Cabo San Lucas (CSL), Baja California Sur.- El mensaje común de los gobiernos de la llamada “Cuarta Transformación”, encabezada por el Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ha sido un plan de austeridad, mismo que refrendó mencionándolo en su “Tercer/Primer Informe de Gobierno”, el pasado 1ro de Septiembre en Palacio Nacional. 

Haciendo caso a esta encomienda, el Delegado Municipal de Cabo San Lucas, Oscar Leggs Castro, -emanado de las filas de Morena- aseguró que para la celebración de Fiestas Patrias, en el puerto sanluqueño no habrá artistas nacionales, pues promoverán algún talento sudcaliforniano y así, no gastar tanto recurso del pueblo, en la verbena popular. 

“Iniciamos ayer con el encendido de luces y el inicio con los honores a las seis de la tarde, nos ha hecho la invitación el XIII. Ayuntamiento de Los Cabos para hacer unas fiestas patrias con un evento cívico y fiestas mexicanas de lo más austero posible. Hemos pedido nosotros que el día del grito sea con un conjunto local de Baja California Sur, no necesariamente de San José del Cabo o Cabo San Lucas. Sin embargo, no vamos a traer artistas de fuera porque vamos a trabajar con el artista local, lo más austero posible para poder atender las necesidades que aquejan a la población”. 

Agregó el delegado Leggs Castro, que en Cabo San Lucas se está trabajando en la celebración cívica y escolar, además de un amplio programa cultural durante el mes de Septiembre, el cual concluirá con la Fiesta Mexicana en la explanada de la delegación sanluqueña, reiterando, todo, de una manera austera, para respetar el dinero del pueblo. 

“Estamos trabajando en lo que se va a venir desarrollando los trabajos que se harán los días 14, 15 y 16 de Septiembre, enfocados al día del grito y el desfile, donde habrán de participar la mayoría de las escuelas de Cabo San Lucas y así trabajar en este mes patrio, donde nos identificamos los Mexicanos”, comprometió Leggs Castro. 

Ahora, quedará esperar la postura oficial del XIII. Ayuntamiento de Los Cabos sobre este planteamiento de austeridad para invertir, en vez de fiesta, en la infraestructura pública del destino turístico.