica y el
público cambió de inmediato. La gente no viene no porque el problema sean
Mozart, Bach o Beethoven, sino la forma en la que acercamos y comunicamos la
música clásica al público.
‘‘Hay
tres principios para presentar la música clásica: el primero es la calidad,
siempre la mejor calidad posible, no reproducir el statu quo en
los programas y que no se sienta como obligación. Cuando era joven odiaba el
compromiso y a los jóvenes no les gusta sentirse comprometidos, no les agrada
el statu quo; ellos
buscan esperanza en este mundo y todo el mundo busca la mejor calidad posible.
Eso es parte de la naturaleza humana, y si la música clásica se presenta de
esta manera entonces la batalla no está perdida por completo.
Si los jóvenes escuchan a Mozart lo amarán
El
primer capítulo del libro Expect the
unexpected se inicia
con la frase: Tengo un sueño, y a continua-ción relata el nacimiento de ese
sueño, en la costa oeste de Esta-dos Unidos, en la zona que va de Los Ángeles a
San Francisco.
–¿Cuál
es hoy ese sueño?
–Mi
sueño es tratar de llevar la música clásica a todos, incluso en esta revolución
industrial, de los medios de comunicación, la Internet. Todas las generaciones
han absorbido este sistema y muchos jóvenes tienen poco o nulo contacto con la
música clásica. Esto es una tragedia porque la música popular está hecha para
modas y para ser remplazada por algo más, mientras la clásica está hecha para
acompañarnos toda la vida, en los buenos y malos momentos, todo el tiempo. Y si
se toca un instrumento o música clásica eso te abre un mundo de comunicación
mucho más poderoso que lo que se puede encontrar en los medios, en los
teléfonos, en Internet e incluso en los libros.
‘‘Para
mí es una tragedia que muchos jóvenes no tengan acceso a la música clásica. Si
le preguntas a un joven si le gusta la música clásica muchos no te responderán
nada, porque no tienen idea de quién o qué es Mozart. En mi experiencia, si
tienen la oportunidad de escuchar a Mozart lo amarán.
‘‘Ese
es mi sueño: asegurarme de que todo el mundo pueda apreciar y tener acceso a la
música clásica.”
Kent
Nagano y la Orquesta Sinfónica de Montreal se presentarán el 11 de octubre a
las 20 horas en la Alhóndiga de Granaditas en la edición 47 del Festival
Internacional Cervantino.
El
12 de octubre a las 19 horas estarán en el Palacio de Bellas Artes y el 13 de
octubre a las 18 horas en la sala Plácido Domingo del Conjunto Santander de
Artes Escénicas.