Lo derecho es lo decente
Muy buenos días estimable
lector gracias, muchas gracias por continuar prefiriendo su Diario El
Independiente.
Inicio esta columna comentando
a Usted; no se puede continuar humillando, desprestigiando, tanto de cobardes a
nuestros elementos de la fuerzas armadas llámense, Secretaria de la Defensa
Nacional, Secretaria de Marina, Guardia Nacional, como ha quedado demostrado en
diferentes Estados de la República Mexicana. Donde han recibido golpes con
distintos objetos y armas punzo cortantes por parte de criminales
extremadamente violentos, sin escrúpulos y carcomidos por los gérmenes de la
perversidad, al grado de lesionarlos y quedar intervenidos quirúrgicamente y,
no por desprotección o desventaja física y mental, sino porque nuestros
elementos de las fuerzas armadas estar sujetos al régimen previsto en la Ley de
los Derechos Humanos, lo cual constituye desplazarlos desafortunadamente
alterando el orden regular de la sociedad.
Más que por una sola razón por
parte de las fuerzas armadas “administrar justicia cumpliendo con el Estado de
Derecho y no a la ingobernabilidad” nuestros hermanos mexicanos sienten que
estamos atravesando por una crisis y un estado delicado y conflictivo de
inseguridad, ya que por sus circunstancias de origen interno o externo de
criminalidad, se ha roto el equilibrio y la normalidad de un sistema,
favoreciendo a su desorganización, tomando ventaja las organizaciones
criminales a nivel nacional.
“Basta, basta”; de atropellos
a nuestras corporaciones de seguridad el gobierno federal tiene que activar
contra todo aquel que desestabilese, el orden constitucional y violente el
Estado de Derecho, precisando si se trata de una rebelión, una sedición, un
motín, un tumulto o de un simple alboroto, situación que aprovechan los
criminales para hacer lo que les de su reverenda gana.
A nuestras fuerzas armadas no
se les puede restar el valor heroico, la eficiencia, el mérito y el honor que
demuestran para el progreso y tranquilidad de los habitantes del País. Los
militares arriesgan su vida en defensa de la justicia, equidad y de la Ley,
anteponiendo a sus intereses personal el beneficio público y el orden social,
consagrando su esfuerzo para obtener el mantenimiento del orden y exigir el
cumplimiento de las Leyes y de los reglamentos, persiguiendo al crimen y evitar
la delincuencia. Basta de humillación y atropellos para nuestras corporaciones
militares, ellos sirven a la Nación y están en defensa de su independencia, de
su integridad, su dignidad y decoro, además aseguran el orden institucional y
la paz interior. Castigo contra todos los criminales que no respetan la
justicia y el orden constitucional.
Concluyo; el fin primordial de
la guardia nacional y de SEDENA, es proteger a la sociedad de los factores que
eventualmente ponen en riesgo su estabilidad, el orden público y el bienestar
social de las personas. Ellos garantizan que la justicia debe ser constante y
perpetua voluntad de dar a cada uno lo que legítimamente le corresponde, y su
valor similar a la libertad y la igualdad. Sin libertad, la justicia es
incompleta; sin justicia, la libertad es débil; sin igualdad, la justicia es
quimera; sin justicia la igualdad es utopía, todos los mexicanos confiamos en
nuestras fuerzas armadas, pero también les pedimos “Defiéndase” ustedes merecen
Honor y Respeto.