La Paz, Baja California Sur.- Gerardo Lizárraga salió de su casa para embarcarse en “El Titi 1” el miércoles 18 de septiembre, desde ese día su familia no ha vuelto saber de él por lo que han iniciado su búsqueda entre trabas institucionales y bloqueos de información que no ayudan a dar con su paradero. 

Gisela Lizárraga, hija de Gerardo Lizárraga, explicó que, en medio de la amenaza por el huracán Lorena, El Titi 1 regresó a tierra el jueves 19 de septiembre por la noche. 

Hasta la mañana del viernes 20 de septiembre fue notificada que su padre había bajado de la embarcación, sin embargo, Gerardo Lizárraga nunca se comunicó con sus hijas ni con su pareja a pesar de que ese día era su cumpleaños. 

Sin detenerse, Gisela indagó sobre el paradero de su padre. Las pertenencias de Gerardo continuaban en la embarcación, incluyendo su celular. El hoy reportado como desaparecido no bajó nada con él. 

La denunciante asegura que el capitán de la embarcación le confirmó que su padre había bajado del El Titi 1, sin embargo, cuando ella pidió ver las cámaras de seguridad para cerciorarse se lo negaron. 

“Sin una orden de un juez o una denuncia o el Ministerio Público no me dejaría ver las cámaras”, comentó Gisela Lizárraga a Diario El Independiente. 

“Cuando él se iba, cuando regresaba él me llamaba o me mandaba un correo. Me decía a la hora que iba a llegar para ir a recogerlo. No me avisa, el viernes era su cumpleaños. Tenemos como tradición felicitarnos a primera hora y ya no recibió los mensajes”, expresó. 

La otra cara de la moneda ha sido las trabas y la ineficiencia de las autoridades para ayudarla en la búsqueda de su padre. Desde el 21 de septiembre intentó interponer una denuncia, sin embargo, fue hasta las 16:00 horas de este 24 de septiembre cuando por fin quedó sentada la querella por la desaparición de Gerardo Lizárraga. 

“Desde el 21 de septiembre intentaba poner la denuncia. En el Ministerio Público decían que tenía que ir a Capitanía de Puerto, en Capitanía me decían que tenía que acudir a la FGR. Regresé a la FGR y me dijeron que no tenían jurisdicción por no ser trabajador federal”, denunció Gisela Lizárraga. 

La ciudadana y sus familiares se encuentran desesperados y luchando contra reloj, puesto que asegura que a los 7 días se borra la evidencia de las cámaras de seguridad y no habrá forma de corroborar el paradero de su padre. 

Por otra parte, acceder a las grabaciones de las cámaras se complica aún más debido a que el Ministerio Público no le entregará una copia de la denuncia que interpuso hasta el próximo lunes 30 de septiembre. 

Entre las dudas, la incertidumbre y los contratiempos por falta de interés de las autoridades, Gisela cree que su padre pudo haber caído de la embarcación. 

En un intento desesperado busca apoyo ciudadano para conseguir una embarcación para salir a buscarlo, con la esperanza de encontrarlo.