• Siete bailarines con discapacidad demuestran el arte en diferentes facetas como parte de las actividades del Festival Internacional Cervantino
Ciudad
de México. No
hay límites ni pretextos. Es el mensaje que Ill-Abilities Crew busca compartir
en la Ciudad de México tras su participación en el Festival Internacional
Cervantino (FIC), en Guanajuato.
Integrada
por siete bailarines con discapacidad, desde la falta de alguna extremidad
hasta sordera, la agrupación multinacional de break dance y hip-hop ofrecerá
este miércoles una única función del espectáculo Dis-Connect en el Teatro de la
Ciudad Esperanza Iris (Donceles 36, Centro Histórico), a las 20:30 horas.
Es
una propuesta dancística mediante la que los artistas provenientes de Canadá,
Estados Unidos, Brasil, Chile, Países Bajos y Corea del Sur plantean una
reflexión sobre lo que significa estar conectados en el mundo contemporáneo.
“¿Por
qué en un mundo lleno de conexiones hay tantas personas que se sienten lejanas?
¿Qué es, entonces, estar conectado?, se preguntó este martes el fundador del
grupo, el canadiense Luca “Lazylegz” Patuelli, quien resaltó que detrás de este
proyecto está la lucha contra los estereotipos y las expectativas sociales hacia
las personas con discapacidad.
“Lo
que buscamos decir al mundo es que los seres humanos tenemos habilidades
increíbles. Nuestro reto y mensaje es demostrar que no hay enfermedad, que no
existen excusas ni límites”, resaltó en conferencia de prensa.
Según
el chileno Sergio “Checho” Carbajal, el grupo busca mostrar la otra cara de la
moneda de esa realidad y dejar en claro que la discapacidad es sólo un concepto
y que todo ser humano debe tratar de adaptarse a la vida.
Con
una trayectoria conjunta de 12 años y presentaciones en más de 25 naciones de
los cinco continentes, los integrantes de Ill-Abilities Crew residen en sus
respectivos países y se reúnen sólo cuando tienen presentaciones.
Cada
uno hace labor social en sus lugares de origen. “Lazylegz” Patuelli, por
ejemplo, trabaja con personas discapacitadas y prepara a especialistas
orientados a esa comunidad, mientras que “Checho” Carbajal lleva el break dance
a los barrios marginales de su natal Chile para tratar de rescatar a la
juventud de la violencia y el vandalismo.
La
condición de cada bailarín es diferente y por ello su relación con el baile es
distinta, aclararon. Por ejemplo, Jacob “Kuyo” Lyons, de Estados Unidos, es
sordo y ha tenido que encontrar su propio ritmo, con tal éxito que a la fecha
“es una leyenda viva” en el ámbito internacional del break dance, por los pasos
que ha inventado.
Destacan
también los casos del brasileño Lucas “Perninha” Machado y del propio “Checho”
Carbajal, que además de bailarines son también atletas paralímpicos que han
representado a sus respectivos naciones en justas internacionales de básquetbol
y levantamiento de pesas.
En
tanto, el surcoreano Jung Soo “Kroops” Lee era integrante en su país de la
banda juvenil Fusion MC, famosa entre la juventud de todo el mundo, y en un
accidente al caerse del escenario se rompió el cuello y quedó tetrapléjico.
Situación de la que, contra todos los pronósticos médicos, se ha recuperado y
ha tenido en la música y el baile su mejor rehabilitación, afirmó.