Los menores mueren más por enfermedades respiratorias
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Uno de los temas de mayor preocupación para las familias mexicanas es tener la protección del Estado cuando se presentan enfermedades y, más aún, cuando éstas son graves. Desde esta perspectiva, es importante dar seguimiento a los indicadores que permiten dimensionar el grado de avance, estancamiento o retroceso en cuestiones estructurales que determinan en general el estado de salud de la población y, de manera indirecta, la calidad de vida de las personas.
Uno de los indicadores que permiten aproximarse a las condiciones generales de desarrollo de un país es el número de años de esperanza de vida.
De acuerdo con el Primer Informe de Gobierno del Ejecutivo Federal, presentado el 1º de septiembre de 2019, en México la esperanza de vida es de 75.1 años, sin embargo, las diferencias entre estados son notables: en Guerrero, que es la entidad con menor esperanza de vida, el dato es de 73.2 años; le siguen los estados de Oaxaca, Chiapas, Veracruz y Yucatán, con 74, 74.2, 74.4 y 74.6 años, respectivamente. En contraste, en la Ciudad de México el indicador es de 76.5 años, seguido de los estados de Baja California con 75.9 años; y Aguascalientes, Baja California Sur y Nuevo León, con 75.8 años en cada uno de ellos.
2. Tasa de mortalidad infantil
De acuerdo con el citado Primer Informe de Gobierno, la tasa de mortalidad infantil registra una tendencia inercial en todo el país; lo cual es explicable luego de sólo nueve meses de gobierno, sin embargo, es uno de los indicadores en los que la expectativa es que se avance de manera mucho más acelerada en los próximos años. En esa lógica, es importante subrayar que las entidades con peores indicadores son: Chiapas y Puebla, con 15.6 defunciones por cada mil nacidos vivos, en cada uno de ellos; Tabasco, con 14.2; Baja California Sur, con 14; Estado de México, con 13.1; Jalisco, con 12.5; Chihuahua y Durango, con 12.3 en cada uno de ellos; Baja California y Ciudad de México, con 12.1, en ambos; y Tlaxcala, con 11.8 defunciones de menores de un año, por cada mil nacidos.
3. Mortalidad en menores de cinco años
De manera histórica, en los Informes de Gobierno se han incluido los indicadores relativos a las tasas de mortalidad en menores de cinco años, que se producen por causas prevenibles o evitables. La primera es la tasa de mortalidad por enfermedades respiratorias, la cual, la proyección para 2019, muestra diferencias abismales; en efecto: en Chiapas la tasa es de 43.5 defunciones por cada 100 mil en el grupo de edad; le sigue Puebla, con 23.5; Yucatán con 22.
Oaxaca con 21.3; Veracruz con 19.8 y Chihuahua con 19.4 defunciones por cada 100 mil menores de cinco años. Estos datos contrastan con el promedio nacional, que es de 14.8, pero más aún con Tamaulipas y Morelos, los estados con el mejor indicador, con una tasa de 3.5.
Le sigue la tasa de mortalidad de menores de cinco años por enfermedades diarreicas, en el que los estados con indicadores más críticos son: Chiapas con 21.2 defunciones por cada 100 mil en el grupo de edad; Yucatán, con 14.7; y Guerrero, Oaxaca y Quintana Roo, con 9.2 casos por cada 100 mil, en cada uno de ellos.
Finalmente, se encuentra la tasa de mortalidad de menores de cinco años por deficiencias nutricionales; en Oaxaca, el estado con el peor indicador, es de 11.6 casos por cada cien mil en el grupo de edad, Chiapas, con 9.4; Chihuahua, con 9.4; Nayarit con 8.6 y Yucatán con 6.8.