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Hoy es viernes, 29 de noviembre de 2024

Actuó delincuencia con métodos militares ante detención de Ovidio Beltrán: Sedena

• Los agresores reaccionaron rápidamente al operativo con armamento de alto poder, incluido lanzagranadas calibre 50, para ataque antiaéreo: Sandoval

Actuó delincuencia con métodos militares ante detención de Ovidio Beltrán: Sedena

Ciudad de México. El secretario de la Defensa, Luis Cresencio Sandoval, dijo hoy que el operativo para detener a Ovidio Guzmán en Culiacán el pasado 17 de octubre "fue exitoso porque se logró una rápida evacuación del delincuente hacia el aeropuerto", pero hubo una rápida reacción de agresores, quienes usaron tácticas castrenses y armamento de alto poder para frustrar la aprehensión.

En la conferencia matutina del presidente Andrés Manuel López Obrador, Sandoval detalló el saldo del operativo en el que se intentó detener al hijo del ahora sentenciado Joaquín El Chapo Guzmán, ex líder del Cártel de Sinaloa, y que concluyó con la liberación de Ovidio.

Sandoval expuso que la respuesta de los grupos delictivos incluyó el uso de lanzagranadas calibre 50, para ataque antiaéreo, amenazas enfocadas principalmente a militares y sus familias, así como el amago de extender la violencia a otras entidades.

El general secretario expuso que las fuerzas de seguridad tuvieron 16 vehículos y un helicóptero con impactos de bala y perdieron un equipo de comunicación, 16 armas largas y dos armas cortas, aunque  posteriormente se recuperaron las armas largas.

Reiteró que desde abril de 2018 existe en los Estados Unidos una orden de aprehensión contra Ovidio y dijo que la orden de aprehensión provisional con fines de extradición derivó en una petición de cateo solicitada por la Fiscalía General de la República y expedida por un juez federal con sede en el Estado de México.

La operación para la detención, dijo, fue planeada considerando las siguientes etapas: ubicación, fijación y el aislamiento del presunto delincuente para evitar apoyo del grupo delictivo; el establecimiento de dos círculos de seguridad: uno por la propia fuerza y otro por las unidades, aproximadamente 120 elementos que estaban cubriendo el exterior, indicó.

El éxito de la operación se fundó en que se logró una rápida evacuación del delincuente hacia el aeropuerto a través de una ruta terrestre, indicó Sandoval.

"Sin embargo, la rápida reacción de los delincuentes, las agresiones hacia el personal militar y sus familias, la intención del grupo criminal de causar daños en la población; el riesgo de pérdida de vidas al generalizarse las agresiones (y) la falta de orden de cateo, se tradujo en la decisión de retirar las fuerzas sin el presunto delincuente y sin culminar el proceso de detención", relató.

Las acciones violentas de la delincuencia, dijo el secretario de la Defensa, se enfocaron a las fuerzas militares que acudían al área del objetivo, personal militar en servicios aislados y periodo de descanso, bases de operaciones con posibilidad de apoyar a la fuerza agredida y familias de personal militar. Los atacantes emitieron mensajes amenazando con agredir directamente a la ciudadanía, así como amenazas de ampliar agresiones a Sonora, Chihuahua y Durango.

"¿La actuación de la delincuencia organizada por qué se caracterizó? Primero, por una convocatoria de grupos delincuenciales en Sinaloa ofreciendo recursos a quien se uniera a atacar a las fuerzas federales; el empleo de técnicas militares: armamento automático y antiaéreo, como son el AK47, R15, lanzacohetes, lanzagranadas, 40 milímetros, ametralladoras, fusiles y lanzagranadas calibre 50, antiaéreos y antiblindaje".

Los atacantes usaron chalecos y cascos tácticos, así como placas balísticas, vehículos con blindaje de fábrica y artesanal, camioneta de redilas y  de volteo, agregó el secretario. Robaron vehículos para evitar ser referidos y para confundirse entre la población.

También emplearon en forma intensiva radios digitales y análogos, dificultando la intercepción de comunicaciones. Retiraron sus bajas, donde se realizaron las agresiones e intentaron sobornar al comandante de la fuerza de intervención, con 3 millones de dólares. "Por no aceptar fue amenazado de muerte tanto él como su familia", dijo Sandoval.

El general dijo que el personal militar, tanto por su adiestramiento como por su disciplina pudo evitar daños colaterales y bajas propias, a pesar de ser objeto de diversas emboscadas.

"En el área se actuó apegado a derecho toda vez que el personal de la Guardia Nacional y de la Secretaría de la Defensa retuvieron transitoriamente al presunto delincuente al salir de su domicilio. Sin embargo, nunca estuvo a disposición de alguna autoridad ministerial".