• El morenista Alberto Rentería agazapado para no enfrentar a la opinión pública ante su cuestionado contrato con Fertinal. • Ni el informe de AMLO, el inicio de actividades del Congreso estatal, ni los apagones de la CFE lo han hecho hablar ante los medios de comunicación. • El aún dirigente de Morena tendrá demostrar que no tienen nada que ocultar para evitar salir más raspado y desacreditado de lo que hasta ahora se encuentra.
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Ya pasó el primer informe presidencial, se inició el nuevo periodo de sesiones en el Congreso estatal con una nueva configuración interna, persisten los apagones eléctricos en la capital y gran parte de la geografía sudcaliforniana y ni por casualidad el cuestionado Alberto Rentería Santana, que hasta hace poco aún se ostentaba como dirigente estatal de Morena, muestra su rostro
Desde luego que actores políticos y la opinión pública en general quisieran saber la opinión de Rentería Santana sobre estos temas, pero el otrora protagónico dirigente ahora trata de pasar inadvertido.
No es para menos.
Entre las cosas que seguramente muchos quieren preguntar es lo referente a su contratación como funcionario de Fertinal, mientras que al mismo tiempo cobra como dirigente partidista.
Desde dentro de Morena y por supuesto desde fuera, esto puede ser considerado como una acción ilegal, aunque en definitiva es un garrafal error político.
Los estatutos de este organismo político no permiten que mientras se ostenta un cargo directivo en el partido, al mismo tiempo se pertenezca a cualquier nómina del sector público de cualquiera de los tres niveles de gobierno.
Es el caso de Rentería Santana que efectivamente desde el mes de diciembre pasado ya aparece como empleado de la referida Fertinal y que se supone espera se colocado de un momento a otro como administrador o director de la empresa Rofomex aquí en la entidad.
Claro que también valdría la pena preguntar a Rentería Santana cómo se encuentra su situación actual al interior del sindicato de trabajadores gastronómicos que tienen ya muchos años en espera de que concluya el conflicto laboral que sostienen con el Hotel Los Arcos que se mantiene con las descoloridas banderas rojinegras y que definitivamente afecta la imagen del destino turístico que es esta capital.
Así que aunque el presidente Andrés Manuel López Obrador haya presentado su primer informe de labores, prácticamente al mismo tiempo que el Congreso del Estado inició aquí sus actividades legislativas, el aún dirigente de morenista no ha dicho una sola palabra.
Vaya, ya no se le ve ni en los cafés y desayunaderos políticos donde anteriormente acudía solo para hacer notar que contaba con una relajada capacidad política para hablar sin tapujos de cualquier tema.
Hoy es diferente, Alberto Rentería se mueve muy discretamente, casi de manera secreta y huye a los medios de comunicación.
Antes los buscó, ahora literalmente se esconde de quienes pueden hacer públicas sus opiniones sobre los temas mencionados.
Obviamente en gran medida esta actitud puede deberse a que Rentería Santana tiene adversarios políticos dentro y fuera del partido que llegó con una fuerza inusitada y que hoy por hoy se encuentra ante el dilema del descrédito y de la desconfianza que provocan algunos de sus principales actores al no cumplir con las expectativas que se generaron en campaña.
Valdría la pena preguntarle al referido dirigente cuál es su opinión sobre esta fuerza política que se cierne al interior del Congreso del Estado y que seguramente tendrá una clara injerencia en las decisiones que internamente tome Morena en las próximas semanas.
Por supuesto también preguntarle a este dirigente cuál es su opinión sobre esta muy cuestionable acción de la Comisión Federal de Electricidad de provocar apagones en gran parte de Baja California Sur, que como era de esperarse, ya a estas alturas tiene su consecuencia política ante la enorme molestia ciudadana que esto genera.
En fin.
Veremos si Alberto Rentería vuelve a salir a la luz pública y con entereza enfrenta estas nuevas condiciones en que se encuentra su figura personal y por supuesto la del partido al que se supone aún representa formalmente.
Definitivamente a nueve meses del gobierno federal y a un año de las administraciones municipales Morena tiene enfrente el reto de renovar su dirigencia estatal y Rentería Santana por su parte, la meta de demostrar que no tienen nada que ocultar para evitar salir más raspado y desacreditado de lo que hasta ahora se encuentra.
Ya veremos qué sucede.