El presidente Andrés Manuel López Obrador ratificó que la conversación que tuvo ayer con el presidente Donald Trump fue en buenos términos y no hay “nada que pueda llevar a que se apliquen medidas que afecten la economía, el desarrollo de nuestro país”. A su vez, el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard informó que en la reunión que ayer sostuvo en Estados Unidos se instaló un grupo binacional sobre tráfico de armas, porque el gobierno mexicano busca congelar el tráfico de las mismas en la frontera con aquel país.

En su conferencia de prensa, el presidente señaló que tras la conversación con Trump “no hay ninguna discrepancia” con el gobierno de aquel país.

“Converse telefónicamente con el presidente Trump en buenos términos y son buenas las relaciones con el gobierno de Estados Unidos, no hay diferencias de fondo, ninguna discrepancia, nada que pueda llevar a que se apliquen medidas que afecten la economía, el desarrollo de nuestro país.

“Por el contrario, hay un buen ambiente muy favorable para que el Congreso de Estados Unidos -desde luego es una decisión soberana- apruebe el Tratado de Libre Comercio, lo cual va a favorecer a las tres economías de las tres naciones-además Canadá-. Hay ese ambiente muy favorable para el país”.

Enseguida, Ebrard manifestó que en la reunión que tuvo con funcionarios del gobierno de Trump en Washington se informó que de junio a septiembre se registra una reducción de 58.7 por ciento en el flujo migratorio a Estados Unidos. En el caso de personas provenientes de Centroamérica descendió 70.3 por ciento -lo que incluye a menores solos. Incluso, mencionó que en el caso de mexicanos que buscan migrar a Estados Unidos hubo una reducción de 7.2 por ciento, aunque aclaró que ello no se debe a la estrategia migratoria, sino a cuestiones internas en el país. 

Recordó que en junio se había registrado un incremento de más del 300 por ciento en la migración al país vecino y en septiembre se está llegando a promedios históricos de flujos migratorios.

Consideró que es una “estrategia exitosa centrada en el combate al tráfico de personas”, por una mejora en las tareas de inteligencia y de la Guardia Nacional, apegada a derechos humanos, así como disuasión.

Recordó qué hay cartas de intención firmadas para proyectos de inversión en el sur de México.

Anunció que habrá otro encuentro técnico en Washington y una reunión técnica con la Corporación de Inversiones Privadas en el Extranjero (OPIC por sus siglas en inglés), institución financiera de desarrollo del gobierno de Estados Unidos. Una delegación también hará una vista a México.

En cuanto a las armas fuego, señaló que 70 por ciento de los delitos que se cometen con ellas están relacionados con compras en Estados Unidos.

Reconoció que congelar el tráfico de armas es un objetivo difícil de alcanzar, pero no por ello “debemos renunciar”, porque para nosotros es prioritario.

En el grupo binacional, de parte de México participan dependencias del gabinete de seguridad nacional y se acordó una revisión mensual sobre avances.

Ebrard indicó que desde julio, México propuso la operación para el control de armas y drogas en cinco puntos a lo largo de la frontera, con prioridad en Texas.

Señaló que debe considerarse que en México es ilegal ingresar con armas y eso significa que “las personas que van a cruzar a México sin autorización están cometiendo un delito”, por lo que debe haber un proceso de revisión de portación de armas.

Sostuvo que la de ayer fue una reunión productiva y confió que “estemos muy pronto alcanzando los números en el flujo migratorio que han sido históricos. Es decir, saldremos de una circunstancia de incremento mensual considerable y se congele el tráfico de armas”.

El canciller indicó que al final de la reunión pudo saludar al presidente de Estados Unidos y le externó que “reconocía los esfuerzos que estamos llevando a cabo, y nosotros en el tráfico de armas. Fue una reunión exitosa”, precisó.

Sobre la decisión de la Corte estadunidense de permitir a gobierno de Donald Trump de negar el
asilo, Ebrard señaló que México tiene una postura distinta y “no va a variar. Nuestra política es de refugio y no avalaríamos ese tipo de resolución”.

Sobre las declaraciones de Michelle Bachelet, alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, de que la política migratoria es un grave riesgo para los derechos humanos, y sobre el bloqueo a 35 mil solicitantes de asilo, dijo que está solicitando una reunión para sostener un diálogo acerca de la información que tienen y conocer preocupaciones.